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✨LINAJE DE VÍBORAS✨
ALEXIS
No hay nada más tedioso que fingir deleite cuando, en realidad, lo único que se experimenta es indiferencia.
Y heme aquí, siendo atormentado por mi propio hastío, mientras mantengo mi expresión adusta porque la situación así lo amerita, cuando lo único que deseo es encaminarme hacia un sitio donde no tenga que inventar un monólogo interno para lograr distraerme.
Pero mi posición demanda que permanezca aquí; el sultán es símbolo de unión para la corte, marcharme significaría que reprocho a quienes han venido a cortejar a mi prima y a su futuro compromiso, marcharme significaría que, a cambio de unas cuantas horas de fresca libertad, mañana habría cientos de cartas preguntándome que exigirían el por qué abandoné a la reunión.
Y yo no entregaría ninguna respuesta, empeorando así al malentendido, porque mi carácter carece de palabras y le sobran pensamientos que se destacan de mejor manera al estar plasmados en versos carentes de rimas.
Paseo por el jardín sin ningún acompañante de por medio, la brisa que se cuela entre las hojas de los árboles me brinda un momentáneo alivio al traer consigo el aroma de sándalo y jazmín. La luz del sol se cuela a través de las ramas del frangipani y las sombras se extienden sobre el mármol dorado del suelo, decorado con múltiples patrones geométricos. La grava de los senderos, bordeados por fuentes donde el agua cae en cascadas, cruje a causa de las pisadas de los visitantes y ahí es cuando dirijo mi vista en dirección al bullicio principal.
Mi prima, que toda su vida ha deseado ser tan letal como una víbora del desierto, cometió el error de llegar a la mayoría de edad. Nesrin, que ya de por sí soportaba a los juglares que la endiosaron desde que llegó a la corte, ahora tendrá que enfrentar a Dorados y Plateados que juran entregar hasta el alma misma con tal de que la víbora de mirada esmeralda decida ser domesticada por uno de ellos.
Ahora, por culpa de su cuerpo que decidió traicionarla y convertirla en mujer, se encuentra rodeada de hombres que buscan su atención desesperadamente. Intoxican a sus oídos con palabras tan vacías como el resto de sus juramentos y cada atractivo rostro es tan disimulado como las capas de seda y joyas que portan consigo.
Lo que ellos no saben es que Nesrin está lejos de abandonar a su semblante de hartazgo y, cuando una víbora decide que la han amenazado durante muchísimo tiempo, es ahí cuando muestra los colmillos para mostrar qué veneno es el que resulta más letal: El proveniente de engaños disfrazados de palabras dulces o el de un reptil mortífero por naturaleza.
Camino cerca de la pequeña multitud, rodeándolos como si fueran mi próxima presa. No puedo encontrar nada mejor con qué distraerme, pues nada de mi alrededor consigue retener a mi interés.
Para la ocasión, decidieron decorar como si algún santo hubiese decidido acudir. Los pabellones de madera tallada están adornados con cortinas de lino color carmesí, sujetas con anillos de oro que reflejan la luz del sol en destellos dorados y, encima de nuestras cabezas, los arcos entrelazados están decorados con flores frescas y guirnaldas de magnolia, cuyo dulce olor me resulta casi sofocante. Hay piedras de esmeralda incrustadas en los pilares y estas capturan la luz para devolverlas en brillantes reflejos que juegan en el mármol.
