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Jimin


Muerdo mi labio con nerviosismo y es que mi cabeza no para de dar vueltas a lo que ha pasado. Claro que la persona que está a mi lado lo nota.

–Bebé– me llama. Miro a mi novio, Min Yoongi. Estoy recostado contra su pecho, y ambos estamos acurrucados en el sofá viendo una película en la que en realidad en ningún momento he prestado mucha atención. – ¿Te pasa algo?

Suspiro y apoyo la cabeza sobre su hombro con cansancio.

– ¿Los estudios?– me pregunta. Río levemente al darme cuenta de lo ansioso que está por saber lo que me pasa, y es que Yoongi siempre trata de que yo esté cómodo y nada me incomode, y si me siento mal hace lo que sea porque se me pase.

–No, no es eso, amor... Es solo que estaba pensando...– suspiro y me incorporo. Yoongi suelta un gruñido por la distancia y se incorpora también, abrazándome por la expanda y hundiendo la cara en mi cuello dejando un suave beso.

–Hm, ¿qué pasa?– vuelve a cuestionar, y es que he interrumpido nuestra sesión tranquila como pareja. Lo miro.

– ¿Te acuerdas del chico del que te hablé? – Él lo piensa unos instantes. – Jungkook, el chico de mi clase que también es...

–Sí, ya sé. ¿Qué hay con él? – detecto los celos en su tono de voz y río levemente, agarro su camisa y le beso los labios con dulzura. Él sonríe, y cuando nos separamos vuelvo a hablar. – Creo que abusan de él por ser homosexual. Ayer por la tarde no le vi y hoy no ha ido a la universidad.

Yoongi se queda callado.

–Puede que esté enfermo o algo así – se encoge de hombros, y rodea mi cadera con su brazo, haciendo que de nuevo me tumbe sobre su pecho. – Espera un poco a ver si viene, y si no lo hace, ¿tienes su dirección?

Niego con la cabeza, y mi novio suspira.

–Tú no puedes hacer nada, bebé.

–Lo sé, pero...

–Deja de preocuparte, todo estará bien, ¿sí?– afirmó levemente, con la mirada pegada a la pantalla, aun así con mi cabeza echa un caos, porque, acabo de conocer a Jungkook, pero sé reconocer a las buenas personas, y desgraciadamente cada vez son menos en la vida juvenil. Sé que Jungkook es un buen chico, y no quiero que le pase nada malo en parte porque lo veo como un gran futuro amigo.

–Amor, olvídalo, no quiero verte preocupado.

–Siiii– murmuro, abrazándolo y hundiendo el rostro en su pecho.

–Y una cosa, bebé – acaricia mi espalda con suavidad.

– ¿Hm?

–Si alguien se atreve a ponerte la mano encima avísame y voy corriendo a partirle la boca a ese desgraciado, ¿vale?– río ante su tono serio, y es que sé que es más que capaz de cumplir su palabra.

–No hará falta, creo que ya les dejé en claro las cosas.

–Bueno.

Sonrío con sinceridad y me incorporo de nuevo para enrollar los brazos por su cuello y besarlo. Yoongi corresponde al instante, posando las manos en mi cadera y ambos sonreímos como tontos enamorados.

La verdad, Yoongi es lo mejor que me ha pasado en la vida. Se siente bien ser correspondido.

 Se siente bien ser correspondido

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Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora