Desde Mis Ojos (Kooktae)

21

Jungkook

El día ha pasado rápido, más rápido de lo que esperaba. Taehyung, Jimin y Jisoo han estado a mi lado en todo momento, cosa que agradezco internamente porque los nervios que llevan carcomiéndome desde inicios del día han disminuido gradualmente. La noticia de la vuelta de Felix es el tema principal de conversación por los pasillos. Esto me inquieta un poco, pero de todas formas no es que se le haya visto mucho. También he oído que no se ha saltado ninguna la clase, normalmente lo hace. Además, que solamente ha ido de clase en clase.

A quien sí he visto ha sido a sus dos esclavos, Yeonjun parecía algo entristecido mientras que Kai parecía casi echar humo por las orejas, cada vez más enrojecido según alguien le preguntaba sobre el estado de Felix. Sus únicas respuestas siempre eran bufidos o maldiciones.

–Entonces, ¿no le has visto?– preguntaba una chica, creo que su nombre era Irene. El otro en frente suya se llevó las manos a la cabeza, para revolverse el pelo mientras respiraba hondo. Kai cierra su taquilla con más fuerza de la necesaria y le dedica una mirada que estremece a la muchacha.

– ¡Claro que lo he visto! Él es mi amigo– dice, pero la irritación en su voz es suficiente como para cuestionar si realmente es cierto. –Es solo que él... No está de humor, ahora dejad de molestar, que parece que no tenéis vida, siempre preguntando por los demás.

Con un último resoplido final, Kai se da la vuelta, agarrando de la muñeca al callado Yeonjun a su lado y arrastrándolo por los pasillos, dejando a Irene con la palabra en la boca.

–Wow, veo que los humos por aquí no son muy agradables– comenta Seokjin a mi lado. Yo, presenciando aún la escena unos metros más adelante me encojo de hombros. Aparto la mirada y continúo con las cosas en mi taquilla, mientras Seokjin se apoya a mi lado. –He oído bastante sobre la llegada de ese tal Felix, y eso que ni siquiera soy alumno, ¿qué tiene de especial ese chico?

– ¿Especial?– río un poco y niego con la cabeza. –De especial nada, de burro mucho. –Seokjin me mira curioso. Suspiro y una vez he dejado mis libros, cierro con cuidado la taquilla, me apoyo sobre la misma y lo miro.

– ¿Por qué todo el mundo está así entonces?– cuestiona interesado.

–Pareces una abuela chismosa, Jin– digo con gracia, andando por los pasillos. Él se apresura a seguirme, golpeándome el hombro para exigir una respuesta. –Bueno, los alumnos y alumnas de la universidad siempre están atentos a cualquier cosa, crean rumores falsos y de más.

–Sigues sin contestar a mi pregunta, Jungkookie...

–Ya, hyung– río, sacudiendo la mano para quitarle importancia, de todas formas, no me resulta muy cómodo hablar del estado de mi acosador, pero eso Seokjin no lo sabe. –Lo que pasa es que es el típico imbécil que se cree un malote como las películas americanas. Por eso mismo es popular en este sitio, lleno de niños mono neuronales que no saben pensar por sí mismos apenas.

–Se nota que te gusta el lugar donde estudias– ironiza Seokjin.

–Si bueno, solo sirve para eso: estudiar. Y a veces ni te dejan hacerlo en paz. Felix es una de esas personas que no te dejan hacerlo en paz– explico. Él asiente un poco, mientras salimos por la puerta principal de la universidad. –El caso es que como es tan popular todo el mundo le conoce, ya sea de forma buena o mala. Lleva unos días faltando a la universidad de la nada, todos decían que estaba faltando por que se iba... Y ahora ha vuelto.

–Oh– dice. Hace una mueca y lo miro divertido.

– ¿A qué viene esa cara, hyung?– pregunto.