Capitulo 29

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Ha llegado el día. ¡¡Nos vamos a Alemania!! Anoche nos quedamos en casa de los chicos con ellos. Leli y Marc no han dormido mucho la verdad. Y yo tampoco, pero lo mio es por los nervios. Siempre me pasa lo mismo. La madrugada de Reyes, de mi cumpleaños, de un viaje, de una celebración, etc. nunca puedo dormir. Siempre he sido como una niña pequeña para estas cosas.

-¿Nerviosa?
-Mucho. Nunca he estado en un GP.
-Seguro que te gustará.
-Sí.

Salimos de la habitación ya preparados para salir camino al aeropuerto. Pero parece que Marc y Leli aún no han acabado con la sesión de mimos.

-¿Vais a parar ya?
-Como tú no haces nada, uno tampoco puede.
-Vale, haz lo que quieras. Cuando te graben no me digas.
-No eres el mejor para hablar. A vosotros dos ya os tienen fichados las cámaras.
-Pero yo no doy muestras de afecto en público.

Marc no vuelve a hablar. Leli parece una loca. Aún no hemos salido de casa, menos aún del país, y ya parece una fan loca de Marc. Ayer arrasó con media tienda del Fan Club (Marc estaba generoso, básicamente porque es Leli y se la tira).

Por fin salimos camino al aeropuerto. ¡Que nervios! Y una vez en el avión no suelto a Àlex en todo el vuelo. Aún no me he acostumbrado a volar. Y eso que de pequeña volaba varias veces al año. Leli, va vestida más normal ahora. Tras decirle que iba a llamar mucho la atención en el aeropuerto se puso un vestido que no deja mucho a la imaginación de Marc. En cuanto lleguemos a Sachsenring esos dos se van a arrancar la ropa a pedazos. Solo hay que ver cómo se miran ahora mismo. Esa mirada de Marc derrite hasta a una lesbiana. Àlex deja caer algún pico cuando cree que nadie mira, pero Marc grita a los 4 vientos las ganas de follar que tiene con Leli. No es muy difícil descubrirlo. Porque o es eso o mi cuñi querido está más que bien dotado, que no lo dudo tampoco. No hace falta que Leli me lo cuente, con solo ver el arma de mi novio no hace falta que me intente imaginar mucho lo que tiene ahí mi cuñado.

Pisamos suelo alemán. Pero mis nervios van a más. Y lo peor es que no me puedo agarrar a Àlex para no llamar la atención. Aunque tener a Leli a mi lado dándome ánimos ayuda un poco.

Y como ya os iba contando en cuanto pisamos el circuito de Sachsenring Leli y Marc desaparecen dirección al Motorhome. Y como a nosotros no nos va oír más allá de lo necesario a esos dos dejamos las maletas y Àlex decide enseñarme el circuito tranquilamente. La verdad es que no atiendo a nada de lo que me cuenta. Solo puedo centrarme en él. En mirarle. Y me acaba pillando.

-¿No te estás enterando de nada verdad?
-Lo siento.
-Da igual. Vamos, voy a presentarte al equipo.
-¿Qué? No. Por favor.
-No muerden.
-Sí es tan importante para ti...

Me da un beso, me agarra de la mano y me lleva hasta el que será su box este fin de semana. Me quedo maravillada viendo su moto. Es tan... No tengo palabras. Àlex se esfuerza en presentarme a todo su equipo, pero yo solo me quedo con lo que dice Guille al verme embobada viendo la moto.

-Parece que te va a cambiar por la moto. Jajaja.
-Yo no sería capaz de pilotar esto. Pero es preciosa. Diría que incluso más que la de Marc. Esta es azul.
-Sí, te cambiaría por la moto.
-¿Puedo verla más de cerca?
-Claro.- me responde Àlex.

Àlex y Guille siguen peleandose de coña con el tema de con quién me voy a quedar, si con él o con la moto. Y sigo consentrada en cada detalle de la moto hasta que Àlex me saca de mi nube.

-¿Qué?
-Qué aquí el amigo está interesado en saber que estudias, y sinceramente no me acuerdo.
-Creo que no te lo he dicho.
-Eso tiene sentido.
-Acabo de acabar el 2° año de Ingeniería Mecánica. Aunque nada comparado con esto. Ya quisiera yo.

Dejo de mirar la moto y veo la cara de mi novio y de su mecánico. ¿He dicho algo fuera de lugar? ¿Por qué me miran como a un bicho raro?

-¿Tengo algo en la cara?
-No, no. Vamos, Marc ya debe de estar más tranquilo.
-Ehh... Vale.

Volvemos sobre nuestros pasos y llegamos al Motorhome. Que parece estar vacío. Habrán salido a dar una vuelta como nosotros. Y ya solos saco el tema de mi carrera.

-Ari te había dicho que hacía Magisterio, ¿verdad? ¿En serio tengo pinta de querer cuidar niños de 3-5 años todos los días? Si acaso los tuyos, pero tampoco me veo.

Vale, voy muy rápido para la cabecita de mi novio que se acaba de quedar blanco y petrificado.

-¡Nooo! Àlex no quiero decir eso. No quiero hijos aún. Ni siquiera lo decía en sentido de que fueran nuestros. Solo tuyos. De niño eras adorable.
-Ya.
-Mejor dejemos el tema.

Y como no parece animarse empiezo a dejarle besos por donde pillo. Y la verdad es que se me va de las manos y si no es porque Marc aparece de repente quizás me lo habría tirado. Que ya había decidido hacerlo, pero no ahora. Y tampoco creo que fuera la mejor manera de hacerle olvidar a Àlex lo de ser padre.

Los chicos desaparecen por temas del GP, y Leli y yo nos quedamos ahí hablando de la poca experiencia que llevamos de momento aquí. Cómo ya me imaginaba ella y Marc han hecho de todo. Y yo le cuento mi error con Àlex. Aunque enseguida empieza a decir que debería haber retenido a Marc más tiempo. ¿Qué otra oportunidad vamos a tener para hacerlo? Los entrenos son pronto y cuanto más se acerque la carrera será peor. Quizás tiene razón. Pero no he venido aquí a costarme con él sino a darle ánimos durante el GP. Aunque Leli si parece que haya venido para eso.

El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora