❤️‍🔥CAPÍTULO 19.

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CHARLOTTE.

Me miré en el espejo que estaba iluminado por pequeñas bombillas a su alrededor, llegó el día. La música se podía escuchar a todo lo que daba, mi aspecto cambió un poco pero lo hizo. Una de las chicas de Alejandra tomó con dulzura mi rostro y lo levantó para ella. Ahora tenía pecas por toda la cara y ojos color gris.

—Solo respire agente—dijo ella con amabilidad—, parece que es más fácil tomar un arma que hacer un baile para hombres.

—¿Cómo es que pueden hacerlo?—Preguntó Anya del otro lado donde se arreglaba—. Básicamente ella es su proxeneta.

Pero callate Anya.

—No—dijo otra de las chicas que entró en ese momento.—La señora Bianchi es un ángel con nosotras.

—De la muerte de seguro—Daniela.

—Ella no nos obliga a nada, si lo dice por tener sexo con hombres eso nosotras lo decidimos—volvió a decir en calma—. La madrina nos deja nuestras ganancias, no toca nuestro dinero, aparte ella nos deja un cheque cada semana por nuestro trabajo.

—Todos los trabajos son honrados, algunos tienen mejor estilo de vida que otros pero al final seguimos siendo lo mismo. Tengo amigas que trabajan en otros lugares y ahí es horrible—la chica que terminaba de arreglarme el maquillaje sonrió orgullosa—. Como hoy, su marido nos pagó el día al doble y nos explicó la situación. Somos una familia y ellos cuidan a su familia.

Yo asentí y miré a mis compañeras que estaban pensativas.

La música se hizo mayor cuando la puerta volvió a abrirse y la dueña entró. Nos observó a todas con detenimiento. Su vestido hasta la rodilla pegado al cuerpo lucía sus curvas, la tela de seda brillaba sin ninguna arruga.

—Los oídos me zumbaban, así que deduzco que hablaban de mí—aseguró ella acercándose.

Analizó a cada una de mis compañeras con cuidado viendo sus vestimentas. El caso es que no dejamos mucho a la imaginación de un hombre.

—Bien, llegó el día —Rubí suspiro.—Hemos estado en misiones peores, esto no es nada.

—Ustedes salgan por la puerta trasera—señaló a sus chicas—, uno de mis coches las dejará en sus domicilios.

Ellas asintieron y tomaron sus cosas con calma.

—Mucha suerte chicas—una de ellas nos hizo un saludo militar con una sonrisa.

—Sharon ya se encuentra en la barra—informó Alejandra—, el General también al igual que sus compañeros. El Pakhan está a menos de quince minutos.

Todas salieron menos yo, baje la cabeza y respire a profundidad.

La mente es la primera en rendirse siempre, es por eso que llega a ser nuestro primer y máximo enemigo.

—Soy fuerte, inteligente, hermosa e invencible. No necesito de un hombre para sobresalir en el mundo—me repetí una y otra vez—. Nadie va a ganarme.

Las mujeres Eiisman nunca han necesitado de un hombre para ser exitosas, mi abuela fue la dueña de una de las mejores compañías de armas militares, mi madre bioquímica, mi tía Ivette es abogada y empresaria. Saray es bailarina profesional, Camille fue abogada penal y yo tengo más de lo que puedo necesitar.

Levanté la vista encontrándome con mi reflejo, toque el relicario que colgaba de mi cuello y me puse de pie. Salí del vestidor al ambiente lleno de música y sexo.

Perfectamente esparcidos por el lugar mis compañeros descansaban haciéndose pasar por clientes altamente importantes. Levanté el rostro, me acomodé el cabello suelto y coloqué mi auricular con disimuló.

PASIÓN & PODER: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora