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Taehyung

–Jungkook– susurre en bajo, una vez apagué el motor del coche frente a las puertas del edificio en el que está el piso donde vivimos junto a Yoongi y Jimin. Me giro para verlo, soltando un suspiro cansado y enciendo la lucecita en el coche para poder ver, ya que es noche cerrada ya. La leve iluminación impacta contra el rostro de Jungkook con suavidad en el asiento de copiloto. Sonrío y lo miro dormir plácidamente. Parece un bebé. –Venga, Jungkook despiertaaa– pido, pero no elevo mucho mi voz. Él sonríe un poco entre sueños y suelta un ronroneo, acomodándose mejor en su sitio. Muerdo mi labio para controlar un suspiro de ternura que amenazaba con salir y me acerco un poco a Jungkook para susurrar en su oído–. Despierta, bonito.

–Mgh...– frunce el ceño y un pequeño puchero se forma en sus labios aun entre sueños. Me lo quedo observando unos momentos, su pelo oscuro reposa de forma desordenada contra su frente, sus respiraciones son pausadas y tranquilas, sus pestañas adornan sus párpados de forma elegante, y sus mejillas se encuentran enrojecidas y algo húmedas por las lágrimas que ha derramado a lo largo de la noche. Sonrío esta vez con una mezcla de pena, cariño y adoración. Se ve tan inocente así... Tan hermoso pero tan destrozado. Acaricio un poco su mejilla y suelta una risita que retuerce mi corazón en dulzura.

–Ah, de verdad eres bonito, Jungkook... Ojalá pudieras verlo tú también...– susurro con lástima. Finalmente suelto un suspiro cansado y quito las llaves para apagar por completo el vehículo. Salgo y cierro la puerta con cuidado para después ir hasta el copiloto. Con cuidado quito el cinturón que rodea su cintura y torso. Lo cargo con delicadeza y tratando de no despertarle. Cierro como puedo el coche y abro la puerta de la misma forma, con precaución de no dañar al pequeño en mis brazos.

Se hace una bolita y apega su rostro a mi pecho. No puedo evitar mirarlo y sonreír como un estúpido. Subo las escaleras poco a poco, por primera vez, sin importarme vivir en un quinto aun teniendo que llevarlo también. Es tarde, bastante tarde, pero como no puedo sacar las llaves de mi mochila doy al timbre de la casa con el codo, logrando que por el ruido Jungkook suelte un gruñido molesto, pero no despierta.

Tarda un rato, pero finalmente la puerta se abre, dejando ver al otro lado a un Jimin despeinado, en pijama y adormilado. Me mira unos instantes, tal vez procesando la información de que no está soñando, terminando por entrecerrar los ojos.

–¿Taehyung?– mira a Jungkook en mis brazos y su gesto cambia–. O-oh, Jungkook, ¿él...?– noto la preocupación en su voz y me apresuro a aclarar.

–Está bien, Jimin, sólo se has dormido en el coche- digo risueño. – ¿Puedo pasar? Pesa un poco y estoy realmente cansado. Lo llevaré a la cama, no te preocupes, ve a dormir. –Digo. Jimin se echa a un lado y entro con el pelinegro en brazos.

–Hm, vale– dice, algo confuso. Cierra la puerta detrás mío y rasca su nuca–. Supongo que... ¿Buenas noches?

–Buenas noches, Jimin-ssi– digo de vuelta. Se despide de mí con la mano mientras entra en su habitación, yo haciendo lo mismo en la mía. Voy hasta la cama y dejo el cuerpo de Jungkook con cuidado sobre el colchón. Lo miro de arriba abajo, lleva una sudadera negra que le queda algo grande y unos pantalones chándal cualquiera, creo que podrá dormir con eso a gusto. Me acerco y quito sus zapatillas y calcetines. Después voy hasta el armario y agarro una manta para taparlo con delicadeza. Se acomoda mejor sobre la cama y suelta balbuceos inentendibles entre sueños. La clara imagen de la inocencia.

Río para mí mismo y empiezo a cambiarme con un pijama cómodo para dormir. Me acerco a la puerta con intención de irme, pero el murmullo del adormilado Jungkook me para.

–Tae...– lo oigo. Trago saliva y lo miro acomodarse de lado. Muerdo mi labio una vez más, es una manía que tengo y que Yoongi siempre me reprocha, ya que creo heridas en mis labios. Me quedo parado unos instantes pero al final decido mandarlo todo a la mierda y me acerco. Me siento al borde de la cama y lo miro unos instantes.

Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora