No me quedo tranquila hasta que Àlex me manda señales de vida. ¿Por qué estoy tan preocupada? Sabe lo que hace, no es un niño pequeño. ¿Por qué tengo tanto miedo a separarme de él ahora de repente? He estado 14 años sin verle y con 4 meses que llevamos juntos me entra el pánico a la mínima que se tiene que ir.
Está tan mono en la foto que me ha mandado. Pero tiene pinta de cansado también, y normal, todas las horas que lleva volando. No verá la hora de llegar al hotel y echarse a dormir.
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Allí ya es de noche, pero aquí apenas es medio día aún. Y no sé qué hacer, y no será por cosas que hacer, porque la universidad me tiene saturada, otra cosa es que me apetezca hacer algo para clase. Molestaría a Leli pero está atareada con sus cosas y creo que es por algo parecido a mí, para no pensar que Marc está en la otra punta del mundo. Al menos ella puede olvidarse con las clases, yo no. Yo me paso todo el día pensando en Àlex y en cómo estará.
Será mejor que siga el ejemplo de Leli y me ponga a hacer cosas de clase, si no al final me va a acabar saliendo fuego por las orejas de lo estresada que voy a estar. Y me sé de uno que en cuanto llegue de Malasia en poco menos de tres semanas no me va a dejar ni respirar. Aunque conociendo a Marc... Tampoco se va a quedar atrás con Leli.
Estoy tranquila hasta que tocan al timbre y me encuentro con la futura enfermera de la familia. ¿Qué hace Ariadna aquí?
-Hola, Ari. ¿Qué pasa? -Nada, quería pasar por aquí a verte y eso. Cómo ya no vienes a Cervera ni para ver a Àlex. -Sí que voy. Pero eso no me obliga ir a verte a ti. -Me debes una. -¿A ti? ¿A cuenta de qué? -Sí no hubieras venido a verme no estarías saliendo ahora con Àlex. -Vale. Lo reconozco. Pero tú no me hiciste venir, en todo caso le debo una a tu madre. Y ahora dime qué coño pasa Ariadna. No has venido por nada. -Solo he venido a ver a mi prima mayor que de repente parece olvidarse de que existo. -Leli está en su habitación, no creo que le haga mucha gracia verte por aquí después de la última vez que os visteis. -¿Se ha quedado? -Sí. -Bueno, ya nos veremos entonces.
Lo que yo decía, estas dos no se pueden ver ni en pintura. Y la verdad es que no tenia ganas de aguantar a Ariadna con sus tonterías de lo difícil que es enfermería. Ninguna carrera es fácil y ninguna gusta desde el principio, y lo digo yo que aún estando en 3° me estoy replanteando si seguir o mandarlo todo a la mierda.
-¿Quién era?- pregunta Leli que ha venido a ver qué pasaba. -No quieras saberlo. -¿Tan mala es la respuesta? -Ariadna. Y la verdad es que no quiero hablar con ella. Y tú y ella no os lleváis muy bien tampoco.
Paso de todo y vuelvo a mi habitación. No estoy para tonterías. Hoy no. Y casi que hasta que no vea a Àlex aquí tampoco.
Intento seguir con las prácticas y los apuntes, pero me es imposible después de un rato. No tengo la cabeza hoy para esto. Hoy solo quiero dormir y no despertar hasta que Àlex vuelva. Pero eso no va a pasar.
Pasan un par de días más solo yendo a la universidad y volviendo a casa con las mismas. Ya estoy más animada, aunque tampoco me encanta ponerme a hacer cosas de clase. Pero ver la foto que a subido Àlex me anima un poco y cuando termino con todo intento llamarle, no sé qué hora es allí ya. A lo mejor ya está en la cama.
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Le llamo y me lo coge enseguida.
-Hola. ¿Muy agotador el día? -Mucho. ¿Y el tuyo? Te echo de menos. -Y yo a ti Bells. Ya verás que se va volando el tiempo que queda. -Eso espero. Ten cuidado mañana. -Lo tendré. ¿Cómo os va por ahí? ¿Estáis muy aburridas? -Un poco. Las clases no son tan interesantes como tú. -Pronto me tienes ahí volviendote loca y queriéndome echar de casa. -Claro que no. Yo no me canso de ti nunca. -Ya veremos. ¿Vas a madrugar para ver la carrera? -No creo que duerma. Àlex, debe ser tarde ahí, te dejo descansar. Mañana te hablo, ten cuidado.
Paso por la habitación de Leli y la veo dormida sobre el escritorio. Así que me acerco y la despierto, que duerma si quiere pero al menos que lo haga en la cama no se vaya a joder el cuello.
-¿Insomnio? -No, aburrimiento. Y de paso que no me quiero dejar dormir viendo los libres. -¿No vas a ir a clase? -No tengo. -Es verdad. Pues ya me contarás cómo quedan los chicos. Yo no puedo permitirme más faltas por ahora. Y dejarme dormir en clase tampoco es una opción. -Ya.
Leli se mueve y va a la cama a dormir y yo voy al salón a ver la tele donde acabo viendo a saber el qué porque no le presto atención. Me tiene nerviosa el fin de semana con los entrenos y sobre todo la carrera. Pero seguro que me estoy preocupando por nada.
No duermo mucho durante la noche. Saber que Leli está despierta viendo los libres y yo tengo que ir a clase no me deja dormir. Yo también quiero ver lo que hacen esos dos en Japón. Pero no puedo. Tengo que ir a clase para dos horas de mierda y que no me apetece para nada. Desde que me vine a Lleida mi vida académica va de mal en peor. Antes no me encantaba pero iba a clase sin problemas, ahora voy por no perder la continua. Porque no me queda de otra, vamos. ¿No podemos saltarnos todo esto e irnos directamente a mediados de junio? No, no se puede.