Capítulo 87

210 11 6
                                    

Ya han pasado tres de los veinte Grandes Premios del año. Ya estamos a finales de Abril. Dentro de unos días es el cumpleaños de Àlex. El número 25. Los chicos están por casa, y yo ya no sé qué hacer si morirme o qué. La editorial no hace más que darme problemas. Y yo no puedo cuidar de 5 niños, escribir un libro nuevo, y aguantar las tonterías de la editorial. Estoy por mandar todo a tomar viento y centrarme en mis dos hijas y poco más. Pero no es tan fácil.

Menos mal que Leli y Marc están con esos tres pequeños que tienen y no están ahora mismo por casa también.

Estoy tumbada en el sofá intentando relajarme después de la llamada de la editorial que acabo de tener pero es imposible. No hacen más que meterme prisa. Cada vez quieren antes las cosas y yo no soy una máquina. Soy una persona, y además de escribir el libro tengo muchas más cosas de las que ocuparme. De mis hijas, de mi marido, de mis sobrinos, de Stich. De mucho en general.

-¿Cocino yo?
-No, ya me levanto. Disfruta de las niñas.
-¿Me lo quieres contar?
-No es nada Àlex.
-Cómo quieras.

Àlex vuelve con las niñas, y yo me levanto sin ganas del sofá y voy a buscar algo rápido que hacer de comer. No tengo ganas de volverme loca haciendo un banquetazo para nosotros 2.

Preparo algo para Àlex y para mí y les caliento el potaje a las niñas. Hoy no tengo ganas de nada. Ni mis niñas me animan hoy. Por eso mismo Àlex intenta dejarme sola durante todo el día.

La que no parece querer dejarme tranquila es Leli que no tiene poco con hacerme cuidar de los niños cuando ella se va de GP, a trabajar, sí, pero está con Marc al fin y al cabo, sino que me tiene que llamar cuando peor estoy para preguntarme tonterías.

-¿Sí?
-Hola, no quiero distraerte de la novela.
-No estaba escribiendo.
-Vale.
-¿Qué pasa?
-Es que estoy llamando a Almudena y a Fabio para felicitar a Fabio pero no contestan. ¿Sabes si tenían algo planeado para hoy?
-No. Que yo sepa no. Pero puedo intentar ver si los localizo.
-Vale. Gracias.
-Seguro que están bien. Tranquila.
-Vale. ¿Todo bien por ahí? Te noto rara.
-Nada importante. El editor que me tiene frita con tanto meterme prisa. ¡Qué lo escriba él! Yo no puedo con dos hijas, un marido en la otra punta del mundo y tres sobrinos a cargo cada dos semanas ir al mismo ritmo que una persona sin compromiso ninguno. Tengo vida privada además del puto libro.
-No es tu mejor día, no.
-Solo necesito relajarme un rato. ¿Queréis que vayamos?
-Àlex querrá descansar después de Austin.
-Sí. Pero puedo conducir yo.
-Hablamos de conducir, ¿qué tal?
-¿Qué tal el qué? Ya sabes cómo conduzco. Llegó casi 7 años haciéndolo.
-Ehh... Nada. Qué tantas horas de vuelo me dejan idiota.
-No necesitas un vuelo transoceánico para eso.
-Avisa si sabes algo de esos dos o si vais a venir.
-Sí te vas a tirar a Marc solo dilo y os dejamos tranquilos.
-Qué no. Es por ordenar esto.
-Vale. Adiós Leli.

Me decido a escribir un poco en el ordenador, y a revisar un poco lo escrito hasta ahora y luego antes de olvidarme llamo tanto a Fabio como a Almudena, pero como dice Leli nadie responde. A lo mejor han ido a comer para celebrar el cumpleaños de Fabio. O se han echado una siesta después de comer ahora que todavía no tienen niños por casa. Aunque no les faltará mucho. Un mes como mucho.

Cuando he decidido que ya está bien por hoy, cierro el ordenador y voy a ver a Àlex que está jugando con Laia y Lara.

-¿A quién le apetece ir a ver a los primos a Cervera?
-¡A nosotas!
-Pues a vestirse.

Laia tira de Àlex para que la vista mientras Lara se queda quieta donde está.

-¿No te vas a cambiar?
-No. Ya tengo ropa mami.

Esta niña no puede haber salido más a mí. Con tener ropa le vale. No le va arreglarse ni ponerse guapa. Pero vamos que sólo tiene 2 años. Ya cambiará y dejará de ser mi bebé.

Laia se ha vestido con una faldita azul y una camiseta blanca con la hormiguita de su tito. Regalo de cumpleaños del tío Marc. No podía ser de otra persona no.

Todos preparados ya cogemos el coche y vamos rumbo a Cervera. A casa de Marc. A ver a este, a Leli, Jordi, Isel y León.

Laia y Lara se vuelven locas al ver a los mellizos y Jordi va directo hacia Àlex que tiene a Stich en las manos. A todos los niños les gusta jugar con Stich, y a él los niños. Es un perrito muy cariñoso, le gusta mucho tener niños cerca. Parece ayer cuando llegó Àlex hace 3 años con él. Casi lo mato por meterme un perro en casa, pero Stich se ganó mi cariño desde el primer día. Es imposible no amarlo.

Laia y Lara juegan con Isel y León tranquilas. Jordi se entretiene con Stich. Y los mayores hablamos de nuestras cosas hasta que nos suena a los 4 el móvil. Primero nos suena a Leli y a mí a la vez. Y unos minutos después a Marc y Àlex. Miro el móvil y no puedo no morir de amor. Es Almudena.

 Es Almudena

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora sí que me he animado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora sí que me he animado. Ya tenemos planes para después de Jerez. Hay que conocer a Ethan. Además, echaba ya de menos a Almudena, y empezaba a preocuparme que no devolviera aún las llamadas. Pero como ha dicho ella misma era por un buen motivo. Aunque podrían haber avisado una vez en el hospital de que ya venía Ethan. Aunque les entiendo, los nervios no dejan ni dos minutos para avisar de nada. Al menos parece que ha ido todo muy bien. Me alegro por ellos. Ahora a disfrutar del bebé.

.

.

.

Aquí capítulo nuevo. Espero que os guste mucho. Mañana es posible que suba otro ya que esta semana solo he subido este. 😘😘

El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora