PASIÓN & PODER: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 28.

CHARLOTTE.

Me mire en el espejo por última vez tomando toda la fuerza posible para afrontar lo que se me venía encima. Estaba tan bien vestida, decentemente cómo diría mi tía.

El problema era el rasguño de mi mejilla que logré ocultar con maquillaje. Tomé mi bolso teniendo el tiempo encima, baje a la primera planta con prisa donde Janine ya me esperaba como siempre, vistiendo su traje de dos piezas y su cabello atado en una coleta. Pero me dió una débil sonrisa al verme, sabía que le dolía la muerte de Elaine, una muerte más para agregar a la lista y vengar.

Salimos y la puerta de la camioneta ya esperaba abierta, subiendo ella se apresuró a hacer lo mismo.

—En la camioneta de atrás espera su equipo señora—informó poniéndose en marcha.

Tuve que volverme a poner los anillos y toque el relicario de mi cuello con nerviosismo. Entrando a las calles principales algunas patrullas de policía comenzaron a escoltarnos llamando más la atención. Me limpie las manos en la falda negra al llegar ver afuera de la corte en tan solo unos minutos ya que despejaron las calles, una oleada de periodistas brotó de los escalones en cuanto nos vieron que tuvieron que ser controlados por policías.

Janine redujo la velocidad ya que las camionetas del equipo de seguridad de Velkan se detuvieron primero, las pequeñas banderas claramente indicaban quién era.

Primero bajó Horacio para después su hijo.

Entraron sin dar una declaración. Volviéndose a poner en marcha Janine avanzó, la atención se giró a nosotras de inmediato.

—Solo unos segundos—ordene sabiendo lo que me esperaba.

Soy fuerte, yo puedo hacerlo.

Mi jefa de seguridad bajó al darle la señal, acomodó su saco y me rodeó hasta llegar a mi.

—¡Primera Dama, unas palabras por favor!—Gritaron algunos.—¡Primera Dama!

El bullicio y los flashes me abrumaron de inmediato y los gritos pidiendo mi tiempo, no me eran de ayuda. Sentí alivio cuando la camioneta de atrás se estacionó, rápidamente bajó mi tía y su pareja. La seriedad de ambos me indicó que no debía revelar ningún sentimiento. Ella me tomó del brazo llegando a mí, subimos los escalones al instante que el equipo de seguridad se desplegó para darnos espacio.

—El equipo que conforma a la Primera Dama está relacionado básicamente con su familia y algunos cercanos a ella. —Oímos antes de entrar.

—Se atrevió a traer a Gael—escuche que dijo Ivette entre el bullicio.—Quiere desestabilizarte, te necesito serena.

Los grandes y espaciosos pasillos estaban repletos de personas, nos abrimos paso en dirección a la sala, dos oficiales abrieron las pesadas puertas de madera.

El aire se me atasco en la garganta en el momento que mire a mi derecha llenando mi pecho de una enorme decepción que hasta me dolió respirar. El empujón de mi tía sirvió para que siguiera avanzando, mis testigos se esparcieron en los asientos de atrás, llegando al frente con naturalidad, Ivette se acomodó seguida por Leandro.

—Buen día jueza—saludo Leandro con amabilidad y educación.

La susodicha me miró con curiosidad. En sus cincuenta podría apostar, pelinegra de ojos azules y pocas arrugas.

Me senté en la silla que era para mí quedando recta. Emmanuel me dió una cálida sonrisa.

Velkan se mantenía sereno mostrando la seguridad que cualquier hombre tiene cuando sabe que va a ganar. El no me preocupaba, si no, la persona que formaba parte de su equipo.