Nos separamos y pude observar su mirada. Ya no estaba guardándose lo que sentía.- Te odio, besas tan bien.- Y volvió a chocar sus labios en los míos, pero esta vez con necesidad. Colocó su mano en mi cintura y me atrajo hacia ella, queriéndome tener lo más cerca posible. Tomé su mentón mientras seguía besándola, mientras sentía como mis cinco sentidos se concentraban solamente en ese momento, en la mujer con la que estaba; incluso podía jurar que hasta el intenso ruido de la música se había esfumado. Sentí como sonrió en medio del beso, lo que me contagió.- Por qué mierda tengo que amarte tanto.- Hablaba sobre mis labios. Sentí como su mano intentaba subir con delicadeza la blusa que traía puesta, provocándome un escalofrío por su tacto.
Mi cerebro por fin se conectó con la situación, recordándome que estábamos en un lugar público.- Espera.- Me separé un poco, viéndola con diversión.- Alguien está ansiosa.- Mala idea, pues me soltó y se arregló el cabello.
El alcohol me traicionó, nada más.- Se cruzó de brazos y miró hacia la pista de baile, buscando a nuestra amiga.- Parece que ya la perdimos.- Me habló de la pelinegra para que volteara a verla; quién estaba bailando pegada a otras dos mujeres, sosteniendo su bebida en una de sus manos.- ¿Deberíamos ir a salvarla?
Creo que podemos dejar que se divierta, le hará bien.- Le resté importancia. Con tal que no cayera ennun coma etílico, todo estaría bien.- Mientras tanto, podemos seguir hablando de nosotras.
Me fastidia tanta insistencia.- Hizo una mueca de desagrado, pero le salió demasiado tierna.- ¿No podemos dejar eso de lado y emborracharnos hasta morir?- Pidió otra bebida. Esto se saldría de control si no hacía algo al respecto.
¿Por qué no quieres hablarlo?- Pregunté seria, esperando a que la conversación se tornara de esa forma.
Duele aún.- Me vió fijamente.- Pensarás que exageré al enojarme o algo así, pero después de todo lo que ha pasado, que me trataras de ocultar algo tan importante solo revivió ese dolor por el engaño.- Se explicó, moviendo con efusividad sus manos.- Sentí que estaba viviéndolo de nuevo.- No puedo llegar a imaginar lo duro que fue para ella. Quisiera poder cambiarlo todo.
Lo entien-
No, no lo entiendes Poché.- Me cortó tajantemente.- No puedes entenderlo porque no lo pasaste, no puedes entender lo que sentí cuando me enteré que mi propia esposa me había metido en algo así.- Habló con rabia, sin despegar sus ojos de mí.- Y no creo que llegues a entenderlo nunca, porque yo jamás te haría algo así.
Llevé mi mano a mi sien para masajearla, intentando tranquilizarme.- Solo quiero que me dejes acercarme a ti, como lo que tú quieras.
Seguimos trabajando juntas, estamos cerca.- en unos cuantos sorbos se había terminado su bebida.
Despacio, nadie te está apurando.- La medio reprendí por lo rápido que estaba bebiendo.
Déjame en paz, quiero estar ebria hoy.- Se pidió otra bebida.- Ve con Laura, quizás ella si quiera hablar contigo.- ¿Me dolía que me hablar así? Por supuesto, pero yo me lo había buscado.
Como siempre, le hice caso. Me alejé de donde ella estaba y me acerqué a la pelinegra, tocando su hombro para que volteara.- Pero cuantas mamacitas se me han acercado esta noche.- Gritó justo en mi oído y rodeó mi cuello con uno de sus brazos, todo esto sin soltar la bebida.- ¿Qué pasó con mi otra jefa? ¿Te volvió a rechazar?
