Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 2.

CHARLOTTE.

Mensaje reciente de Vladimir De Alba:

Te estaré viendo cuando regreses de tu viaje con tu hermana y hablaremos de tu nuevo puesto en la OMING. Deje salir un suspiro lleno de cansancio antes de apagar completamente el teléfono y meterlo en mi chaqueta.

Tengo que seguir con esto hasta el final, le he sacado lo más que puedo de provecho y así acabarlo de a poco, pero mi enojo y deseo de venganza me han hecho meter la pata una que otra vez.

Recargue la cabeza en la ventanilla de la camioneta oyendo a mi hermana y mejor amigo pelear por quién se comería la última hamburguesa restante.

—¿Alguien va a decirme porque vamos a Nueva York?—Hunter me dio una rápida mirada.

Con una mano manejaba mientras que con la otra sostenía su segundo café que paramos a comprar.

—Vamos al club AMJILB, nos están esperando—le respondí tras unos minutos de silencio.

—¿Algo más que deba saber?

—Vamos a asesinar a Ángela Western—habló Emmanuel con la boca llena de comida.

La naturalidad con la que lo dijo causó que Hunter me mirará con incredulidad.

Después volvió su atención al frente sabiendo que básicamente ya habíamos llegado pues madrugamos e hicimos varias horas de viaje.

—Bien...—dijo él.—Que bueno que pregunte.

—No formarás parte de esto—gire el rostro a su dirección nuevamente.—Solo eres el chófer.

Comenzó a reír.

—¿Por qué no?—Volvió a girar entrando a la cuadra que abarca todo el club.—Básicamente todos en esta camioneta somos asesinos. Déjame ayudarte.

—No.

—Yo digo que sí—hablo Emmanuel.

—Somos pocos y tenemos muchas habilidades que nos serán de ayuda—Sharon bajó de la camioneta al mismo tiempo que yo.—Hunter es francotirador y buen espía. Emmanuel es médico y sabe de tecnología, yo manejo con rubí toda la información de la OMING. Y tú, Charlie. Tú tienes todas las características del equipo de Delta.

Pero mi rendimiento es bajo ahora y eso nadie lo sabe. Nadie vio como me tomé seis pastillas al levantarme para poder seguir con todo movimiento físico que requiera.

—Mayoría de votos, me quedo, dulzura—me dió una sonrisa burlona.

Abrí la puerta dorada de vidrio templado del club, pasando las cortinas a mi lado Emmanuel silbó.

—Ya sabía yo que ella no era simplemente una maestra y empresaria—susurro haciendo que pusiera una leve sonrisa en mis labios.

Alejandra gritó mi nombre desde el segundo piso a pesar de la música que se oía por los altavoces y bajó corriendo las escaleras usando sus típicos tacones de agua de casi diez centímetros. Nada en ella cambió, todo seguía igual, su cabello en melena y sus faldas en volumen, siempre en tacones y labial rojo .

—¡¿Por qué me haces esto?!—Casi gritó y me señaló con la uña perfectamente pintada.—¡No me respondiste ninguna de las postales de los videos!

Puso ambas manos en las caderas y dió la vuelta caminando a la barra.

Fue ella quien hizo que los videos de mis hijos llegaran hasta mí entre tantas dificultades.

—¿Los has visto?—Mi voz salió apenas en un susurro quebrado.—Dime que has estado cerca de ellos, Alejandra.

Me senté en el banquillo con prisa seguida por los demás en silencio. Ella seguía dándome la espalda preparando alguna bebida.