8

960 82 2
                                    


Taehyung

–No está bien, hyung.

–No insistas, Taehyung, estoy haciendo lo mejor.

–¿Lo mejor para quién? ¿Para nosotros o para él?– pregunto indignado. Yoongi se arma de paciencia con un suspiro y lo sé porque lo conozco.

–Déjalo ya, mierda. Podrían denunciarnos.

–¿¡A quién le importa eso!?

–¡A mí me importa, Taehyung! Trabajo duro todos los días para traer el mínimo de dinero y no pienso arriesgarlo porque, te guste o no, el mundo hoy en día depende del puto dinero y no podemos permitirnos una denuncia. ¡Deja de pensar antes en los demás y piensa antes un poco en ti!

–¡Pero eso es egoísta!– grito, y es que lo que Yoongi me plantea siempre me ha parecido rastrero, el punto de ser buena persona está en preocuparse por los demás, ¿no es así?

–A veces ser egoísta te salva de muchos problemas, además, lo que haces ahora sí es egoísta, piensas en Jungkook pero no en nosotros, podrías meternos en un lío tanto a Jimin como a mí.

–¡No es para tanto!

–¡Sí lo es! Pretendes acoger a un chico en casa sin permiso de sus padres. ¡Y Jungkook es menor de edad!

–¡Tú lo has visto! Has visto cómo se ha puesto ante la idea de volver a su casa... Hay algo malo detrás de esto y quiero ayudarlo...

–¡Pero eso no depende de ti Taehyung!– gritó Yoongi, desesperado. Tal vez tenía razón, pero sigue sin parecerme justo.

–Chicos...– Jimin nos miraba con preocupación, tratando de destensar el ambiente. Yoongi y yo discutíamos muy seguido, no es que no nos lleváramos bien, de hecho tenemos mucha confianza entre nosotros y nos tratamos como hermanos. Pero nuestras personalidades son... Distintas. Es por eso que a veces nuestras ideas y opiniones chocan. Como ahora.

–Es que algún día sus incoherencias nos meterán en un aprieto, Jimin– dijo el pelimenta mirando a su novio. El pelirrosa se mantuvo callado.

–¿¡Mis incoherencias!?– dije, bastante enfadado.- ¡Tan solo trato de ayudar a un amigo!

–¡Lo conoces de hace unos días, Taehyung, no sabes nada de él! Tal vez no necesite ayuda.

–¿¡Entonces porqué se molestó en montar la escena de ayer!?– Yoongi suspiró con cansancio.

–Eres un cabezota– murmuró. Claro que lo soy, siempre lo he sido y siempre lo seré. Porque lo que Yoongi no sabe es que cuando conocí a Jungkook él estaba tirado en un pasillo, con heridas brutales y rogando a través de sollozos por ayuda. Y yo estoy dispuesto a ayudarlo, porque sé que no lo está pasando bien. Quiero ser un buen amigo.

"¡Ding dong!"

El timbre resuena por toda la casa, haciendo que ambos callemos abruptamente. Aparto mi mirada de Yoongi y suspiro tratando de calmarme. Jimin nos miró a ambos un instante antes de andar hasta la puerta con paso lento.

No pude verlo, pero oí cómo esta era abierta y al instante se oyeron unos golpes que me asustaron, seguido de eso vi la sombra de Jungkook correr por el pasillo y corrí a seguirlo. Pero antes de poder alcanzarlo, se encerró con violencia en el baño y cerró con pestillo.

Me quedé atónito en mi sitio y me volví hacia Jimin, que en la puerta se veía igual que yo.

–Ha traído maletas– murmuró el pelirrosa. Y es cierto, una maleta y una mochila yacían en el suelo, seguramente las había tirado antes de encerrarse. –Parece que se quedará, pero...

Desde Mis Ojos (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora