19 de diciembre de 2022
Abrí mis ojos despacio, teniendo como obstáculo visual la luz del sol atravesando la habitación. Mi cuerpo se sentía cálido, no había tenido ni frío ni calor en toda la noche. Dormí plácidamente.Volteé para acurrucarme, buscando el cuerpo de mis esposa, siguiendo aún con los ojos cerrados. Fue cuando sentí su espacio vacío.
Seguí tanteando, en busca de algún indicio de que solamente se habría ido al baño, pero al notar su lado de la cama totalmente tendido y arreglado, abrí mis ojos. En su almohada había una mitad de hoja de papel. La leí con detenimiento, esbozando una sonrisa al terminar.
"Me adelantaré al trabajo, hubieron pendientes que dejamos anoche por ir a celebrar. Jamás voy a lograr acostumbrarme a lo hermosa que te ves mientras duermes, me costó demasiado levantarme."
-Daniela
Me puse de pie de inmediato. Me aseé y cambié lo más rápido que pude y salí corriendo del apartamento, no sin antes darle un beso en la pequeña cabecita de mi hijo perruno. Me emocioné mucho al verlo cuando me mudé (de nuevo) con Daniela. Me recibió de la misma forma, como si nunca me hubiera ido.
Subí al taxi que pedí y le rogué que fuera lo más rápido posible a las dos paradas que tenía pendiente. La primera, para comprarle un café a la castaña; la segunda, en la oficina de H&M.
Después de ambas paradas, bajé como pude junto con la bolsa que traía. Revisé que el sobre estuviera en mi cartera, de lo contrario tendría que regresarme. Entré rápidamente y llamé al ascensor. Una vez dentro, suspiré de cansancio físico. En unas semanas más no podré correr tan rápido.
Moría porque el día se pasara lo más rápido posible. Necesitaba que lo supiera ya.
Esperé hasta llegar al piso correspondiente. Cuando las puertas se abrieron, recibí las miradas de los trabajadores en los cubículos, regalándome sonrisas, las cuales devolví. Cuando saludé a todos, me decidí a entrar a la oficina.
Hanna, ya te he dicho que primero toques.- Escuché como hablaba en un tono molesto, sin voltearse siquiera, causándome gracia.
Regresé a la entrada sin decir una sola palabra, tocando la puerta tres veces, provocando que se volteara. Fue cuando su expresión cambió completamente.- ¿Ya puedo entrar?
¡Mi amor!- Se puso de pie de inmediato y caminó hasta llegar a mí, abrazándome fuertemente.- ¿Leíste la nota?
Por supuesto. Y sé que no desayunaste por llegar más temprano, así que te traje esto.- Levanté la bolsa de papel. Me recibió la bolsa y la llevó al escritorio. La seguí.
Te amo, muero de hambre.- Volteó a verme de nuevo.- ¿Tú ya comiste?- Negué con nerviosismo.
Pero no pasa nada, traje algo para mí también.- Me senté junto a ella, viendo a la pantalla del computador.- ¿Cuadraste la fecha para la sesión de fotos?- Le pregunté.
Hoy debo cuadrarla antes de irnos.- Me respondió, sacando su café de la bolsa, y entregándome el mío.- Si quedas con hambre, puedo darte de mi sandwich. Recuerda que debes comer bien.- Asentí en respuesta, contenta.
¿Cuándo dejarás de actuar como mi mamá? ¿Puedo saberlo?- Pregunté en son de broma.
Cuando muera.- Su respuesta desembocó muchos sentimientos al mismo tiempo, provocando que me ponga nostálgica. Ella obviamente lo notó.- Y para eso falta mucho, así que ni modo. Tienes que aguantarme.- Acarició mi mejilla con su mano, dándome paz.
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DÉJAME CUIDARTE
FanficAléjate de mí, ya no quiero más problemas. - dice tratando de zafarse de mi agarre. - no me gustas Poché. - esbozo una sonrisa maliciosa al escucharla decir eso. Entonces ¿por qué me miras la boca Daniela? - ella se quedó petrificada, ni siquiera la...