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Jungkook

Han pasado dos días desde aquello, hoy es viernes, final de semana y sigo deprimido. Al menos no estoy solo, Jisoo y Jimin están siempre a mi lado y no han vuelto a pegarme desde aquella vez hace ya más de una semana.

Son las nueve de la noche y me encuentro en el baño de mi casa, colocándome el pelo como puedo y observándome en el espejo tratando de buscar imperfecciones. Llevo una camisa amarilla y unos vaqueros ajustado que tal vez marcan las curvas de mi cuerpo más de lo que desearía. Una vez consigo echar a un lado mis mechones coló cereza suspiro. Dudo un poco antes de abrir en cajón del armario y saco un labial que da un poco de brillo a mis rosados labios.

Me avergüenza tratar de ir guapo a los sitios... Pero de todas formas no iré en pijama a una fiesta de universidad.

Lo sé, ni yo mismo lo creo. Jeon Jungkook, el garito antisocial va a presentarse en una fiesta. ¿Cómo me he dejado convencer?

Bueno, ya no solo Jisoo es insistente, también Jimin. He descubierto muchas cosas de mi nuevo amigo, la primera que es un auténtico cabezota. Incluso su amigo me pidió que asistiera... ¿Taehyung se llamaba?

Hablé con él cuando nos presentaron, pero nada fuera de lo normal. Aun así seguía habiendo algo en su voz que me resultaba familiar...

Se oyeron golpes en la puerta y antes de echarme una última mirada al espejo no muy convencida salgo del baño y me dirijo hasta la entrada. Al otro lado de la puerta la mirada ilusionada de Jimin me recibió.

–Jungkookie~~– canturreaba. – ¡Vámonos!– me grita impaciente. A su lado Taehyung sonríe levemente.

Agarro mis llaves y salgo de casa. Mis padres no están, no me han dicho a dónde habían ido, pero casi lo prefiero así. Sigo siendo una sombra en mi propia casa, pero puedo con ello.

Sigo a ambos chicos y nos dirigimos al coche que hay aparcado frente a mi casa. El chico sentado en el asiento de conductor me mira de arriba abajo cuando me acerco, yo me quedo parado, afrontando su examen observador con la respiración retenida. No sé por qué, pero se veía algo intimidante.

– ¿Tú eres Jungkook?– me pregunta. Lo miro mejor. Su tez es pálida y esta resalta tanto sus pequeños y rosados labios y su pelo teñido de color menta. Su mirada es fina como la de un gato y a pesar de no parecer muy musculoso, imponía respeto. Asiento y él chasquea la lengua–. Jimin me ha hablado de ti. Mi nombre es Yoongi.

–Sí, lo suponía – sonrío con amabilidad en parte porque quiero caerle bien. – Jimin habla mucho en la universidad de su maravilloso nombre, tenía ganas de conocerte.

Parece agradarme la respuesta porque sonríe ladino.

–Bueno, no te quedes ahí parado, agradecería poder llegar hoy a nuestro destino.

Es entonces que me doy cuenta de que todos están ya dentro del vehículo y yo sigo ahí parado. Avergonzado me meto en la parte trasera, en el asiento contrario está Taehyung, pero este tiene la mirada perdida en la ventanilla con desinterés, ensimismado.

Sin más, el coche arranca y comienza el camino hasta la fiesta a la que en realidad no estoy muy seguro de querer asistir.

Sin más, el coche arranca y comienza el camino hasta la fiesta a la que en realidad no estoy muy seguro de querer asistir

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Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora