Al día siguiente no quiero dormirme. Àlex ha terminado por fin los libres. Pero Joel me obliga a dormir porque Àlex y yo no saldremos hasta por la mañana de aquí.
No me queda de otra. Àlex no va a venir a dormir aquí. Así que duermo hecha una bolita humana en la cama. Le quiero aquí conmigo.
A media noche o quizás algo más tarde, no puedo dormir ya. Noto algo que me da miedo. Pero cuando voy a levantarme de la cama ya hay alguien en ella también. El grito que pego del susto despierta a todos en casa.
-Bells, cállate. Soy yo amor. Soy Àlex.
Intento que la vista se me adapte a la oscuridad y cuando lo hace veo que si que es él. Podría haberme despertado antes de meterse en mi cama, ¿no?
-¿Qué haces aquí? -Llegue tarde y estaba más cerca de aquí así que decidí quedarme con mi chica. -Àlex, no soy idiota. Cervera está a menos tiempo del Aeropuerto que Lleida. ¿Por qué estás aquí? ¿Ha pasado algo? -No. Solo quería dormir contigo hoy. -Podría haber ido a Cervera y esperarte en casa. -Deja de darle vueltas amor. Vuélvete a dormir. -No tengo sueño. ¿Sabes el susto que me has dado? ¿Joel sabe que estás aquí?
Y me besa. Es la única manera de mandarme a callar y de calmarme posible. Me monto una película en menos de cinco minutos.
La verdad es que dormimos bien poco. Yo ya no tenía sueño, y él... A Àlex no hay que decirle mucho para que se anime. Aunque tampoco es Marc.
Apenas duermo. Tenemos que salir temprano por la mañana porque aún tenemos que ir a Cervera a buscar la maleta de Àlex. Y luego nos vamos a Almería. Más concretamente a Mojácar.
La verdad es que el viaje no dura poco, pero a mí ni el hambre voraz que tengo ni el sueño demoledor me piensan detener para ponerme el biquini y salir zumbando de cabeza al agua. Soy más de mar, pero me puedo conformar con la piscina.
Separó a Leli de Marc en cuanto llegó y me la llevo para que me ayude a elegir biquini, y para que me cuente qué es eso que me dejo caer hace dos días.
-¿Estáis saliendo? -Pues... ¿A quién voy a mentir? Sí, supongo que las chicas te habrán contado el rollo que hubo con tu prima, sino te lo cuento yo. -Muy por encima, pero que casi la dejas inconsciente o tirada. -Básicamente. Desde que nos alejamos un poco de tu casa ya empezó a meter mierda sobre Marc. Que si solo me estaba utilizando para bajarse los calentones. Que si era poco para Marc. Te lo juro Bells, no la maté porque es tu prima. -Hablaré con ella Leli. No quiero que se meta entre vosotros. -Bueno, pues resulta que le conté todo eso a Marc y por poco no me pienso que me iba a pedir que me casara con él. Se me arrodilló y todo. Y bueno, me pidió salir y que me viniera con él aquí a Mojácar.
Me quedo petrificada al oírla. No conocía esa faceta de Marc. Pero es que hace muchos años que no trato con él. La gente cambia, y más cuando la última vez apenas tenía 9 años.
-Me gusta este, a Àlex se le va a caer la baba cuando te vea.- dice rebuscando en mi maleta.
Ha elegido el más discreto de todo, no hay duda. Aunque vamos que ella va muy discreta de la vida también. Con ese biquini digno de mi princesa Disney favorita, Ariel.
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-A él y a media piscina Leli. Será mejor que me ponga el o... -Este. No me voy a ir de aquí hasta que te lo pongas. -No debí pedirte ayuda a ti. Todavía creo que estoy a tiempo de ir a preguntarle a Marc. -¿Crees que te va a decir que el otro? Aunque ninguno de los dos deja margen a la imaginación, la verdad. -Vale. Me pongo este.
¿En qué momento se me ocurrió pensar que esto era digno para lucirlo en público? ¿Y como se me ocurrió que era buena idea pedirle consejo a la loca de pelo azul llamada Leli?
Me pongo el biquini y no sé si morirme antes de salir así vestida. Así que me pongo un pareo como vestido.
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Leli me mira desilusionada. ¿En serio me veía capaz de salir con eso solamente? Sí que está loca sí.
Àlex no parece estar por ninguna parte, y Marc parece que está cortado por la misma tijera que Leli. No voy demasiado vestida, en cuanto se me ocurra quitarme el pareo todos los tíos de aquí van a empezar a babear. Y el primero Àlex. Y da igual que tenga delante a Marc que está para violarlo, no lo niego, que cuando veo aparecer a Àlex se me cae la baba pero a mí.
-¿Un bañito? -Claro.- le respondo y me quito el pareo tirándoselo a Leli y dejando a la vista el biquini nada llamativo que me ha dicho mi amiga que me ponga.
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Las caras de Àlex y de Marc cambian en menos de dos segundos. Y eso que Àlex ya me ha visto sin nada.
-Creo que he cambiado de idea, ¿y si vamos a...? -Yo me voy a meter en la piscina y tú puedes hacer lo que quieras.
Y tras esto no dudó en meterme de una vez en la piscina. Dejado a Àlex duro, a Leli meándose de la risa y a Marc con cara de idiota. Pero Àlex no tarda en meterse en la piscina detrás de mí y acaba arrinconándome en una de las esquinas de esta. Y la verdad, es que al final es él el que se sale con la suya y en vez de parte en la piscina pasamos la tarde encerrados en la habitación solos. Os podéis imaginar las ganas de salir de la cama que podía tener yo por la noche. Ninguna, pero había que hacer acto de presencia o Leli y Marc ya tendrían fiesta para rato al no aparecer después de toda la tarde desaparecidos.
-¿Qué, estaba buena la cama? -Muy buena, sí. -Parece que no te duró mucho puesto el biquini, eh. -Pues ¿te puedes creer que no lo he encontrado aún?
Ya tiene vacilón para rato Leli. ¿Quién me manda a mi a abrir la boca?
