✨PERFUME ÚNICO✨
EVANDER
La esencia de mi hermana siempre fue dulce.
Podría describirlo como un olor suave, igual a la miel o los tulipanes al florecer. Se asemejaba bastante a su personalidad; una niña de carácter tranquilo y que, como cualquier otra, disfrutaba de realizar travesuras a los demás. Al igual que yo, su cabello era de un café espeso que llegaba a confundirse con negro; pero a diferencia de mí, sus ojos azules, tan resplandecientes como el cielo, estaban repletos de una gran chispa de vitalidad.
Fue una niña carismática con un gran don para convencer a los demás, incluso a grandes amargados como yo. Le encantaba correr descalza y robar los postres cuando era hora de cenar, jugaba con sus institutrices y tenía un afán por dormir en mi habitación. Sin duda, era todo lo contrario a mí o a mi madre.
Añado un par de gotas de vainilla al vaso de precipitado y aprovecho a cada pétalo de geranio que extraje al hervirlos con aceite de cidra. El olor es dulce, un poco excesivo, de modo que utilizo pomelo para contrarrestar ese aroma tan intenso y añado cocoa y cumarú a manera de crear un equilibrio.
Coloco al perfume en un frasco amarillento cuando termino con su preparación. En silencio lo admiro durante un par de segundos, preguntándome si a mi hermana le habría gustado. Kerstyn era bastante inquieta, solía distraerse con todo y poco le importaba ser cuidadosa; la alfombra aún conserva la mancha provocada por el derramamiento de una colonia de frutos rojos.
La vainilla es la nota inicial, se impregna en la piel de mi muñeca durante los primeros segundos y luego da paso al cacao mezclando con el cumarú. Me permito sonreír satisfecho al distinguir el ligero aroma del pomelo, justo como si fuese el equinoccio de la primavera.
Entre más sostengo al frasco entre mis dedos, más pienso en el momento en que la sostuve entre mis brazos mientras ella convulsionaba, con su bonito vestido rosado empapado en sangre que manaba de su boca y nariz.
¿Qué debería hacer con el perfume? No puedo dejarlo abandonado en esta sala, no merece estar encerrado con el resto de los frascos que se añejarán hasta pudrirse. Sé que tampoco puedo darle un uso decente porque mi hermana ya no está conmigo, mucho menos regalarlo, nadie es digno de llevar a su misma esencia.
Cierro los ojos y dejo el frasco en la mesa para así sobar mi rostro, estoy agobiado mentalmente. No he podido olvidar el instante en que mi hermana apareció muerta, no tuve la oportunidad de despedirme de ella, no pude decirle que yo jamás la odié.
—Evan. —La melodía de una suave voz me envuelve por completo y, antes de que pueda reaccionar, me veo absorto en una lluvia de pétalos carmesí que vienen acompañados de un intenso aroma dulzón y una mirada que alberga al más puro de los ríos—. Mi adorado y dócil Evander, ¿me has extrañado?
ESTÁS LEYENDO
Sidereal
Fantasy«Del tiempo surgió el caos del universo, y las estrellas, con sus secretos, se encargaron de escribir al destino.»