Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 24.

NARRADOR.

Por una leve fracción de segundos Emmanuel Jones pudo respirar bien, el helicóptero los enfocó y observó a ambos bañados en sangre. La línea del intercomunicador emitió un sonido atrayendo su atención.

A pocos metros de él, el ejército de la Bratva cargaba las camionetas a una velocidad inesperada. La voz de Underboss ladraba órdenes a cada poco, la madrina del narcotráfico terminó de cerrarse el chaleco para subir a la parte trasera despejada y tomar el arma.

—¡Darío y Horuna lograron derribar un círculo! ¡Los hemos encontrado!—Oyeron por la línea a Andrés.

—¡Bien, muchachos!—Gritó Orlando.—¡El hijo de perra de Vladimir De Alba está en la propiedad, no nos iremos sin él!

Subiendo, arrancaron bajo las calles desiertas gracias al gobierno que emitió un toque de queda minutos antes del aterrizaje. Completamente equipadas y todos protegidos, fue que Emmanuel disparó la espora en un radio donde sabía que la salida era nula. Altamente mortal. Dimitry de inmediato lo supo ya que sujetando a su esposa comenzó a correr con ella bajo el intercambio de balas, una de las camionetas derrapó en dónde bajó Horuna con una katana en mano.

Charlotte al ver la suya se la arrebató sin más desenfundando. Ninguno preguntó el porqué estaban llenos de sangre.

—Necesito que busquen a John, él tiene a las niñas—dijo ella mirando los alrededores.

—Están en la parte sur. Ahí él las tiene—informó Dimitry que tomó el arma.

—¡John tiene en la parte sur a las princesas!

—Entendido, la camioneta de la OMING irá por ellos—los reyes se miraron por tan solo unos segundos al oír a Hugo.

Con rapidez, Horuna les inyectó para evitar que alguno de ellos se pusiera mal. Nuevamente Emmanuel lanzó la segunda espora y una de las camionetas de la OMING entró al radar lanzando uno de los misiles.

Dimitry subió a la camioneta y miró a Charlotte que negó.

—Yo me quedo con Horuna. Busca a Vladimir...—apenas si podía mantenerse en pie.—Conozco sus patrones, si Erick vino dile que ingresé a su chip.

—¿Qué chip?—Preguntó él al borde del desespero.—Debemos irnos.

Ella notó su error de inmediato. Hace años que le dió una esclava de oro por su cumpleaños y protección. Y Vladimir aún la usaba.

—Usa una esclava de oro, tiene un rastreador...—vio de reojo Horuna se alejaba comenzando a atacar.—La marca es Montina, Erick hará lo demás.

Le cerró la puerta con una sonrisa.

—Te veré más tarde, te amo Dimitry—Charlotte sonrió abiertamente.

Oírla decirlo lo llenó de ansiedad y miedo.

—También te amo, Charlotte. Desde el primer momento lo hice.

—Lo sé—sin decirle más, giró comenzando a correr.

Escucho como la camioneta se alejó y se dejó llevar. A su alrededor el desastre seguía, noto a los hombres de la Bratva, la pirámide y RMR contra los de Zimmermann y Vladimir.

Actuando por instinto, comenzó a defenderse, llegó hasta donde Horuna y chocó su espalda contra la de él. Ambos levantando las katanas en el aire preparados.

—¿Una última partida, mi ángel de la muerte?

—Que así sea, maestro.

Sonriendo Horuna no sé inmutó ante la sangre que logró salpicar su rostro y parte de la ropa. Sabía que a su espalda la mejor alumna que pudo tener acababa con vidas sin importarle nada.