Auch, pero si.- Le respondí con gracia.- Y por lo visto seré la única que salga caminando de aquí.- Ni siquiera estaba segura si me escuchaba.- ¿No quieres venir a sentarte a la barra con nosotras?- Le ofrecí, pero justo al terminar de hablar, vi como su cara se transformó. Tapó su boca con la mano y dió una arcada, por lo que la jalé del brazo directamente al baño. Abrí el primer cubículo y le sostuve el cabello, mientras volteaba mi rostro para no ver el espectáculo.- Genial, que grandiosa noche.- Comenté con sarcasmo.
Mierda.- Intentó levantarse, me apresuré a sostenerla pero volvió a arrodillarse, volviendo a vomitar. Estuvimos así por varios minutos, hasta que por fin pudo levantarse con mi ayuda.- El alcohol es una mierda, jamás lo tomes.- Yo reía de lo que decía mientras caminábamos hacia el lavabo para que se lavara la cara.
Cuando salimos del baño, busqué con la mirada la primera silla que encontré y la senté ahí.- Escúchame bien, no se te ocurra moverte hasta que traiga a Daniela para irnos.- Le hablé muy cerca del oído paraque me entendiera dentro de su ebriedad. Al ver que asintió me alejé de ella para hacer lo que le había dicho.
Al ubicar el lugar donde anteriormente había estado junto a la castaña, no la ví ahí. Revisé en la pista de baile, rodeándola varias veces, tampoco estaba ahí.
Mierda.
¿De verdad se había ido?
Regresé con Laura y la ayudé a levantarse otra vez, llevándola hasta la salida del lugar. Me sorprendí al encontrar el auto de Daniela justo donde lo había estacionado.
Eso quería decir que se había ido ebria o en un taxi, y seguramente en un estado de ebriedad igual o peor al de la pelinegra que se sostenía de mi cuerpo. Abrí la pierta del vehículo y la ayudé a entrar en él.
Conduje rápidamente hasta el apartamento con mi amiga en peso muerto, de vez en cuando la movía un poco para asegurarme de que siguiera con vida. No me arriesgaría a que a ella también le pasara algo.
Al llegar la saqué casi arrastrándola, ingresando en el edificio y llamando al ascensor.- ¿Me llevas al cielo?- Me preguntó en medio de su trance alcohólico.
Si Lau, un cielo con una cama muy cómoda en donde podrás descansar.- Le seguí el juego para que dejara de hacer preguntas.
Eso suena lindo, pero antes déjame ver a Lucy.- Arrastraba cada palabra, pero logré entender perfectamente lo que dijo. Y me dolió.- Quiero despedirme de ella.
Cuando te recuestes la verás, tranquila.- Obtuve un quejido por respuesta. Que su deseo por ver a su melliza fuera lo primero que pensara me conmovió demasiado, provocando que lagrimeara un poco.
Entramos al apartamento y la llevé rápidamente hasta la cama, puesto que mis brazos ya no iban a soportar más su peso. Cuando la recosté y le quité los zapatos para que subiera sus pies, volvió a hablar.- Papá jamás la aceptó.
¿Qué?- Pregunté sintiéndome totalmente confundida, pero solo escuché más balbuceos de parte de mi amiga, hasta que se quedó dormida. Era inútil despertarla solo para que me explicara lo que acababa de decir. Supongo que se lo preguntaría luego.
Salí de la habitación a servirme un poco de agua, pero el sonido del vibrador de mi celular me detuvo. Lo saqué de mi bolsillo y contesté.- ¿Recuerdas la cita que tuvimos al costado de un hotel?- Su voz aún estaba algo ronca debido al alcohol.
La recuerdo.- Contesté.
Ven, te estoy esperando.- Colgó de inmediato, dejándome pensando un par de segundos en lo que acababa de pasar. Apenas reaccioné, salía disparada del apartamento.
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-ValTe🔥
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DÉJAME CUIDARTE
Hayran KurguAléjate de mí, ya no quiero más problemas. - dice tratando de zafarse de mi agarre. - no me gustas Poché. - esbozo una sonrisa maliciosa al escucharla decir eso. Entonces ¿por qué me miras la boca Daniela? - ella se quedó petrificada, ni siquiera la...