❤️‍🔥CAPÍTULO 9.

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VELKAN.

El dolor de todo el rostro me hizo abrir los ojos, descubriendo que un silencio tranquilo reinaba en el lugar. Las imágenes de la noche anterior llegaron como una rápida película antes de que me desplomara en el suelo.

Llevé la mano a mi oreja descubriendo que un vendaje la cubría.

Esa jodida mujer me irritaba a niveles descomunales, su boca sucia y aires de superioridad eran chocantes. Pase toda la tarde buscándola como loco, me apagó el teléfono, le quitó el rastreador a su camioneta hasta que logré encontrarla gracias a Samuel. Creía que estaría presente en el entierro de su madre pero no fue así, toda la mañana estuvo tensa y con la mirada perdida, lo cual fue extremadamente raro en ella.

—Pero miren quien despertó, el bello durmiente—esa voz la conocía.

Gire el rostro hasta ver a la figura masculina sentado en el blanco sofá, esos ojos miel me miraban con aburrimiento y enojo.

¿Qué le hice a este imbécil? O cierto, le toque a la zorra de su amiga.

—Así que te excita asfixiar Charlotte, pues déjame decirte que si vuelves a tocarle un bello pelo rubio serán lo último que vean tus ojos.

Reí ante su amenaza. Yo podía hacer lo que se me diera la gana.

Y más si un maldito francotirador casi me mete una bala en la cabeza una vez que llegue a los portones de la casa. Está casa está cuidada veinticuatro horas los siete días de la semana cuando se tienen visitas.

—No me hagas reír, Emmanuel, me duele la cabeza—mire a mi alrededor, al parecer dormí en el suelo.

—No, no es para que te rías, Velkan—se puso de pie aún mirándome—. Le dejaste marcas en el cuello. Marcaste lo que más me importa en esta vida, así que hazte el favor de no tocarla.

Levanté una ceja burlón, sus amenazas me valían un pepino.

—¿O que?—Lo rete.

El italiano sonrió abiertamente.

—La siguiente bala no va a rozar tu oreja, señor presidente—soltó con tranquilidad e ironía.

Se encaminó pasillo adentro con soltura y comodidad dejándome solo.

—Ya me encargaré de ti, Italiano.

Me levanté observando el lugar, paredes blancas con cuadros decorativos, aparatos eléctricos modernos, una gran cocina al igual que la sala.

Sin rastro de ella y mi hijo.

Necesitaba que Charlotte depositara toda su confianza en mí, tenerla cerca y aplacar ese carácter explosivo. Y nada de eso estaba sucediendo.

Ese día del baile cuando las luces se apagaron y los disparos comenzaron me preocupé por ella, por la simple cuestión de que ella es muy observadora y se mete donde no debe. Si no llega ser facil de tratar, acabara como su hermana y no me interesa de que ya lo sepa, si hice que con Camille fuera un suicidio, un accidente donde vaya ella no me sera un problema.

Mujeres van, mujeres vienen.

No hubo investigación de homicidio de Elizabeth Eiisman por la sencilla razón de que es como su hija menor, no sabe respetar un matrimonio y le abre las piernas a cualquiera.

Entre a uno de los pasillos en silencio y escuché ruidos en una de las habitaciones, está tenía las puertas de cristal lo que me permitió detallarla a detalle.

Su cabello dorado lo ato a una coleta alta, portaba guantes para proteger sus nudillos y un short de licra en color negro al igual que un top que solamente cubría esos pechos que tuve la oportunidad de ver.

PASIÓN & PODER: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora