Halloween

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Maratón 2/3


Los ruidos que provenían de la sala, me despertaron. Rápidamente recordé todo lo que había ocurrido la noche anterior y me alarmé.

Me levanté y caminé de prisa, sintiendo un pequeño mareo por haberme parado tan rápido. En seguida bajé las escaleras, escuchando poco a poco los saludos de todos. Estaban alegres desayunando como si todo estuviera bien y no hubiera problema alguno, como si solo se tratara de una pijamada de amigos común y corriente, como cualquier otra.- Me asustaron, idiotas.

Pero bueno, alguien se levantó del lado equivocado de la cama hoy, y eso que durmió más que nosotros.- Habló Laura viéndome.- Mejor ven aquí ya para apapacharte cumpleañera.- Movió sus manos haciendo ademanes para que me acercara; entre tanto susto y preocupación se me había olvidado mi cumpleaños, el cual quería que la celebración fuera lo más normalita posible, no tenía intenciones de llamar mucho la atención después de los recientes acontecimientos.

Uno a uno se fueron levantando para abrazarme con efusividad y felicitarme, con una sonrisa inmensa en sus rostros.

¿Acaso era yo la única que se daba cuenta de la peligrosa situación en la que nos encontrábamos todos?

Si te preguntas por Calle, está en la cocina, terminando de prepararte algo.- Dijo Abisambra, para luego ser codeada por Juliana, quien la regañó por haber arruinado la sorpresa. Solté una risa pequeña y me encaminé hacia el lugar de la casa que había mencionado. La visualicé desde la puerta, estaba dándome la espalda y manipulando quién sabe qué en la encimera. Al acercarme más, me di cuenta que estaba terminando de decorar un muy lindo pastel, lo cual me enterneció.

No lo he probado aún y ya estoy segura de que está delicioso.- La sorprendí y abracé por detrás.

No es justo.- Zapateó un poco e hizo un puchero que me mató de amor.- Se supone que dirían que no estaba hasta que terminara esto.- Me volteó a ver y aproveché para robarle un pico.- ¿Quién fue el bocón?

Abi.- Sonreí.- Y que bueno que habló, porque la vista que tuve desde que entré no la cambio por nada en este mundo.- Acerqué mi rostro a su cuello y descansé ahí.- Y verte preparando esto es lo más tierno que he precensiado en mi vida entera.

Tú eres tontita.- Volteó un poco su rostro, me di cuenta que se había sonrojado.- Juro que ya voy a terminar, me faltan solo unos últimos detalles.

¿Puedo verte mientras terminas? Juro que no haré ruido, seré una mosca en la pared.- Me separé de ella e hice el gesto con mis manos.

Es que se supone que sería sorpresa, y quiero que te sorprenda ver como queda almenos.- Me respondió con el mismo puchero qie había estado haciendo minutos antes.

Bueno entonces me voy a la sala, y me haré la más sorprendida del mundo. ¿Te parece?- Me sonrió y asintió.- Perfecto.- Le dejé un último beso en la mejilla y salí de ahí, no sin antes darle una última mirada.

Me encantaría saber todo lo que viví yo con esta increíble mujer.

Suspiré y volví a donde estaban los demás.- Tal vez se me escapó tu nombre cuando me preguntó quién reveló su sorpresa.- Le dije a Abisambra al llegar hasta su costado.

Me va a matar, pero no te culpo. Esa mujer con una mirada te saca hasta lo que no sabías que tenías guardado.- Se rió. Luego de seguir platicando unos minutos más, asomó la castaña muy contenta haciendo señas para que me taparon los ojos, haciéndole caso todos al unísono llegando hasta mí, y dejándome totalmente con la vista en negro. Escuché sus pasos cada vez más cercanos hacia mí y una vez se detuvo, dijo a todos que contaran hasta tres y me destaparon los ojos.

DÉJAME CUIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora