Ya han pasado casi dos semanas desde que mi prima tan maravillosa volvió con el niño casi muerto. En cuanto nos lo pudimos llevar a casa sin que Ari le pusiera un dedo encima me encargué de mimarle a todas horas y comprarle un par de peluches para que juegue con ellos.
Le quiero tanto. Y es tan adorable. Está para comérselo a besos.
Llevo toda la semana cuidando yo solita de él. Los chicos se han ido hace días a San Marino al GP de Misano. Pero no me importa tener que cuidar de él. Así cojo costumbre si alguna vez yo y Àlex somos padres. Además, este angelito no molesta a nadie.
Me da pena dejarle solo en la cuna esa improvisada que le hemos buscado así que aprovechando que Àlex no está lo meto en la cama para que duerma conmigo. Es tan mono dormidito. Se hace una pelotita pegado a mí y ya no sé mueve más hasta que se despierta para comer.
Pobre, a veces está tan dormidito (y yo que soy tan calurosa) que busca el pecho y medio intenta engancharse a él. No me importaría, pero es que no va a salirle nada.
Ahora estoy dándole un biberón mientras veo el libre 1 de Àlex. Marc ha quedado 1° antes. El enano parecía saber que su padre estaba en la tele, porque no sé estaba quieto en el carrito. Le tenía ahí metido para poder ver los libres y enterarme si le pasaba algo.
El FP1 de Moto2 está casi acabado cuando casi dejo caer a Jordi con el biberón.
Àlex ha tenido una caída que ya me ha asustado con solo verla.
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Espero tranquila mientras Jordi termina de tomarse el biberón y cuando se lo termina y le hago echar los gases casi me echo a llorar. Se lo están llevando en camilla.
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Qué no sea nada. Qué no sea nada, por favor. Que pueda seguir con el GP normalmente. Solo será un susto. No pasa nada Bells.
Jordi se duerme rápido. Espero por noticias ya sea del mismo Àlex o de Marc, o como si es de los de Movistar. Me da igual. Con tal de saber si mi prometido está bien me da igual de quién venga la información.
Al final las noticias llegan de mano del equipo. No ha habido fractura de la cadera pero tiene una hemorragia que le va a impedir seguir en el GP.
No espero por noticias de nadie más. Corro a mi habitación saco una maleta pequeña del armario y meto un poco de ropa mía y un poco de ropita de Jordi. Cojo el bolso, el bolso con las cosas de Jordi (pañales, mudas, biberones, y eso) y salgo con él dirección al coche y una vez todo dentro, al aeropuerto. Me voy a San Marino a cuidar de mi novio. Y me da igual lo que me diga al verme. No voy a dejarle solo ahí sin poder moverse.
