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Jungkook

Los siguientes días pasaron de forma lenta pero ligera, sin nada especial que hacer. Desde el inconveniente en la salida, los chicos no han vuelto a mencionar nada sobre ir algún lugar a perder el tiempo con cosas que en realidad hacen todos los chicos de nuestra edad. De mi día todo lo emocionante podría ser ir a comprar comida al mercado de la esquina, ya que Tae y yo necesitamos alimentarlos y Yoongi nos advirtió de que Taehyung no tiene permiso ni de poner un solo pie en la cocina.

Y como no hemos salido, no he visto ni rastro de Felix o alguien de la universidad. Hoseok, cuando viene a visitarnos por las tardes, me mantiene informado, contándome que el rubio deprimido siempre va a la cafetería por las mañanas, a veces más temprano, otras pasa ahí la mañana entera. Sentado en la esquina solitaria de local y disfrutando tranquilamente de su café.

No me dice nada más, ya que tampoco es que Felix haga algo fuera de eso.

He estado pensando un poco en formas de poder ayudar a mi acosador, finalmente deduciendo que no puedo hacer nada hasta que me informe de la situación, y aun así dudo que pueda meter mano en el problema, simplemente porque no va conmigo. Taehyung me ha estado preguntando, porque a veces, me meto en mi propio mundo, en el cual creo teorías descabelladas y surrealistas, sin darme cuenta quedándome quieto, mirando a la nada, y pensando en todo. Me cuestiona sobre lo que me pasa, algo preocupado, ya que ha notado que es desde que he hablado con Felix. Mi respuesta suele ser una pequeña sonrisa y un beso enamorado. Él lo deja pasar, pero sé que no es tonto, aun así, me comprende y no me presiona para hablar.

No le cuento nada porque quiero mantenerlo alejado de todo, y porque temo que tal vez no entienda mi decisión de ayudarlo. Aun así, no creo poder aguantar mucho más sin decir nada, es como si el tema me asfixiara la garganta y fuera a explotar en cualquier momento.

Las cosas entre Taehyung y yo han mejorado notablemente, aun no hemos hablado nada entre nosotros sobre la relación que mantenemos, pero no está para nada lejano ya a lo que sería ser pareja. Además, ahora pasamos el día entero solos, he notado que hemos podido conocernos mutuamente más a fondo, cada vez caigo más por él si es que es posible, y ahora me encuentro simplemente enamorado hasta el fondo. Por su parte, y sin falta de emoción, casi podría decir que es lo mismo. Me mira como yo le miro a él y me corresponde como yo lo hago a él. Por ese mismo tema de estar juntos todo el día, nos hemos acostumbrado a estar pegados el uno al otro en todo instante, tanto que a veces nuestros amigos llegan a reírse de nosotros al notar que aun todos juntos charlando y merendando, Taehyung se mantiene cerca de mí y yo cerca de él.

Inseparables. Jamás me había sentido tan bien como lo hago ahora. Aún hay algunas inseguridades que me hacían dudar en muchas cosas, pero Taehyung siempre está ahí para hacerme ver las cosas de otra forma y ayudarme a superar cualquier estupidez que me diera los más mínimos problemas.

–Jungkook, ¿cómo lo ves?– pregunta entristecido Taehyung delante de mí. Le examino con atención, dejando una de las pomadas que Seokjin me recetó para ayudarlo con lo hematomas a un lado. Muerdo mi labio inferior y entrecierro los ojos, falsamente pensativo, inspeccionándolo con la mirada unos largos instantes de silencio en los que él me observaba de vuelta, con sus ojos avellanas y brillantes bien abiertos con curiosidad. Sonrío, agarrando el su rostro entre mis manos y dejo un pequeño beso sobre su nariz medio lastimada. Él cierra los ojos por instinto.

–Hm... Me parece que aun golpeado, estás tan precioso como siempre– contesto sin vergüenza, y de forma completamente sincera. Y no mentía, su rostro, sus facciones delicadas y detalladas de piel bronceada no alteraban para nada sus rasgos angelicales y, desde mi punto de vista, solamente perfectos.

Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora