Jungkook
Otro día más. Malditos martes. Eso es lo primero que piensa mi mente al salir de la cama. Mi día va a ser lo peor, lo sé, y tampoco tengo ganas de cambiarlo. Mi mirada oscura se pierde en el techo de la habitación, me aferro a una almohada e inspiro hondo, calmando un poco mi pereza con ese suave olor a Taehyung impregnado aún en las sábanas. Sonrío un poco y obtengo la fuerza suficiente como para levantarme. Ando hasta el salón, sorprendiéndome al ver a Jimin y a Taehyung tirados en el sofá, forcejeando entre ellos y soltando maldiciones, golpeándose de forma no muy fuerte y a veces aguantándose risas.
Esa imagen completamente infantil de arrebata la segunda sonrisa del día.
– ¡No me vuelvas a llamar así!– gritaba Jimin.
–Deja de golpearme, maldito oompa loompa con la rabia– se queja el otro.
– ¡Lo has hecho otra vez!– acusa el pelirrosa, tirándose contra su mejor amigo y derribándolo en el sofá, cayendo sobre este y golpeándole la cara. – ¡No me llames así! ¿¡Dónde has dejado el respeto a tus mayores!?
–Lo dejé desde la primera vez que te llamé enano– contesta con gracia el peligris.
– ¡Yoongi! ¡Quiero echarlo de casa!– grita berrinchudo el mayor de la curiosa y cómica pareja. La cara de un Yoongi algo malhumorado asoma por la puerta de la cocina.
–La ventana está abierta por si quieres lanzarlo por ahí, ahora callaros los dos, sois como dos jodidos niños pequeños– dice. –Vais a despertar al pobre Jeon... Oh, no, no he dicho nada– al verme pone los ojos en blanco y se pierde dentro de la cocina de nuevo.
Los desastrosos mejores amigos giran sus cabezas al mismo tiempo para mirarme. Sonrío un poco en mi lugar, riendo un poco cuando Taehyung empuja a Jimin que está sobre él. El pelirrosa rueda por el sofá hasta caer al suelo.
– ¡Ay! ¡Taehyung me ha empujado!– se queja. Taehyung salta su cuerpo tendido en el suelo y llega hasta mí rápidamente, haciendo que mis músculos se tensen al instante como cada vez que él se acerca mucho. Pero es como si últimamente Taehyung quisiera estar a mi lado a todas horas, y tan solo me tomo eso como algo bueno.
–Empújale tú a él entonces– sugiere el animal de Yoongi, llegando con el desayuno y dejándolo sobre la mesa.
–Jódete, Park– suelta Taehyung hacia el chico aun en el suelo, para luego mirarme y abrazarme con fuerza, pasando sus brazos por mis cuello. Suelto un jadeo de sorpresa con sus muestras de cariño efusivas.
Y de repente, el día que daba como un gris, adquiere muchos colores. Parecería exagerado, pero Taehyung en serio me alegra los días con cosas tan simples como abrazarme. Por eso es que ni siquiera lo pienso cuando enredo mis brazos alrededor que su fina cintura y lo atraigo hacia mí con fuerza también.
–Buenos días, Kookie– dice hacia mí, su voz tornándose aterciopelada y suave. Apoya sus codos en mis hombros y sus dedos se hunden en el cabello de mi nuca, muerde su labio sin dejar de mirarme. –Siento haberte despertado.
–No lo has hecho, hyung– aseguro, con una sonrisa que me es devuelta al instante. Me acerco a él y esta vez soy yo el que deja un pequeño beso en su nariz, haciendo que sus párpados caigan, una leve sonrisa ilumine su rostro. Veo sus mejillas tonarse un poco rosas y algo revolotea en mi interior.
¿Acabo de hacer que Kim Taehyung se sonroje? Eso no es algo fácil de hacer eso me dijo Jimin en una ocasión. Cada vez veo con más claridad las insinuaciones de todos entre nosotros, aun así la idea de gustarle a Taehyung, de gustarle si quiera a alguien, se me hace tremendamente lejana, siempre ha sido así, así me han hecho verlo.
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Desde Mis Ojos (Kooktae)
FanfictionJungkook es un chico perdido en el laberinto de su propia vida, que sufre acoso y se siente solo. Él ya no es capaz de apreciar lo bonito de la vida, hasta que lo conoció a él. Taehyung es un chico risueño que ama disfrutar de las más insignificante...