Nuevas dudas y algo más

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A qué se debe ese repentino interés tuyo por saber sobre la vida de tu socia?- dice mi padre al escuchar todas las preguntas que hice apenas llegué a casa, justo después de terminar la comida/cita (o eso sentí yo) con Daniela. No pensaba perder ni un solo segundo más en averiguar como la ayudaría, después de todo ella aceptó esa ayuda, y no pienso fallarle. Sin embargo tenía que aprender a controlarme frente a papá, no quiero que me mande lejos otra vez.

Bueno ella me contó sobre su "situación" y quisiera ver la manera de ayudarla.- hablo despacio tratando de elegir bien cada palabra que sale de mi boca.

María José ese no es asunto tuyo, no te involucres por favor.- lo observo bien, noto una gota de sudor cayendo desde su frente. Trata de sonar molesto pero no lo está, solo está nervioso. Pero ¿Por qué?- ¿Daniela te pidió tu ayuda?

Pues no, pero le dije que quería ayudarla y ella aceptó.- mi tono de voz era seguro, tenía que serlo. Algo me está escondiendo y debo sacárselo.- solo que al preguntárselo se puso en una actitud muy rara, justo como tú en este momento. ¿hay algo que quieras decirme?

Poché, tú eres la menos indicada para ayudar a Daniela. Ni siquiera eres capaz de resolver tus propios problemas, te recuerdo que esa es la razón por la que estás aquí.- Su predecible intento por cambiar de tema solo me alertó más de que hay algo que no sé.- Es su vida, deja que ella arregle lo que tenga que arreglar. Y tú concéntrate en hacer un buen trabajo como socia para no terminar siendo despedida como siempre.

Si no me quieres contar, lo conseguiré por otros medios.- estaba molesta, no puede ser que ese tema sea prácticamente "prohibido".

Poché yo sé por que te lo digo. Es mejor no entrometerte con esa familia.- me levanté del mueble donde nos encontrábamos y salí de ahí furiosa. Tengo 23 años, no es posible que me trate como una mocosa que no pueda enterarse de nada. Y si, tal vez no he sabido bien como manejar el lado profesional de mi vida, pero eso no tiene nada que ver con querer ayudar a alguien que lo necesita, y mucho.

Subí a mi habitación dispuesta a investigar al tal Mario, tal vez necesitaría de la ayuda de James, como sea necesito hacerlo rápido.

Por qué quieres ayudarla?- la voz de Vale me hizo dar un brinco tremendo, se le está haciendo costumbre aparecer de la nada, como si fuera un fantasma.

Vale deja de aparecerte así coño, almenos podrías tocar la puerta.- ríe caminando hacia la cama y se sienta en frente mío.

Lo siento, he estado tanto tiempo acostumbrada a estar sola por esta parte de la casa que no puedo evitar espiar a la gente.- me dejó un poco asustada lo que dijo, pero de cierta manera entendía. Debió haber sido duro pasar por la adolescencia, una de las etapas más estresantes de la vida, prácticamente sola. Con papá ocupado en sus negocios no creo que le haya prestado mucha atención.- escuché que quieres ayudar a Calle. ¿por qué?

Está condenada a casarse con un estúpido, Mario Ruiz. Supuestamente tiene una deuda muy fuerte con la familia y esa es la forma de pagarla. Pero hay algo que no me cuadra.- Vale me escucha atentamente mientras le sigo contando todo lo que había estado ocurriendo en estos días, en los que por cierto ni siquiera la había visto en la casa.

Osea que ¿todo esto lo haces porque estás enamorada de Calle? y supongo que es mutuo como para dejar que te entrometas en su vida de tal forma.- suelta su sonrisa pícara.

No sé si estoy enamorada, siento una conexión muy fuerte con ella. Me gusta mucho y quiero ayudarla, es todo por ahora.- su mirada era incrédula ahora, era de esperarse, ni yo misma creía lo que acababa de decir.- Oye y ¿Qué es lo que haz hecho todos estos días que no te he visto? ¿tan ocupada andas?

DÉJAME CUIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora