Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 35.

CHARLOTTE.

—Apúrate que no aguanto—solté un suspiro.—Si no lo metes lo haré yo misma.

Me miró con dureza y diversión.

—Claro que voy a meterlo, dame tiempo—se agachó.—¡Es muy pequeño!

—¿Cómo que muy pequeño? ¡Es mi talla!

—¡No me grites, Mi Hada!—Me señaló con el zapato de tacón alto.—¿Cómo puede quedarte esto?

Me dejé caer en la cama y él se puso de pie.

Levanté la pierna en su dirección.

—Mi pie es pequeño, por ende los zapatos son iguales—lo vi tragar saliva cayendo en la cuenta de mi error.

Si, estamos casados. Dormimos en la misma habitación y no ha pasado nada entre los dos. Yo me encuentro con la bata de baño color rosa y él por igual.

Rosa también. ¿Quién tiene una bata de baño negra? Si yo usaba rosa él también.

Ahora mismo él debía estarse cambiando porque esa era la rutina, él se bañaba primero y me daba la privacidad de siempre. Solo que esta vez creo que salí demasiado rápido.

Me puse a medirme zapatos ya que iríamos a la reunión entre las familias de la RMR y de la pirámide también para presentarme ya que él día que se haría la fiesta se cruzó con nuestro siguiente golpe. Si el rey no asiste la fecha se cambia.

Si tienen planeado una emboscada todos mueren. Dimitry Vólkov maneja la mayoría de los territorios. Y se presentaría hoy también a su primer heredero, príncipe de Rusia. El pequeño Dexter Vólkov.

Saray estará ahí.

Sacar de la prisión femenil a Carlotta ya que Horacio dejó en claro que el trato hacía ella debía ser el peor. El mafioso multiusos logró entrar al sistema y pudimos saberlo.

—¿Rojo entonces?—Pregunte cubriendo la pierna desnuda con la bata.

Él carraspeó.

—Rojo. Hará relucir tu cabello dorado.

—Es rubio.

—Para mi es dorado.

Me incorpore yendo al closet. Solté un suspiro nerviosa.

Es solo un hombre. Un ruso de un metro con noventa y cinco, piel blanca y ojos negros.

Vestidos rojos.

Saque una opción de seda y tirantes con abertura en una pierna.

También saque otra un poco más recatada... más de sociedad.

Mire ambas opciones poniéndolas por encima mirando por los grandes espejos. Deshize el nudo de la bata.

—¿Terminaste?—Lo escuché.—Necesito pasar por mi traje.

—Pasa.

Me giré hacia él. Dimitry me rehuyó la mirada.

—Creí que estabas vestida ya. Cierrate la bata.

Puse los ojos en blanco.

—¿Cuál te gusta más?—No me miró.—Dimitry, la mayoría de las paredes son espejos, de igual manera me estás viendo.

Inspiró hondo.

Tan raro que se ve con una bata color rosa.

—El que te guste debes de usar—volvió a aclararse la garganta.—¿Para que mi aprobación?