Capitulo 54

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Estoy en las nubes. Ya han pasado algunos días desde fin de año, pero yo sigo como una niña menuda en el día de Reyes, que por cierto es mañana y no le he comprado nada a Àlex. Olé tú, Bells. A ver cómo salgo yo a la calle hoy día 5 de enero para comprarle algo a este chico sin que se me acople.

Iba a llevarme a Leli que tampoco tiene nada para Marc, pero creo que ya sé lo que le va a regalar y además ya se han ido. ¿Y yo que coño compro ahora?

Y lo peor es que lo que más nerviosa me tiene no es saber que comprarle a Alex, ni cómo presentarle al resto de la familia que aún no conoce tiendo en cuenta que nos vamos a casar. No, lo más nerviosa que me tiene es ver a Àlex mañana rodeado de niños. Verle el otro día con la enana me afectó. Cuando le vea con la otra niña que es aún más pequeña en brazos, Bells ahoga a todos en un mar de lágrimas.

Le preguntaría a Marc sobre qué puede gustarle a Àlex, pero como ya iba diciendo ha pasado de presentaciones no necesarias y se ha vuelto a Catalunya con Leli. Genial, dejadme sola con todo esto.

Leli me va a matar. Aún no le he dicho que me caso con Àlex. Ni siquiera sé si debería decírselo a mi familia o esperar a cuando suene menos a locura y tenga más sentido soltarles que me caso. No me veo casandome en 6 meses con Àlex la verdad. Pero no sé lo que piensa él.

Le pillo en mi habitación mirando una foto de cuando éramos críos. No me acuerdo que edad teníamos ahí, pero Àlex la mira embobado.

-Estás mejor ahora. Por aquel entonces eras una bolita adorable.
-No recuerdo haber visto esta foto.
-Nos la hizo mi padre. Así que es normal que no la recuerdes.

Vuelve a soltar la foto en su sitio y se me acerca rápidamente. Me besa y poco a poco me va arrinconando hasta hacerme caer en mi cama. Le veo las intenciones y me aparto rapido y me escabullo hasta la habitación de mi hermano que es la única que tiene pestillo, ya que desde que sale con Dani mis padres no quieren encontrarse cosas raras y le han obligado a cerrar con el pestillo cuando vayan a hacer algo.

-¿Qué pasa hermanita?
-Àlex quiere hacerme cosquillas. Y ya sabes...
-Sí, yo te protejo.

Escucho a Àlex reírse detrás de la puerta y luego decirme que soy una miedica y que esto es trampa. Cómo que le voy a dejar que me haga cosquillas cuando a mí no me hace reírme sino dolerme. Que no, a mí no se me hacen cosquillas.

Le doy vueltas a que comprarle a Àlex para mañana y entonces me viene una idea a la cabeza. Pongo el salón patas arriba buscando lo que necesito y luego salgo camino al sitio que necesito.

Cuando vuelvo intento que Àlex no me vea traer lo que he comprado y lo guardo en el armario con cuidado.

Es justo la hora de comer ya cuando llegó así que están todos en la cocina esperando por mí para comer. Comemos tranquilamente y luego cada uno desaparece por su parte. Mi madre siempre deja algo para último momento, y mi hermano quiere ver a Dani porque mañana va a estar todo el día en casa de nuestra abuela.

Nos quedamos solos Àlex y yo en casa. Y nos dedicamos a ver la tele sin prestarle mucha atención a lo que pasa. Solo quiero disfrutar de estos pocos momentos solos que podemos tener. Y estoy tan tranquila y relajada que me acabó dejando dormir encima de Àlex.

Me despierto ya casi de noche ya con Àlex a mi lado en la cama mirándome. Debe de haberme traído a la cama cuando me deje dormir viendo la tele. Me encanta estar así con él. Pero no tardan mucho en obligarnos a salir de cama aunque la cena aún no esté preparada.

Mi padre no debe recordar lo que es ser joven. Porque no nos deja estar mucho tiempo solos.

...

El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora