Una certeza

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¿Y? ¿Qué te parece?- Preguntaba la pelinegra como por quinta vez, después de haber acomodado de nuevo la sorpresa.

Me quedé pensativa, analizando el escenario.- Siento que le falta algo.- Mi amiga suspiró, frustrada.

Si quieres conseguirle un unicornio, hazlo. Pero esto es lo que hay.- Reí a causa de su ocurrencia.- Mrk estoy segura de que lo va a amar. Además, ella te ama; no hace falta que le traigas a Taylor Swift para que le encante lo que sea que hagas.- Se sentó exhausta.

No sería mala idea traerle a Taylor Swift.- Quise bromear y me puse pensativa a propósito.

Ay no, no debí abrir la boca.- Comentó en voz baja mi amiga.

Estoy jodiendo, tranquila.- No podía parar de reírme con la cara que había hecho Laura.- Aunque de todas maneras no descarto esa opción.

Siempre y cuando me inviten, no hay problema.- Contestó, uniéndose a la joda.

Hecho, pero me ayudas a que ella no se entere.- Extendí mi puño para chocarlo con el de ella, recibiendo el mismo gesto de su parte.

Cuenta con eso, creo que soy experta haciendo cosas sin que la gente se entere.- Ahora la que reía sola era ella, y yo entendí la referencia que me había dado.- Perdón, me pasé de pendeja.

Suspiré, sentándome a su costado.- Quiero que sepas que no te guardo rencor por eso.- La miré y esbocé una sonrisa gentil hacia ella.

Gracias, me asustaba un poco eso. Ahora puedo respirar en paz.- Siguió bromeando.- Igual yo creo que también me hubiera enojado, tal vez más que tú.

En su momento fue muy fuerte enterarme de que estaba siendo medicada; y para ser sincera, tú no eras de mi total agrado.- Colocó una mano en su pecho, fingiendo estar ofendida con exageración.

No era de tu agrado porque no me conocías baby.- Movió su cabello de forma coqueta, haciéndome reir junto con ella.- Pero espero estés convencida de que jamás quise hacer algo malo ni en contra tuya o de Calle, sabes que las amo profundamente a las dos.

Lo sé, lo tengo bastante claro.- Extendí mi brazo alrededor de sus hombros, acercando su cabeza a la mía de costado.- Y no solo eso, sino que te agradezco infinitamente por haber apoyado y estado con Daniela todo este tiempo. Eres una increíble amiga, te amo mucho.- Me acerqué a darle un beso en la cima de su cabeza y abrazándola de nuevo.

Basta, voy a llorar y hoy me esforcé en mi delineado.- Reímos una vez más mientras que ella intentaba limpiar sus lágrimas sin dañar su maquillaje.- Yo estoy agradecida de que ambas estén en mi vida, y me siento afortunada de tenerlas.- Ahora yo también estaba limpiando mis lágrimas.

Y jamás nos perderás.- Completé lo que seguramente ella habría estado pensando desde que Lucy se fue de nuestro lado.

¿Lo prometes?- Escuchaba como sorbía su nariz. Iba a responderle pero recordé lo que siempre me decía Daniela desde que volví con relación a las promesas.

Prefiero asegurártelo, eso de las promesas ya no es lo mío.- Volteó a sonreírme, a lo cual correspondí.

Pero que bonita y romántica escena. No se muevan, necesito tomarles una foto.- Al escuchar la voz de la castaña, ambas nos sobresaltamos.- Que no se muevaaan.- Se quejó.

¿Qué haces aquí?- Preguntamos mi amiga y yo al unísono.

¿Se volvieron locas? Ustedes me llamaron.- Contestó como si fuera lo más obvio del mundo. Ahí recordé que en efecto, la habíamos llamado hace una como una hora para que llegara a la dirección que le pasé, diciéndole que haríamos un picnic grupal. Claro que todo eso solo fue para ir preprarando las cosas, pero nos había tomado más tiempo del necesario.- Esto definitivamente está hermoso.- Comentó mientras observaba el espacio donde estábamos. Lo habíamos decorado con un mantel blanco, colocando encima una variedad de comida que sabía que le encantaría. Todo esto teniendo una excelente vista del mar, con un espléndido atardecer iluminando el escenario.- Parece que la borrachera te inspira Garzón.- Se sentó también con nosotras, dejando su bolso a un costado.

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