Es difícil olvidar

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Bueno si no querían que viniera con ustedes, solo tenían que decirlo.- Comentó nuestra amiga pelinegra desde el asiento trasero del carro.

No es eso, es que Daniela necesita fingir que está enojada.- Volteé a verla. Me había obligado a ir en el asiento del copiloto a pesar que le insistí.

En realidad, se suppnía que era una cita solo para las dos, pero no me parecía bien dejar a Laura sola, después de todo lo que ha pasado. Es mi amiga y no pienso dejarla sola.

No finjo, estoy muy molesta.- No volteaba a verme, solo le hacía gestos a la pelinegra a través del espejo retrovisor.

Bueno amargada, ¿a dónde iremos?- La ignoró.

¿A dónde les gustaría ir?- Me volteé para mirarlas a ambas, escuchando la risa de la castaña.

Ni siquiera tienes planeado algo, eres increíble.- Negó con la cabeza.- Por lo menos esfuérzate.

¿De verdad vas a criticar cada cosa que haga o deje de hacer?- Estaba comenzando a cansarme de su actitud.

Creo que tengo el derecho. No es como que te hayas portado muy bien.- Las únicas sonrisas que soltaba, eran llenas de sarcasmo.

Cumplí con todos los pendientes del trabajo de hoy.- Me excusé.

¡Genial! Ya aprendiste a hacer tus deberes. Te felicito.- La fulminé con la mirada.- Pero eso es parte de tu responsabilidad, y no tiene nada que ver conmigo.

Calle-

¡No Laura!- Habló fuerte cortando a mi amiga que estaba tratando de intervenir en la conversación.- No es momento de ponerte del lado equivocado.

Solo quería decirte que te estás pasando ya dos luces rojas, ten más cuidado.- Su tono de voz era distinto. Quizás se enojó. La castaña se quedó viéndola de nuevo.- ¿Y de verdad recordaste todo Poché?- Esta vez se dirigió a mí. Asentí en respuesta.

Todos los recuerdos llegaron a mi cabeza en pocos minutos. Y estoy contenta, pero hay cosas que aún duelen.- Pensé en Vale, y en la última vez que hablé con "ella".

Almenos la muerte de Lucy no fue en vano.- Comentó bajando la mirada.- Perdón, creo que no debí decir eso.

Descuida.- La tranquilicé.

¿Saben qué? Me encantaría ir a bailar un poco.- Cambió de tema paraamenizar el ambiente.- ¿Traen zapatos cómodos?- Tanto la castaña como yo sentimos en respuesta a su pregunta. Por lo que de inmediato Calle volteó para dirigirse a la discoteca que estuviera más cercana.

No era lo que tenía planeado para ambas, pero supongo que no podía ser tan malo. Igual buscaría la forma de poder hablar con ella.

En pocos minutos llegamos a nuestro destino. Daniela estacionó el auto justo en frente del lugar y bajamos. Ambas nos encontrábamos en silencio.

Al ingresar, y antes de que pudiéramos detenerla, Laura se fue directamente a la barra, pidiendo una bebida. Me quedé observándola con gracia. Admiraba su fuerza, a pesar de encontrarse "sola", ella seguía adelante. Siempre con una sonrisa y con ganas de hacer sonreir a otros.

¿Tomaremos algo o estarás viéndola toda la noche?- Preguntó mi acompañante, quien estaba parada a mi costado.

La volteé a ver con una mueca de incomodidad. Levanté los hombros en seña de desinterés.- Si quieres tú ve a tomar algo, yo prefiero estar sobria hoy.

DÉJAME CUIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora