Jungkook es un chico perdido en el laberinto de su propia vida, que sufre acoso y se siente solo. Él ya no es capaz de apreciar lo bonito de la vida, hasta que lo conoció a él.
Taehyung es un chico risueño que ama disfrutar de las más insignificante...
–¿Entonces estás bien?– la voz de Taehyung era preocupada.
–S-sí, gracias– susurra Yeonjun, parado frente al lavabo de los baños. La puerta está cerrada. Observo desde una esquina la escena, sintiéndome incómodo cuando Taehyung abraza al peliazul como apoyo. Delante de mis narices. Ahueco mi mejilla con la lengua y aparto la mirada– De verdad, gracias, pero no es necesario que sigáis aquí, ya estoy bien– dice, aunque sus manos temblaban. Taehyung solo le observa en silencio, y yo solo suspiro inaudiblemente, resignado a participar en la conversación.
–¿Qué es lo que ha pasado?– pregunta Taehyung, acariciando el hombro ajeno. Yo hago una mueca, pero no la notan. Yeonjun parece demasiado nervioso, tratando de encontrar una respuesta.
–É-él... me ha amenazado– confiesa.
–¿Amenazado?– pregunto yo mismo, confuso. Yeonjun asiente–. ¿No era tu amiguito?– pregunto con desdén. Yeonjun esta vez se encoge de hombros.
–Supongo que los amigos no te obligan a hacer cosas que no quieres– dice. Taehyung asiente.
–¿Qué te dijo?– preguntó el peligris.
–Era sobre Felix...– dice, yo alzo la mirada, con curiosidad–. Veréis... Felix fue mi único amigo cuando entré al colegio, soy un poco tímido y no sé socializar por mi propia cuenta– dice. "¿Por eso eres la marioneta de otros?" me veo tentado de decir, pero me contengo–. Él estaba insultando a Felix, dijo que es un frágil, que ya no era como antes, y que si no volvería a serlo él mismo ocuparía du lugar.
–Eso no tiene ningún sentido– dice Taehyung, desconcertado. Yeonjun vuelve a encogerse de hombros.
–Pretendía que yo no volviera a juntarme con Felix... Pero aunque no lo parezca, Felix es mi amigo desde hace mucho, y me preocupa. Ni siquiera sé dónde está ahora– suspira, derrotado. Taehyung y yo nos tensamos.
–Te puedo asegurar que él está bien– es lo único que dice. Alza su mano y acaricia el hombro del peligris–. Lo siento.
–No entiendo por qué te disculpas– dice. Ambos se miran, siento mi tripa revolverse y me muevo incómodo en mi sitio.
–¿Estás seguro de que no quieres ir a la enfermería?– pregunta Taehyung, alzando su mano hasta el rostro ajeno, y pasa su pulgar por el labio inferior–. Aún tienes sangre– dice, sonriendo mínimamente.
Mis ojos se abren con sorpresa ante lo que acabo de contemplar, la sangre en mis venas hierve y con un chasquido de lengua molesto susurro un "suficiente", andando hacia la puerta y saliendo de los baños a pasos marcados, sintiéndome cruelmente fuera de lugar y con una sensación nueva y desagradable en mi estómago. Dejando allí a Taehyung y al peliazul a pesar de que oigo la voz del primero a mi espalda.
Solamente me fui a mi próxima clase.
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