40

660 27 6
                                    

Jungkook

Han pasado dos largas semanas que fácilmente podían resumirse en dos palabras: exámenes, agotador. Apenas he dormido unas tres horas por día. Estudiar, estudiar, estudiar. Tengo ojeras y estoy mentalmente cansado, mi cerebro no da a más. Aunque no soy el más indicado para quejarme, ya que todos están como yo.

La amargura de saborea en los pasillos de la universidad, pero también el ansia por llegar a las vacaciones al fin.

Un suspiro de puro alivio es lo que sale de mis labios cuando entrego el último examen del curso. Cruzo una mirada con Jimin, que aunque parece extremadamente concentrado se para a sonreírme brevemente antes de volver a su examen por terminar.

El pelirosa estaba bastante nervioso, ya que siempre ha tenido dificultades antes, a pesar de que se esfuerza en aprobar. Es extraño saber que compartimos clase, si él tiene dos años más que yo. Él repitió este año al venir de Daegu, yo adelanté un curso.

Por eso estoy en la universidad con diecisiete años, y creo que no lo he dicho antes, pero, cuando aún no se metían conmigo por ser un "homosexual de mierda" igualmente se burlaban de que era un "empollón". Y actualmente lo hacen, pero me importa menos, porque, ¿por qué debería dolerme al orgullo que me insulten por ser más inteligente que los demás? Nunca me lo tomé a mal, porque definitivamente reírse de alguien por sacar mejores notas es pura envidia.

De todas formas, es frustrante. Porque la única razón por la que sacaba buenas notas es porque, al no tener amigos, no salía a la calle. Empleaba mi tiempo en casa, y sin saber qué hacer estudiaba hasta el cansancio, en parte porque no había otra opción, en parte para distraerme de mi soledad.

Pero esa no era la única razón de mis puntajes perfectos, ya que, si fuera por aburrimiento y tiempo libre, todos aprobarían.

También era por mis padres. No es que ellos me pidieran que estudiara, solamente me presionaba a mí mismo para ser de su agrado, mis estudios siendo uno de mis tantos intentos para llegarle a la suela de los zapatos a mi hermano.

Nunca lo conseguí.

Por un momento me pregunto cómo estará mi hermano ahora. Seguro que bien, siempre fue ese tipo de chico perfecto, ese con todas las ventajas para crear una vida de "Barbie y Ken". Vivirá aún con su novia, puede que incluso vaya a tener hijos pronto o contraer matrimonio. Ser tío no me parece mala idea del todo, ya que mi relación con mi hermano nunca fue mala. Realmente, no fue buena tampoco. Solamente convivíamos, como en mundos paralelos. Su mundo era tan rosa y perfecto, y el mío tan despreciado y oscuro.

¿Y mis padres? ¿Habrán pensado en mí? ¿Se habrán preocupado aunque sea un poco? Tuerzo mi gento y niego con la cabeza, diciéndome que no vale la pena pensar en algo doloroso. Ni siquiera los echo de menos. Mi familia ahora son mis amigos y Taehyung. Aun así no puedo evitar la duda que me carcome por dentro. Al fin y al cabo, siempre se anhela cariño parental.

Pero no me importa. Ahora estoy bien, y así quiero seguir.

Salgo de mis pensamientos cuando se oye el timbre que indica el final de clases. Muchos gritan y aúllan eufóricos, celebrando que han terminado los exámenes. Sonrío un poco y miro a Jimin de nuevo, que esta vez da su examen al profesor con gesto satisfecho. Me dedica una sonrisa llena de dientes y me muestra su dedo pulgar hacia arriba.

–¡Hoy fiesta en mi casa! ¡Todos invitados!– chilla Jackson, haciendo que todos celebren más fuerte.

–¡Callaos todos, joder, hay gente que aún termina el examen!– interrumpe Soobin desde una esquina con frustración pintada en su gesto mientras rellena lo que le resta del examen. Al instante todos obdecen, todavía intimidados por el chico.

Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora