Cuando volví al día siguiente a casa entre Joel y las dos locas a las que se nos ocurrió dejar atrás casi nos matan. Pero más Joel y sobre todo a mí. Y hasta que no le dejé bien claro que seguía estando entera no me dejó tranquila. Y con entera creo que me entendéis perfectamente. Tengo unas ganas de mandar a mi hermano de vuelta a Tenerife...
Desde entonces casi no he hablado con Àlex, mi hermano parece mi padre y cada vez que me escucha hablando por teléfono se me planta delante. ¡Que tengo 20 años! Que vaya a intentar taladrarle el culo a Marc a ver si así me deja tranquila. Capaz y todo que se deja.
Estoy tumbada en la cama. Abrazada a la almohada. Dentro de unos días me iré con Marc, Àlex y Leli a Alemania y podré dejar atrás a Joel de una vez. Aunque no me extrañaria que Marc le invitase en el último momento a venir cuando se entere de que está por aquí.
El móvil me avisa de que tengo un mensaje. Son las 8 de la mañana de un domingo. ¿Quién está despierto a estas horas? Cojo el móvil y cuando veo el destinatario del mensaje el poco sueño que tenía se desvanece. Son dos mensajes de Àlex. Uno es una foto, con la que babeo al instante. Espera... ¿Esa no es mí...?
"Estoy por fuera de tu casa. ¿Vienes a abrirme la puerta?"
Ni me paro a pensar en los pelos de bruja que tengo. Salgo corriendo camino a la puerta de casa y nada más abrirla me tiro encima suyo como si me tratase de un tigre hambriento.
-Yo también me alegro de verte Bells.
-Te he echado mucho de menos.
-Me suponía. No puedo imaginar tu reacción cuando vuelva después de más de 3 semanas sin vernos.
-Te comeré enterito.Le doy un beso apasionado y luego de golpe le meto un empujón para métele dentro de casa. Y luego le digo que no haga ruido de camino de vuelta a mi habitación. Cómo Joel se despierte me dilapa.
Estamos en mi habitación. No sé si alguien se habrá despertado ya, pero no me importa. Estoy con él, con mi Pistolitas. Estámos sentados en la cama cuando nos empezamos a besar. Son besos lentos, con amor. Nuestras lenguas juegan y bailan entre ellas.
Àlex rodea mi cuerpo con sus brazos y acaricia mi espalda. Sus besos abandonan mis labios para bajar por mi cuello, tornando a húmedos y con alguna succión. Me está volviendo loca y no quiero que pare. Sin embargo, dejo de sentirlo.
-¿Qué haces? ¿Por qué paras?
-Quiero que estemos cómodos.Nos tumbamos en la cama y Alex se pone de lado. Vuelve a besarme y mete sus manos por dentro de mi camiseta. Solo son caricias, pero siento fuego dentro de mí. No aguanto más y así que decido ir un paso más allá.
Le quito la camiseta y él se deshace de la mía. Los besos de Alex pasan a ser en mi abdomen y el calor de la habitación va en aumento. Leves jadeos escapan de mi boca y tengo que parar a Alex porque yo también quiero besarle.
Lo beso en los labios, el cuello y su abdomen. Humezco cada milímetro de su piel dejando alguna que otra marca. Alex jadea y eso me enciende cada vez más. Más prendas desaparen de nuestros cuerpos dejándonos solo en ropa interior. Alex, sobre mí, no para de moverse frotando nuestros cuerpos llevándome al límite. Se deshace de nuestras últimas prendas y se coloca entre mis piernas.
-Relájate.- me dice.
Lo siguiente que siento son sus labios y lengua en mi sexo. Al principio solo son roces superficiales, pero, cuando su lengua entra en mí, experimento el placer que tanto ansiaba. La lengua de Alex hace delicias en mi interior. Explora cada milímetro de mí haciéndome gemir y jadear sin descanso. La cosa solo va a más cuando une su mano para frotarme y masturbarme mientras su boca atiende mi clítoris.
-Àlex...
Àlex no responde. Se limita a sonreír pegado a mi vagina y a seguir con su labor. Lamer, chupar, succionar, masturbar... Los movimientos no cesan y yo no puedo evitar llegar al orgasmo.
- ¿Te ha gustado?
- Mucho. Gracias. Pero... tú no te puedes quedar así.Àlex no me contesta, nuevamente. Solo se limita a ponerse encima de mí y besándome, soy consciente de cómo intenta alcanzar el condón. Lo paro, Joel está en casa y después del repertorio del otro día no quiero que saque a Àlex de aquí por las orejas.
-¿No... No podríamos hacer otra cosa?
-Bueno, me gustaría probar algo.Le digo que lo haga sin saber exactamente lo que quiere hacer. Pero me sorprende cuando coge mi mano y la posa sobre su miembro. Una vez ahí me va guiando hasta que me quedo sola. Apretando su pene, mi mano sube y baja por él. Alex echa su cabeza hacia atrás gimiendo de placer. Es muy erótico verlo desde abajo así. Gimiendo y sudadito. Su respiración se entrecorta.
Lo pongo sobre la cama y continuo, de manera más rápida. Alex tiene los ojos cerrados y sus manos agarran con fuerza las sábanas. No puedo evitar ver su reacción. Está tan sexy... Estoy tan centrada en sus gestos que me sorprendo cuando llega al orgasmo diciendo mi nombre.
-Gracias Bells.
-De nada Pistolas.Nos besamos y nos quedamos tumbados en la cama sin hacer nada más, solo acariciando nuestros cuerpos, y menos mal, porque Leli no tarda en llamar a la puerta. Intento vestirme rápido y salgo de la habitación para ver qué quiere.
-¿Te has divertido?
Mi cara es un poema. ¿Cómo se ha enterado? No hemos hecho tanto ruido. Dios, Joel me va a matar.
-Soy la única despierta. Y Marc me he dicho que venía Àlex...
-¿Cuando has conseguido el número de Marc?
-Me lo dio él el otro día, después de...
-Sí. No quiero detalles Leli. Por favor, ni una palabra de lo que hayas podido escuchar.
-¿Pero lo habéis hecho?
-¿Tú qué crees?
-Qué no. Anda, vuelve ahí y remata lo que has dejado a medias. Y olvídate de Joel.Casi me convence, pero ver a Joel saliendo de su habitación me quita la poca confianza que tenía en mí misma. Así que vuelvo a entrar en mi habitación, pero no hago nada más con Àlex. Este chico me va a acabar odiando algún día. Espero que no me mande a la mierda muy pronto.
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El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)
FanfictionTodo lo que puede pasar a causa de una sorpresa de cumpleaños a una prima que hace más de 14 años que no ves. Portada de @leli_03