✨ERROR DE LA NATURALEZA✨
CRYSTAL
Me vuelve loca el no poder abandonar el palacio.
Durante los últimos días he estado atrapada en los interminables pasillos decorados con tonos lúgubres, que representan a la Casa Cyrille, y mi única escapatoria ha sido la biblioteca de la planta baja. Sé que Elysia me mantiene encerrada porque Aarón llegará pronto y sabe que soy capaz de arruinar a sus planes si no soy vigilada, por lo que toma sus precauciones.
Lo peor que yo podría hacer es huir lejos de este reino de tormentas, dejando así a mi tía en vergüenza frente a una corte extranjera.
Levanto la vista del libro de fisiología cuando mi concentración desaparece debido a un ruido proveniente desde afuera que, poco a poco, se transforma en una charla animada entre dos voces femeninas. Pongo un separador en la hoja que estaba leyendo y me levanto con sigilo.
Cruzo por las estanterías hasta llegar a la vieja puerta de madera, donde jalo la manija con toda la cautela del mundo para que evitar que rechine. Apenas si asomo a mi rostro, lo suficiente para ver a un vestido verde viridiano, repleto de encaje negro en las mangas y el cuello, que camina apresurado al lado de uno borgoña que se nota más ligero, con delgados tirantes que están unidos a un escote en forma de V.
Reconozco al rostro de Elowyn, pero no al de su acompañante que no le quita los ojos de encima. Admito que la desconocida es muy hermosa gracias a su ondulado cabello castaño cenizo y sus ojos grises, cuyo iris parece estar salpicado también de un verde oscuro. Tiene la piel nívea, sin ninguna imperfección a la vista, sus brazos se encuentran tonificados y su clavícula bien enmarcada. Me fijo en sus curvas que resaltan a la vista, no tiene miedo de esconder a lo abultado de sus pechos o a sus caderas bien delineadas, y por eso es que su vestido se amolda perfecto a su cuerpo.
No me escandaliza ver cómo se susurran palabras lascivas entre ambas, porque así son los gustos de Elowyn. Ella cree que nadie sabe de su más grande secreto, pero no es muy discreta a la hora de involucrarse con mujeres. Al principio se conformaba con las sirvientas jóvenes y las desechaba como si fuesen vajilla rota, por eso es que me extraña que, durante meses, haya frecuentado a la misma mujer.
¿Planeará fugarse? Elysia sigue sin estar enterada de las preferencias de su propia hija.
La extraña la acorrala y comienza a besarle el cuello con mordiscos que lucen impacientes, rudos, y Elowyn echa la cabeza hacia atrás mientras jadea.
Estoy a punto de cerrar la puerta para dejarlas en paz, cuando entonces los ojos de Elowyn advierten de mi presencia y todo su cuerpo se paraliza. De inmediato, me aparto de la puerta y vuelvo a internarme dentro de la biblioteca. Sin perder el tiempo, camino hasta la salida que da hacia los jardines y ni me molesto saber si ella me sigue o no.
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Sidereal
Fantasy«Del tiempo surgió el caos del universo, y las estrellas, con sus secretos, se encargaron de escribir al destino.»