DÉJAME CUIDARTE

Epílogo

Calle POV

Listo, déjame te ayudo a bajar.- Apagué el carro y bajé rápidamente, dirigiéndome al asiento del copiloto. Abrí la puerta y extendí mis brazos para que la peliazul se agarrara como más se sintiera segura. Hice fuerza para que ella no se esforzara, y finalmente puso sus pies en el suelo, bajando del auto.- ¿Todo bien? ¿Estás bien?

Ya te dije que si, tranquila. No hacen falta tantas atenciones.- Me sonrió tiernamente. Yo negué de inmediato.

Claro que hacen falta, ambas tienen que estar perfectamente.- Acaricié su vientre, el cual ya se encontraba bastante crecido. Hace una semana, Poché había cumplido cinco meses de embarazo, con lo cual pudimos acudir a la clínica para saber el sexo del bebé. Recuerdo lo mucho que celebramos al saber que era una niña. Cada día Poché se veía más hermosa, no podía dejar de admirarla.

Contaba los días para conocer a la preciosa niña que me haría enamorarme por segunda vez.

Quién las viera, yo pensé que la que se embarazaría sería Calle.- Laura siempre con sus comentarios tan "ella".- Poché se ve muy tierna embarazada.

Parece, pero se ha vuelto algo gruñona.- Habló Juan Carlos. Entrando en la conversación, y haciéndonos reír. Excepto Poché, quien lo miró con mala cara.- ¿Entramos ya?- Preguntó de nuevo, esta vez poniéndose más serio.

Asentimos las tres y entramos en el lugar. Juan Carlos se ofreció a guiarnos, pues él había venido más veces. Laura lo seguía, y al último íbamos Poché y yo, tomadas de la mano.

Sabes que si te sientes mal, podemos regresarnos al carro.- Le repetí por infinita vez desde que salimos de casa. Algo en ella me decía que estaba segura de su decisión, pero yo temía que no estuviera lista aún. Que lo hiciera por presión.

Justo por eso llamé a Lau y a Juan Carlos, pidiéndoles que nos acompañen.

Ya lo sé Calle, estoy bien.- Quizás ya le había cansado tanta insistencia, pero no podía dejar de preocuparme. Apreté las flores que llevaba en la mano. Estaba nerviosa.

Seguimos caminando hasta llegar a donde Juan Carlos paró en seco, poniéndonos a su costado. Mi esposa me pidió pasar al frente, la ayudé.

En cuanto vio el nombre, escuché su sollozo.- Hola hermanita.- Dijo con la voz temblorosa. Soltó mi agarre para acercarse a la lápida.

Valentina Garzón (2002 - 2018)

Nadie debería vivir tan poco tiempo. Y menos un ser humano tan increíble como lo era ella.

Vas a ser tía!- Ya estaba llorando. Acarició su vientre. Me acerqué a tomar su mano, la apreté suave, haciéndole saber que estaba con ella.- Estoy segura que habrías amado jugar con ella.- Me aproximé a dejar las flores justo en frente de la lápida.- Te amo mucho Vale.- Se levantó con mi ayuda. Sa abalanzó a mis brazos y escondió su rostro en mi cuello, soltando sollozos fuertes.

Miré a Laura, quien se encontraba nerviosa. Sabía perfectamente por qué.

Ellos siguieron avanzando, dejándonos solas hasta que Poché se tranquilizara.- Ella está contigo siempre, y te ama muchísimo.- Le dije apenas separó un poco su rostro. Besé su frente.- Todo está bien.

Gracias.- Besó mi mejilla y volvió a abrazarme. Caminamos hasta donde estaban Laura y Juan Carlos.

Esta vez era la pelinegra quién estaba llorando, al pie de la tumba de su hermana.- Te extraño tanto.- La observé con nostalgia. Ella podía aparentar ser la más fuerte del mundo, pero cuando se trataba de Lucía, de inmediato se derrumbaba.