❤️‍🔥CAPÍTULO 33.

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DIMITRY.

—La unión de nuestros apellidos ya es oficial, no entiendo qué más necesitas de mi, Dimitry—musitó ella con los ojos cristalinos tras que le pusiera la dosis del medicamento de la droga.

Sé que este es un tema difícil para ella pues solo ha pasado una semana y varios días desde que su hijo murió.

—Necesito un heredero.

—Ya tienes a Dexter.

Sus ojos oliva me observaron con confusión durante unos minutos, los mismos que me quedé en silencio.

—Charlotte, necesito un heredero de sangre, no importa si es hombre o mujer. Quiero a un Vólkov Morozov.

La nota pasar saliva tras desviarme la mirada.

—¿Quieres que me embarace de tí?

—Sí, eso es lo que quiero—dije con firmeza y decisión—. Un hijo con nuestra sangre tendrá el mundo a sus pies pues será la primera unión de ambas casas criminales en décadas.

Sé quedó en silencio sin siquiera responderme y yo no busqué una respuesta.


—¿Podrías dejar de dar vueltas?—Preguntó Savannah mirándome desde la silla de la clínica. Sacándome de mis pensamientos.—Me estas mareando.

La miré con irritación y ella por igual.

Casi tres horas la han tenido ahí adentro para hacerle estudios. Me hizo retrasar el ataque a la central italiana y ahora todo mi equipo está esperando afuera aparentando ser personas normales como si en las camionetas no hubieran armas de alto calibre.

Baje la vista al anillo de mi dedo y suspiré.

Bien, ella ya es mi esposa. La alianza ya es de conocimiento en nuestro mundo pero nadie sabe de la existencia de una segunda hija con el apellido Morozova.

Savannah no me hizo el circo que creí haría cuándo le indique el rompimiento de nuestro compromiso explicándole la situación, hasta creo que ella y Charlotte tienen algún tipo de amistad.

Cuando creí que no me daría una respuesta tras la conversación de esta mañana me salió con un: tienes razón, necesito darte lo que le pides, llévame a una clínica.

Todo bien hasta ahí, pero cuando dijo: hace mucho lo intente con Vladimir y nunca tuve una respuesta positiva.

¿Cómo que intentó tener hijos con el soldadito alemán? ¿Cuándo fue eso?

¿Por qué eso no estaba en su expediente?

Vamos a tener problemas por eso, ella lo sabe.

Otra cosa es que debo de hacer que recupere su peso normal, se tome sus vitaminas, ponerle las dosis de la cura y ella no le coopera por su fobia a las agujas. Hoy lloró por ver la aguja y me maldijo en francés dos veces, dos veces. Ignore sus disculpas ante las pesadillas que tiene.

No me sorprende, si puedo ayudarla con eso haré. Verla alterada no me gusta y no se porque.

—¿Con que nombre entró? ¿Le dijiste usará mi apellido?

—Si. Tuve que cambiar los papeles que necesitaba.

—¿Me llevarán con ustedes a hacer ese ataque?

—¿Acaso sabes usar un arma, Savannah?—Ella me levantó el dedo.

No me contestó y señaló el pasillo, me giré al doctor que venía, camine a él dejándola.

Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora