Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 13.

CHARLOTTE.

No pude dormir en toda la maldita noche.

Tengo un jodido retraso en el periodo y los mil escenarios que han pasado por mi cabeza no son buenos, en primer lugar, porque mi cuerpo quedó destrozado después del nacimiento de Amaya que no podría soportar otro bebé.

Sé que Vladimir tenía intenciones de que tuvieramos sexo que al verme tan mal, añadiendo que exagere demasiado, no le quedo de otra que hacerla de cuidador el resto de la noche.

La mujer pelinegra que llegó hace rato y su personal que trabajan no dicen nada mientras yo dejo por primera vez que ajenos a mí me vean llorar.

He estado así por casi dos horas, consumiendome lentamente en creer que posiblemente tenga a otro ser dentro de mí. Procesando que mientras yo pueda estar embarazada, Dimitry pagó millones para un tratamiento en mi espalda.

Hizo que se transportarán hasta la central bajo el nombre de Ivette y así fue como Vladimir los dejó pasar.

Los siento trabajar en silencio, si hay dolor, mi cuerpo no lo procesa ya que no siento nada.

El vestido colgado en color aperlado espera por mí, a ser usado. Ignore todas las llamadas de Sharon a desayunar centrándome en lo que debo hacer hoy. Llevarme el frasco y dárselo a la hija de Vladimir.

—Señora Vólkov, debe de avisar si siente dolor—asentí oyendo a la mujer.

—¿Falta mucho?—Trate de sonreírle.—Debo de acudir a un evento.

Uno de sus asistentes me mostró por un espejo como ella trabajaba centrada. Dejando mi piel como siempre debió estar, tan bonita y lisa.

Y aunque se muestran pocas cicatrices todavía, avanzó mucho.

—En dos sesiones más lo terminaremos. No quiero forzar demasiado la piel ya que la tiene demasiado sensible—dijo.—Le avisaremos con tiempo, para así no haga demasiado esfuerzo ya que hoy la tensión de su cuerpo no me ayudó. Le recomiendo esperar unos minutos y ya podrá hacer sus deberes.

Le dí una respuesta positiva levantándome y cerrando la bata, agarre el vestido entrando con el al baño. Toque la tela, sintiendo que es tan suave y brillante.

Podía oírlos con claridad comenzando a recoger todo lo que usaron. Mi dedo tocó la piel de mi espalda con nerviosismo y temblor haciendo que un sollozó volviera a salir de mi boca.

—Se siente tan bien—susurre con ganas de volver a llorar

Darío ya tomó el puesto de Zar que es una preocupación menos.

Comencé a ponerme el vestido con delicadeza cuidando las tiras delgadas. Levantando un poco la tela del vestido salí encontrando todo en silencio, sin rastro de personas. Me apresuré a terminar de arreglarme, me puse el collar a juego con el vestido, el reflejo del espejo y el rubí de mi dedo me hizo levantar abruptamente la cabeza.

La cámara que le pedí para que así él se quedará tranquilo está al fondo de la habitación. Suspire oyendo los suaves toques en la puerta me hicieron sacar mi máscara queriendo parecer tranquila y poner una sonrisa en el rostro.

—Dulzura. ¿Ya estás lista?

Poniéndome los zapatos agarre el bolso y el abrigo abultado. Abrí encontrándome con la sonrisa cálida de Hunter haciendo que bajara la vista para verlo. El esmoquín resaltó sus ojos oliva llenos de brillo y amabilidad.

—No quiero problemas, pero debo decir que te ves hermosa, dulzura—hablo ofreciéndome su brazo.

Cerrando con llave enganché mi brazo al suyo.