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Jungkook

–Estás muy callado– me giro y miro a Taehyung en el asiento de conductor. Claramente no me devuelve la mirada pero aun así percibe cuando me encojo de hombros. –Comprendo que seas callado, pero a mí puedes decirme lo que piensas, no te juzgaré, pequeño. –Vuelvo la cabeza de nuevo y la apoyo sobre la superficie de la ventanilla, suspiro y trato de evitar que mi tripa dé un vuelco como cada vez que me llama de esa manera.

–El silencio es cómodo– contesto con simpleza. –A veces está bien para pensar pero también para dejar tu mente en blanco, a mí me gusta eso, simplemente... no pensar. Y las palabras me hacen pensar. No guardo silencio por vergüenza o por no saber qué decir, es tan solo que no hacen falta palabras para entenderse con alguien de confianza, y si no es incómodo, ¿qué más da el silencio?– Expreso exactamente lo que pienso por la boca. –Es algo que muchas personas tal vez no comprendan–. Vuelvo a encogerme de hombros y aunque no lo miro, adivino la sonrisa en su rostro.

–Visto así tienes mucha razón, lo que dices tiene sentido, Jungkookie– ríe y apoya el peso sobre la palma de su mano colocando el codo sobre la puerta. –Tus argumentos para justificar tus acciones tienen más cosas detrás de las que aparenta. Demuestras que tienes mucho por mostrar. Eso me gusta, me gustaría saber más de lo que guardas en tu cabeza.

–No creo que te agrade...– murmuro con rapidez, algo avergonzado. Él suelta una carcajada.

–Igualmente, siempre está bien saber, al menos para mí. Sobre todo si mi propósito es conocerte a fondo, no solo como estudiante, ni como compañero de piso, tampoco como amigo... Quiero saber de ti como persona. –Ahí está de nuevo, mi corazón enloquece a la primera de cambio y trato de mantener tranquilas mis respiraciones. Aún me resulta incomprensible que alguien tan increíble como Taehyung tenga tanto interés en alguien como yo si nunca nadie lo ha tenido antes.

–Bueno... ¿A dónde me llevas?– pregunto, más que nada para cambiar de tema.

–No sé... Paremos donde queramos– esta vez es él quien se encoje de hombros y lo miro con asombro. Sonríe de repente. –Mira, Kookie... Me pareces increíble– admite, y siento los colores subir a mi rostro rápidamente. –Sé que no lo pasas bien, sé que hay muchas cosas por las cuales podrías decir "no quiero más, esto es una auténtica mierda. No voy a seguir", tal vez ya lo hayas hecho... Pero sigues aquí. Con la cabeza alta, tratando de luchar contra todo lo que hay a tu alrededor, has aguantado sin ayuda... Y eso es más valiente de lo que crees. No eres débil, no lo eres porque pocos habrían aguantado lo que tú, porque aunque las cosas no salen a tu favor sonríes y te levantas. Eso está genial, eso es algo que requiere de fuerza, algo admirable... Pero te veo triste, sé que es inevitable al fin y al cabo, pero quiero cambiar eso. – Ah, Taehyung, si supieras cuántos cambios estás haciendo en mí...– No soy adivino, pero puedo saber lo que piensas: "el mundo es una mierda". Pero quiero que esta tarde lo mires todo de otra forma, quiero mostrarte una parte de mi mundo, de mis pensamientos, quiero que tengas la mente abierta y te dejes llevar, ¿sí, pequeño?– por primera vez desde que conduce me mira, yo tan solo me apresuro a apartar la mirada para que no vea las lágrimas en mis ojos. Soy sensible, y no estoy acostumbrado a que alguien me hable de esa forma tan... cariñosa.

–Y-yo...– inspiro para calmarme y limpio la lágrima que rodaba por mi mejilla. –Lo haré, Taehyung, tendré la mente abierta. Me gustaría poder conocer más de ti...– confieso, con plena sinceridad en mi voz. –Y... gracias.

–¿Gracias? ¿Por qué?– pregunta. Hago un mohín y paseo la mirada por el prado que hay al lado de la carretera.

–Por todo... Solamente por todo. –Digo con algo más de seguridad. Él suelta una risita y sube la música en la radio. Es una que no conoce y lo sé porque empieza a tararear, a veces inventándose la melodía.

Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora