Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 29.

CHARLOTTE.

—¡Charlotte tienes que calmarte hija! Trata de pensar con claridad.—Ignore a mi tía mientras estaba al borde de asesinar a cualquiera que se metiera en mi camino.—Cariño por favor...

Termine de abrocharme las botas de piso a juego con el uniforme militar. Para poder entrar a la central debía usarlo.

Negué tragando duro el nudo de mi garganta. Estuve dos días tratando de ver a mi hijo, dos días en dónde tuve que dejar de lado mi personalidad.

Poniéndome de pie agarre las dos maletas sin mirarla, todo lo que necesitaba estaba ahí adentro. Baje las escaleras sintiendo que me seguía, de paso estiré el brazo tomando la katana que estaba en uno de los estantes.

—¡Lamento haberte fallado!—Siguió ella.—Te juré que Gael estaría a tu lado, lo siento cariño.

Le di las cosas a Janine en cuanto salí, ella las metió a la camioneta con prisa.

Mi tía me miró con culpa, agarró las llaves del departamento al dárselas.

—Necesito que entiendas que hiciste todo lo que pudiste, eres la mejor tía y abogada que pude tener—ella ladeó la cabeza con lágrimas en los ojos.—Cuida de Anastasia, te quiero tía.

No pude evitar tensarme cuando me abrazó con fuerza.

—Cariño por favor, necesitas pensarlo, no puedes hacerlo.

Negué separándome.

—Los De Alba me las van a pagar tía. No olvidaré el que me ayudaras, gracias. Pero debo hacerlo, si no vuelvo a verte ten presente que siempre te consideraré mi madre.

Dándole una sonrisa de lado me dirigí a mi coche.

—Cuenta media hora desde que llegué a la central—le indiqué a Janine.

—Muy bien, señora—dijo ella subiendo a la camioneta.

Entrando a mi Bugathii aceleré dándole una última mirada a mi tía.

Sabía que podría tener una infracción y no me importaba que eso estuviera en mi expediente para las cosas que tendría por hacer.

—Agente Morozova, tiene un nuevo mensaje de voz.

Indicó la operadora del coche.

Sollocé ya que de fondo lo escuché con claridad. "Mami."

—Van a llevárselo, enana—apreté el volante pisando más el acelerador.—Te están rastreando, Erick no deseaba hacerlo pero Vladimir lo ordenó. Está aquí en la central.

Grité golpeando el volante.

El dolor comenzaba a asfixiarme a niveles descomunales.

Los minutos se hicieron dolorosos cada que pasaban, llegando a la central volví a mi máscara llena de frialdad, le mostré mi identificación al portero y entré. Aparqué en el estacionamiento con prisa.

Ignore a todo aquel que me miraba susurrando. Sostuve la carpeta con fuerza, los pasillos iluminados me lastimaban la vista. La secretaría de Vladimir me sonrió al verme.

—Necesito que esto ya esté firmado por el General—ordene.—Me ha estado retrasando.

—¿Su renuncia?

—Si. Ahora haz que lo firme.

—Él se encuentra en el subsuelo con la agente Harrison y su equipo.

Le arrebate la carpeta dando media vuelta.

—¿El presidente dónde está?

—Ahora mismo en la sala de juntas con el Subdirector Brown y la Ángela Western. Nadie puede entrar hasta que uno de ellos salga.