Capítulo 90

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Tras las vacaciones hay que volver a la rutina. Y la verdad es que no veo la hora de que llegue algún GP o vacaciones para tener un poco de relax. Cada día que pasa me dan menos ganas de escribir. Pero no me puedo  escaquear porque ya ni la escusa del carné tengo.

Sí, ya me he sacado el carné de moto. Pensé sinceramente que tardaría más, pero al final solo tardé un par de meses por lo poco disponible que estaba para hacer prácticas y por lo que tardaron en darme fecha para examinarme. Pero ya hace meses que puedo chinchar a Marc con que yo tengo carné de moto y él no. Es muy gracioso ver cómo se cabrea tan rápido al nombrarle el tema. Es como un niño pequeño. Y eso que tiene tres hijos ya.

Ahora mismo estoy estirada en la cama sin ganas de nada. Tendré que levantarme y desayunar pero no hay ganas ahora mismo de salir de aquí. No hasta que veo a una loca que no debería estar en mi casa.

-¿Qué mosca te ha picado Leli?
-Levántate ya o te saco yo.
-No habíamos quedado. ¿Verdad?
-No. Pero tienes que ir a un sitio.
-No. No tengo ninguna cita de nada pendiente.
-Qué te levantes ya Bells.

Le hago caso a la loca de Leli porque la veo capaz de tirarme al suelo. Salgo de la cama, voy al armario a por algo que ponerme, pero Leli me dice que no a todo lo que cojo.

-¡¿Y que me pongo?!
-Ahora sube Àlex y te lo explica.
-¿Y para que me sacas de la cama si no me puedo cambiar?
-Pues no lo sé.

Leli desaparece de mi habitación y espero sentada en la cama por mi marido.

-¿Todavía sin vestir?
-Leli no me ha dejado ponerme nada.
-Algo cómodo. Luego te cambias.
-¿A dónde vamos? ¿No deberías ir a entrenar?
-A eso voy.
-¿Quieres que vaya a entrenar contigo?
-Así te despejas y te relajas que un día de estos explotas en casa con el libro ese.

Me levanto de la cama y voy hasta donde está Àlex y le beso. No es un beso súper apasionado pero es un beso.

-Gracias.

Echo de la habitación a Àlex, que ya me lo conozco y con él aquí dentro vamos a tardar el triple de tiempo en salir de casa y cuando estoy preparada me despido de Leli y mis mellis que hoy van a pasar el día con su tita y sus primos. Bueno y de Stich que se nos quiere ir con nosotros.

No he pasado un día tan divertido en mucho tiempo. Àlex tenia razón, entrenar con ellos hace que suelte encima de la moto todos los nervios que me produce escribir. O más bien las prisas de la editorial. Escribir al principio era algo relájate, ahora es algo que me agobia, y no el hecho de escribir sino de no sepan ver qué sigo siendo una persona con su vida privada además de tener que darles de comer a ellos con mis libros.

Hacía mucho que no me subía a una moto. Diría que unos 5 años. Aunque no estoy segura del todo. Bueno, sin contar las prácticas del carné de moto. Me refiero a venir a entrenar con Àlex, disfrutar de pilotar. Lo mejor es ver cómo se pica Marc, y eso solo enciende mi vena competitiva, cortocircuita esa parte de mí cerebro que me dice que no le escuche y solo puedo pensar en hacerle tragarse sus palabras y sus chulerías. Y con solo ver cómo se queda Marc tras acabar se dice todo.

 Y con solo ver cómo se queda Marc tras acabar se dice todo

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El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora