Estoy en mi coche, de copiloto. Joel se va a traer de vuelta el coche para que no se quede más de una semana ahí arrimado en el aeropuerto. Pobre de mi coche. Pero eso ahora es lo menos que debe de importarme.
Estoy muy nerviosa. Volver a Lleida aunque sea por unos días es con lo que he soñado desde hace años. Al final le he contado a mi padre que me iba a "Madrid" con Leli para que no se sintiera con sola los primeros días de vuelta en casa. Curiosamente me ha creído y no me ha preguntado que pintaba yo en Madrid con una gente que no conozco. No veo la hora de bajarme del coche y subirme al avión de una vez. Aunque me tiene nerviosa no saber con quiénes me voy a quedar hoy. ¿Era tan mala idea llegar el día anterior?
-Bueno hermanita, diviertete con prima.
-Se intentará.Salgo del coche, saco mi maletita de mano del maletero (paso de facturar la maleta que luego me la pierden) y me despido de Joel que se va con mi coche.
Entro al aeropuerto Norte de Tenerife, Los Rodeos. Busco con ganas el stand de Vueling y me dan mi billete de avión. ¡Me voy a Barcelona! Y luego me voy directamente a Lleida.
Embarcamos rápido y veo que me ha tocado ventanilla. Las vistas al despegar son increíbles. El mar de nubes y el Teide. Nada más a la vista. Ahora a esperar dos horas y media para aterrizar en Barcelona. No me dejo dormir de milagro.
Aterrizamos por fin en Barcelona y bajo con mi maletita en la mano buscando la salida. Y una vez ya con pie en el aeropuerto saco el móvil le quito el modo avión y llamo a mi tía.
-Hola. ¿Ya has llegado?
-Sí. Acabo de salir del avión. ¿Estás por aquí ya?
-No. Yo no voy a ser la que te recoja. He mandado a alguien a recogerte.
-Vale. ¿Y como sé yo quien es el que viene a recogerme?
-Hace años que no le ves pero seguro que le reconoces. Y va con un cartelito con tu nombre, como en las películas.
-Vale.Camino arrastrando mi maleta hasta donde pone la recogida de equipaje y una vez allí sigo hasta la zona de recogida de pasajeros. Y no me hace falta ver el cartelito con mi nombre cuando tengo que contenerme para no irme al suelo al ver a quién a mandado mi tía a buscarme.
Tiene una gorra en la cabeza y gafas de sol para que no le reconozcan. Pero yo le reconocería hasta vestido de esquimal. Llevo 14 años pensando en él. En la cara de pena y de rabia que puso cuando fui a despedirme. Se enfadó conmigo cuando yo era la primera que no se quería ir de Lleida. La última persona que quería dejarle a él atrás. Pero lo entendí. Éramos niños de 6 años y su mejor amiga cómo él decía que era se iba para no volver. Por fin me fijo en el cartel que tiene en las manos y que casi le tapa la sonrisa. Esa que parece que no hay quien se la quite ni con estropajo. Las piernas se me hacen gelatina al verle sostener ese cartelito con mi nombre completo. "Mireia Glez Espina". ¿No valía con poner Mireia a secas? Me acerco a él lo más rápido que mis pies me permiten y le sonrió tímidamente.
-Así que eres tú el que ha mandado mi tía a buscarme. Y algo me dice que eres el mismo que me va a acoger esta noche en tu casa.
-No pareces muy ilusionada.
-No me gusta quedarme en casa de extraños.¿Os acordais de la sonrisa imborrable? Pues a desaparecido de golpe.
-¿Y como se llama mi chófer?
-Àlex. Me llamo Àlex.
-Bonito nombre. Yo como ya sabes soy Mireia.
-Sí. Lo sé.Le sigo mirándole atentamente y cuando menos me lo espero me quita la maleta de la mano y la lleva él y algo hace algo más que me derrite por dentro al instante, me agarra de la mano.
-¿Qué haces?
-¿Quieres perderte? Tengo prisa señorita.
-¿Te ha molestado que diga que eres un extraño? ¿Por qué?
-No estoy molesto y menos aún por eso.
-Pues yo diría que estás más enfadado que tú hermano cada vez que le pasa cualquier tontería.- susurro. Aunque parece oírme.
-¿Cómo has dicho?
-Qué me recuerdas a mi hermano. Se cabrea mucho por tonterías.
-Ya.Sigue agarrándome de la mano hasta que llegamos en frente de un Honda Civic rojo espectacular.
-¿Esto es tuyo?
-De mi hermano, pero me deja cogerlo.
-Ojala mi hermano me dejara coger cochazos como este.
-Seguro que a mí hermano no le importa que des una vuelta con él después.
-¿Lo dices en serio?
-Será por coches. Vamos que tendrás hambre y hay un buen trayecto hasta casa.
-Sí.El trayecto lo pasamos bien. El cabreo parece que se le ha ido ya y me da conversación durante todo el trayecto. Me pregunta que de dónde soy, que que estudio, o si estoy trabajando, que como es mi relación con Joel, y la pregunta más importante y la que tengo que negar enseguida.
-¿Te gustan las motos por casualidad?
-No. A mí esas cosas me dan mucho miedo. Son muy locos encima de las motos y no tienen cuidado ninguno. No me gusta el motociclismo, no.
-Una pena. Tu prima se vuelve loca con las carreras.
-Ya. Pero yo no soy Ariadna.
-Vale, vale. Aunque a mí hermano se va a desilusionar cuando le digas eso.
-Podrá con eso. No es nada del otro mundo.Cuanto más nos acercamos al pueblo... Más nerviosa estoy. ¿Se acuerda de mí? ¿Me estará devolviendo a medias el decirle que no le conozco de nada? Sí, sino a que venía la pregunta. Y agarrarme de la mano antes. Quería que recordase como hace 15 años se le fue la pinza y...
-Ya hemos llegado.
Y tiene razón. Estamos en el pueblo que tantos buenos recuerdos me traía en Tenerife y que me está dando un ataque de anciedad ahora.
-¿Estás bien?
-No puedo respirar.Àlex sale del coche y da la vuelta corriendo. Me saca del coche y tras sacar mi maleta minúscula y cerrar el coche me ayuda a caminar hasta su casa. Esa en la que no entro desde hace 14 años. Y no hace falta que mire donde me ha metido, reconozco la habitación y también al loco de 1'68 que entra por la puerta corriendo al notar que su hermano pequeño a vuelto ya a casa. No, no voy a recuperar pronto la respiración normal. El pueblo que hasta ayer me daba fuerzas hoy me ha derrumbado. Y aunque tengo a mis dos pilotos favoritos delante preocupados por qué me pasa eso no me ayuda, me da aún más miedo.
¿Si es que quién me dijo a mí que volver a Cervera era buena idea? ¿Y quién cojones le dijo a mi tía que era buena idea meterme en casa de mis ídolos y del que fue mi primer amor de la infancia? No sé acuerdan de mí, claro que no se acuerdan. ¿Por qué iban Marc y Àlex Márquez a acordarse de una chica que no ven desde hace 14 años?
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El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)
FanficTodo lo que puede pasar a causa de una sorpresa de cumpleaños a una prima que hace más de 14 años que no ves. Portada de @leli_03