PASIÓN & PODER: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 26.

CHARLOTTE.

Siempre he pensado que a mí me bautizaron en agua salada, en que Stefan seguramente hundió mi cabeza en el mar junto antes de que una ola rompiera para que todo cayera en mí. No tengo otra explicación como para que me estén pasando tantas cosas seguidas en estas semanas sin siquiera poder tener un solo respiro.

Tengo un marido extremadamente inútil. Mi ex prometido me cela estando él comprometido y como si fuera poco, tendrá un hijo. Un mafioso ruso me tiene marcada como presa para el matadero. Mi hermana es la Dama de la mafia y sin saber porque me quiere muerta.

No entiendo cómo puedo seguir cuerda y sin haber explotado aún.

Ahora tengo que lidiar con un ataque terrorista que dejó a muchas personas muertas y en dónde no encontraron como una droga tan letal pudo haberse eliminado del sistema en tan poco tiempo.

Velkan como todo hombre inservible fue y se protegió en el búnker.

No le importamos nosotros, claro menos yo. Pero Gael es su hijo de sangre.

Una de mis jefas de seguridad murió frente a mis ojos antes de revelarme información. El corrupto de mi marido me vendió a la mafia alemana y le aseguraron que ese mismo día iba a morir.

Le abrí la cabeza a la "mejor" asesina de ese bendito clan.

El como todo presidente "honorable" le metió labia a su discurso teniendo a la nación a sus pies.

—¿Qué crees que estás haciendo?—Su voz resonó en el vestidor al entrar.—Te estoy hablando.

Lo mire por el gran espejo del closet reiterando cuánto lo odiaba. Simplemente desde el día que nos conocimos chocamos, sencillamente hay personas con las que no puedes llevarte bien.

Lo observé quitarse el saco para después hacerlo con la corbata y camiseta.

—¿Te atreves a dirigirme la palabra?—Cuestione volviendo mi atención a la fila de vestidos.

—El sentimiento de odio es mutuo, pequeña venenosa, si tan solo dejaras todo por la paz podríamos seguir con lo nuestro.

—Nosotros no tenemos nada y no pasará—saque la opción que más me agrado.—Tan solo ha pasado un día del ataque y estás tan tranquilo. Quién diría que no eres un corrupto de mierda.

Me tensé al sentir su mano en mi nuca haciendo presión, el vestido acabó en el suelo y mi pecho chocó en el espejo.

—Cuida esa boca mal hablada, Charlotte. Sin mí tú imagen está manchada en la sociedad, recuerda que eres una infiel que se revuelca con su cuñado—su aliento rozó mi oído.—Eres una cualquiera.

—Escúchame bien. Acaba con mi paciencia y te juro que yo misma voy a matarte.

Sonrió mirándome, sus ojos grises brillaban con odio.

—Claro que sí.—Se burló—. Para cuándo eso suceda la custodia de Gael será mía y tú estarás en manos del clan Zimmermann. No entiendo la rivalidad entre hermanas, pero estoy de acuerdo en que todas son mejores que tú.

Me giró con brusquedad.

—¿En serio?—Se acercó aún más.—Eres tan patético que accediste a qué una asesina entrará a la Casa Blanca con la intención de matarme. ¿Por qué? Porque el presidente no se mancha las manos.

—El que va a terminar de destruirte voy a ser yo.

—Pues te invito a que te formes en la fila, que hay muchas personas deseando lo mismo. Y hasta ahora sigo de pie.