DÉJAME CUIDARTE

Hasta lo que no fue

Seguía en shock, no era capaz de procesar la situación. Observé a mi acompañante, dándome cuenta de que al contarlo se le asomaba una que otra sonrisa en su rostro.- Se nota que te gustó.

Sus mejillas se pusieron rojas al instante. No supo hablar en ese momento.- No fui la única a la que le gustó, eso te lo aseguro.- no sabía si se estaba refiriendo a mí o a Laura.- Fue una gran noche para las tres, y acordamos no repetirlo hasta que volviéramos a sentirnos igual las tres.

Lo comentaba como si ese supuesto acuerdo me tranquilizara.- ¿Y me vas a decir que haz venido cumpliendo ese acuerdo con ella a tu lado desde hace quién sabe cuánto?

No ha sido un sacrificio Poché.- confesó seria. Notaba veracidad en sus palabras.- Laura es candente... muy candente-

No hace falta que lo recalques.- la interrumpí, pero prosiguió.

Pero fue cosa de una noche y ya. Yo seguí y sigo estando plenamente enamorada de tí.- sonreí. Aún no sabía como tomar su repentina confesión acerca de una parte de nuestro pasado. Pero por alguna razón, ver su sonrisa me hacía olvidarme de todo lo que me agobiaba.- Eso no cambia ni por una Laura, ni por una Camila Cabello, ni siquiera por una Scarlett Johansson.- comenzó a mezclar conocidos con gente famosa e inalcanzable. Aunque tal vez no para ella, con ese porte y ese ángel que la caracteriza puede hacer perder la cabeza a cualquiera.- Pero eso no quiere decir que si Camila Cabello llega a pedirnos un trío no aceptemos.

La estás cagando.- la corté de nuevo.

Perdón.- colocó sus cubiertos sobre el plato y siguió.- Bueno pero pregúntame algo más, no creo que eso haya sido lo único que querías saber.- comencé a pensar.

Quiero saber qué es lo que te tiene tan amarrada a Mario que no puedes zafarte.- apenas mencioné ese nombre, vi como se tensó por completo. Hasta su rostro estaba distinto, tenía miedo.- Y por qué el solo hecho de nuevo nombrarlo casi te hace temblar de temor.

Hay tantas cosas que puedes preguntar, y eliges las que menos debes Poché.- se quejó. Pero yo no dije nada más, ella me preguntó, y yo quiero respuestas.- No creo que estés lista para saberlo.

Lo único que quiero es ayudarte, y si no me cuentas no puedo hacerlo.- insistí. Se quedó pensando seguro si era buena idea decirme.- Por favor. De todas maneras si no lo haces tú, lo terminará haciendo él.

¿Por qué lo dices?- se mostró curiosa de pronto.

Él fue quien me dijo que estaba siendo medicada por Laura, y que tú estabas enterada de todo.- le sorprendió lo que dije, pero al mismo tiempo veía su rabia.- Fue más honesto en veinte minutos que las personas más cercanas a mí durante meses.

Él no fue honesto, solo quiso joderlo todo. Como siempre.- miraba a otro lado buscando respuestas.- ¿Y como por qué terminaron hablando ustedes dos?

No sé, simplemente llegó a la oficina a pedirme una cena y se fue.- seguía sin mirarme.- ¿Él sabía que tú no estabas yendo a trabajar?

Obviamente, si me tiene checada todo el maldito tiempo.- no me hacía sentido nada. Entonces Mario fue directamente a la oficina por mí.- Mantente alejada de él por favor.

Yo no me le acerco, fue al revés.- me defendí.- Además no quiero llegar a tenerle el miedo que le tienes tú. Porque se te nota.

María José no voy a repetirlo. Aléjate de él.- su posición autoritaria me gustaba. De hecho fue de las primeras que presencié al "conocerla", y siempre quedo impresionada con lo sexy que se ve.- No quiero tratarte mal, solo necesito estar segura de que vas a estar bien.