Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 7.

NARRADOR.

Se dice que New Orleans y su carnaval tienen la fama de dejar saciadas a las personas que recurren a ellos. Y tres clanes diferentes llenos de poder no pudieron haber podido elegido otro día.

La OMING que es considerada una joya cuando se trata de la ley y la corrupción.

La Bratva que tiene un objetivo único y sencillo.

La mafia alemana que desea tener el puesto número uno en la pirámide salió a celebrar el cumpleaños de los herederos de su Boss.

Sonriendo con falsedad la general Morozova bajó de la camioneta acomodando su boina y observó cómo el director de la central de New Orleans se acercaba a ellos con prisa.

—Sean bienvenidos, les hemos acomodado las mejores habitaciones—saludo mirando todo el tiempo a Charlotte.

Cosa que no pasó desapercibida por Vladimir que se acercó más a ella.

—Ella es la General Charlotte Morozova—presentó Hugo.

—Carlos Garcés, director—tuvo el atrevimiento de acercarse y dejar un beso en la mejilla.—Un placer conocerla, saber que una mujer tiene el tercer puesto en la central de Washington es alucinante y más si es la mismísima leyenda.

Charlotte asintió sin perder la sonrisa, pensando que era lo que los hombres veían en ella, que no fuera un pedazo de carne que ansiaban morder.

—Gracias, el placer es mío.

Vladimir más tenso que nunca se obligó a no tomarla en brazos y meterla él mismo a una de las habitaciones para que ningún hombre de esa central posará sus ojos en ella, su obsesión que crecía cada vez más no era más que percibida por todo el mundo.

Charlotte se adelantó con su hermano mayor y Samuel.

Viéndolos Vladimir supo que los hermanos Brown aún seguían de su lado y que ellos le avisarían de cualquier paso que la rubia diera o al menos eso deseaba creer.

Así como Charlotte, los varones sabían cómo mentir y tener a las personas comiendo de su mano.

El resto del equipo se instaló mientras que el director, subdirector, general y agente coronel se presentaban en la arena de entrenamientos. El personal de la central no podía estar más halagado al tenerlos con ellos. Pues si bien sabían lo que ese equipo había logrado, la mujer más importante de entre ellos se paseaba por los pasillos derrochando miedo y superioridad en el rostro.

—...a pesar de ser un médico cirujano militar, soy el agente Jones. Mis habilidades son más, aparte de la medicina y el poder salvar vidas—hablo paseándose por la tarima, Emmanuel sonrió.—Me he especializado en combate cuerpo a cuerpo en algunas artes marciales, lo que me ha llevado a estar en el campo al igual que la informática también.

Así uno a uno del equipo se presentó, la general no pudo ocultar una sonrisa cuándo pasaban sus más allegados amigos al frente.

En el centro de la ciudad, la Bratva aterrizaba con todo un equipo de arsenal y poder. El Pakhan bajo poniéndose los lentes de sol analizando el lugar, detrás, la madrina del narcotráfico lo imitó arrugando un poco el entrecejo viendo las calles llenas de decoraciones.

—Ah...—hablaron a sus espaldas.—New Orleans, carnaval, alcohol...y venimos a qué nos den la arrastrada de nuestra vida también—soltó el segundo al mando.

Fastidiado el Pakhan miró a su primo.

Bajo la vista a su reloj inteligente que le mostró de inmediato la cámara de la central. En la imagen apareció su mujer que prestaba atención a lo que él director decía y eso, eso no le agrado mucho. Era imposible que ella cayera en sus manipulaciones, ¿o no?