El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)

Capítulo 78

(Marc)
Estamos ya en febrero. Para ser más precisos, en unas horas será mi cumpleaños. 27 años ya. Y a punto de tener a mi segundo y tercer hijo. Los que después de meses peleando por el nombre al final hemos decidido Leli y yo como llamarles. La niña, Isel, y tras muchas peleas con Leli he cedido a que el niño se llame León. Isel y León Márquez.

-¿Qué piensas Marc?
-Nada amor. En los niños y en mi cumpleaños.
-Mañana te vas a hacer un viejito muy sexy.
-No me provoques Leli. Tienes que estar en reposo.
-Yo no he dicho nada.
-Ya, claro. Duérmete ya. Voy a ver si Jordi está durmiendo realmente o está jugando. Ahora vuelvo.

Dejo a Leli en la cama mientras voy al cuarto de mi hijo mayor. Me da pena dejarle dormir solo con dos añitos y medio que tiene, pero tampoco es tan pequeño para dormir en nuestra habitación.

Le pillo despierto sentado en su cama y hablando con su peluche. Tiene miedo a ser un mal hermano. Lleva semanas llorando por ello. Y ahora que quedan poco más de 4 semanas para que nazcan, si no nacen antes, pues le entra aún más miedo. Es un niño muy bueno. Y me siento muy orgulloso de él.

-Hola campeón. ¿Qué te pasa?
-Papi. ¿Mis hemanitos me querán?
-Claro. Eres su hermano mayor. Tanto Isel como León te van a querer mucho. Cómo tú a ellos.
-Vale, papi.
-Ahora duermete ya o mañana no hay tarta.

No hace falta que le diga más. Se tumba él solo y se tapa como puede. Me acerco para taparle bien y después de darle un beso a mi hijo vuelvo con mi chica. La que se ha dormido. Los bebés le absorben la energía y cada día dura menos despierta.

Me meto en la cama a su lado y tras darle un beso a mi mujer y otro a su vientre, donde están mis dos pequeños, me dejo dormir.

-Buenas noches a los tres.

...

A la mañana siguiente es un niño de dos años el que me despierta saltando en la cama. Jordi tiene la costumbre de estar con los bebés nada más despertar y está vez le ha dado por despertarme.

-Papi, papi. Bebés.

Abro los ojos de golpe pensando que los niños ya van a nacer, pero luego me doy cuenta que solo están dando patadas. Leli intenta calmarme enseguida dándose cuenta de lo que había pensando que pasaba. Pero no hace falta, están todos bien, con eso me vale.

-¿Están contentos tus hermanitos?
-Mucho, papi.
-Qué bien. ¿No tienes hambre?
-Sí.- dice mi hijo llevándose las manitas a la boca.
-Pues vamos a desayunar campeón.

Le cojo en brazos y salgo corriendo con él hasta la cocina, haciendo que Jordi se eche a reír. Me encantan estos días en familia. Y me gustarán aún más cuando lleguen los mellizos.

Le meto en la trona y le preparo el biberón como todas las mañanas. Leli llega a su paso a la cocina poco después y me sonríe enamorandome aún más. No hay día que me arrepienta de tenerla a mi lado. Y creo que nunca lo haré.

-¿Lo de siempre?
-Sí.
-Sientate, ya te lo llevo yo a la mesa.
-Me puedo mover Marc. Solo estoy embarazada.
-Deja que te lleve el desayuno por una vez. No me seas tan cabezota Leticia.
-Vale.

Le doy el biberón a Jordi que se lo bebe él solito sin ayuda de nadie, y me pongo a preparar el desayuno mío y de Leli. Nada como desayunar en familia el día de tu cumpleaños. Y mejor que disfrute de la tranquilidad antes de que vengan Àlex y Bells con las niñas.

Desayunamos tranquilamente y pasamos de nuevo un buen rato con el niño en la cama. Jordi no deja de jugar con sus hermanitos que le responden a cada toque que da. Al final Leli le va a acabar apartando porque tanta patada tiene que doler. Pero adora al niño y le deja jugar.