DÉJAME CUIDARTE

Resultados catastróficos

Maratón 1/3

Sentí como me jaló la mano y me hizo bajar de las escaleras junto a ella. Lo primero que vi fue la cara de nuestra amiga totalmente sorprendida, mirándonos a ambas. Lo siguiente ocurrió en segundos; nos vimos rodeadas de reporteros queriendo conocer los "detalles" de nuestra relación, queriendo saber nuestra historia. Me limité a hablar, pues no tenía conocimiento del objetivo que tenía mi socia con su reciente acción, así que no quería ser yo quien lo arruinara.

Mi vida personal dejará de ser un reality show como hasta el momento, solo quería comunicar que mi anterior relación se terminó, para que no se formara un concepto erróneo sobre mí, y eso es todo. Muchas gracias.- Me volvió a jalar y caminó hasta lo que seguro serían los baños del local; una vez entramos, cerró la puerta con seguro.- Pensé que serías más comunicativa después de lo que dije allá afuera.- Habló después de suspirar.

No sé qué putas decirte, la verdad sigo en shock.- Me sinceré. No es que no me alegrara lo que significaba que ella diera esa noticia, pero el hecho de que nadie estuviera enterado me alertaba de que las cosas podrían salir mal.- ¿Por qué no se lo dijiste a Mario antes? Digo, no es que me cayera muy bien, pero prácticamente acabas de ponerlo en ridículo.

Me harté de tener que comunicarle todo.- Apoyó sus manos en el lavabo.

Bueno siento decirte que la única cosa que sí debiste comunicarle, no lo hiciste.- sonreí un poco.

¿Me vas a juzgar? ¿Enserio? Mi corazón está latiendo a mil por hora porque lo que acabo de hacer me traerá severas consecuencias, y tú lo único que haces es decirme lo que debí y no debí decir.- Se le notaba alterada, como a la defensiva.

Okay perdón, tranquila.- tomé mi antebrazo con timidez.- Estoy muy nerviosa, no sé como reaccionar. No me lo esperaba para nada.

Lo único que debes hacer, es tomarme de la mano y decirme que todo estará bien.- Le hice caso y me acerqué a ella, tomé su mano y le aseguré que todo saldría bien viéndola fijamente. Después deposité un beso en su frente.- Quiero protegerte de todo, pero no sé como hacerlo si yo misma me siento en peligro.

No tienes que protegerme, debería ser al revés.- bajé un poco mi cabeza, apenada.- Gracias.

¿Por qué agradeces?- Me miró extrañada.

Levanté de nuevo la mirada y contesté.- Por hacer lo que hiciste allá afuera, sé que de alguna forma lo hiciste por mí, y no tienes idea de lo mucho que valoro eso.

No tienes que darme las gracias por eso.- Tomó mis mejillas en sus manos y se acercó para darme un pico.- Quiero que seamos libres al 100%, y para lograrlo tendremos que arriesgarnos un poco, pero estoy segura que valdrá la pena.

Le devolví el pico, convirtiéndolo en un beso dulce, y luego la vi fijamente sonriendo.- Vamos a disfrutar de la noche, debemos celebrar. Que esas mellizas no se esforzaron en tan bella organización por nada.- Asintió en respuesta a lo que le dije, mostrando también una sonrisa.

Esta vez yo fui la que tomé su mano y la llevé fuera del baño. Conforme caminamos fuimos llegando de nuevo a la tarima y espacio principal, en donde las sillas que antes se encontraban en filas frente al escenario, ahora eran suplantadas por pequeñas mesas negras altas con sillones a su alrededor, ubicadas en distintas partes para que las personas se agrupen y disfruten de la música, que ya estaba sonando más fuerte.

Entre todas las personas, buscamos la mesa en la que estaría nuestra amiga, encontrándola en una de las primeras mesas frente al escenario. Caminamos más rápido en su dirección y la saludamos otra vez.- Menudo espectáculo se tenían tramado, me hubieran avisado y lo preparaba con máquinas de confetti.- Nos comenzó a molestar. Mientras me entretuve pidiendo una bebida no tan cargada, pues ya había aprendido la lección; noté que mi socia estaba conversando muy animadamente con las demás personas que estaban alrededor de la mesa, como si los conociera de toda la vida.