Capitulo 5

1.5K 69 11
                                    

Me va a dar algo. Acabo de salir del primer examen de este cuatrimestre. Y algo me dice que voy a tener que volver a venir en julio porque me ha salido de pena y ni las prácticas me salvan la asignatura. Será mejor que me calme hasta que salga la nota. Son las 14:30 de la tarde, otro día moriría por llegar a casa y devorar todo lo que haya en casa, pero hoy no me apetece volver aún.

Llego al coche y enciendo el móvil, ese mismo que lleva tres días apagado. Tenía miedo a ver la respuesta de mi tía y además quería estar concentrada para poder estudiar sin que las locas de las chicas me mandaran un mensaje cada cinco minutos.

Y como era fácil de preveer, nada más encender el teléfono me inundan los mensajes pendientes de leer. Cómo el domingo, la mayoría son preguntas tontas del grupo de clase. Nada importante. Mucho mensajes del grupo de las chicas con las que me disculpo con un: "Lo siento por apagar el móvil, necesitaba concentrarme para el examen." Y por último el mensaje más importante, el de mi tía.

"Hola sobrina. Entiendo que estés ocupada por los exámenes, no pasa nada. Seguro que te irán bien. Respecto a tu propuesta me parece perfecta, tengo que planear cómo hacer para que no se lo espere tu prima pero le va a encantar tenerte aquí para él día de su cumpleaños. Ya hablaremos más sobre ello cuando puedas y cuando tenga una idea. Que tengas un feliz día y te vayan muy bien los exámenes"

Una alegría infinita me invade. Pensar que en cosa de dos semanas veré al fin a mi prima... Es maravilloso.

"Hola. Siento no haber hablado antes. He estado liada estudiando y apagué el móvil el otro día. Podría ir un par de días o una semana. Bueno, ya me contarás qué tenias pensado. Puede que no esté muy activa, en dos días tengo otro examen y pues... Eso que tengo que estudiar. Pero ponme lo que sea que yo lo miro en un ratito libre que tenga. Pd: tengo muchas ganas de veros a ti y a Ariadna. Os echo muchísimo de menos."

Alguna lagrimita se deja caer por mi cara, pero las paro y limpio enseguida. No es el mejor sitio para llorar. Ni el mejor momento.

No tengo hambre, y no quiero volver a casa, pero tengo examen el viernes y necesito estudiar. Así que tendré que volver a casa ya. Que remedio. Que ganas de que se acaben los exámenes y poder irme a ver a Ariadna y a  mi tía.

Estoy llegando a casa cuando suena el móvil. Claramente no voy a mirarlo conduciendo pero me pongo nerviosa pensando si será mi tía. Aparco y enseguida saco el móvil. Exactamente es de su tía.

"Me parece perfecto lo de que vengas una semana. Le encantará a Ariadna tenerte por aquí. Está muy nerviosa con la PAU. ¿A tí cómo te van los exámenes?"

"Es verdad. Que esté año acababa Bachillerato. Seguro que le va genial en Selectividad. Parece más de lo que es en realidad. Yo de momento solo he hecho uno, me quedan 4 más, pero ya veremos cuando esté la nota como de bien ha salido. Miraré vuelos entonces. Luego si quieres le llamo y la intento calmar un poco."

Ahora sí salgo del coche y entro en el portal para subir a casa. Un segundo sin ascensor. Vaya mierda de casa. Me veo obligada a comer nada más entrar por la puerta, mi padre no aceptaba un no por respuesta. Y en realidad necesitaba comer aunque no me hubiera dado cuenta.

Entro en mi habitación y tras cerrar la puerta me dejo caer en la cama. Vaya día más largo y eso que aún no ha acabado. Miro vuelos para Barcelona y me encuentro con que no hay vuelos para el día del cumpleaños de mi prima hasta por la noche. Hago una captura de los dos vuelos más cercanos incluido el que sale de noche de aquí y se la mando a mi tía.

"Hay un problema. No hay vuelos para ese día más temprano. Y el vuelo anterior es el día anterior al medio día. ¿Qué hago?"

Mi tía se pega un rato para responder pero responde finalmente.

"Coje el del día anterior. De aquí a ese día ya veo que hacemos"

Vale. Pues salgo de aquí el 8 de junio y vuelvo el... 20. Ya que estoy me quedó el fin de semana también, no creo que digan nada. Pago los pasajes y me pongo a estudiar. Porque muy bonito todo pero tengo que estudiar para el examen de dentro de dos días. Si me dejan, porque en cuanto enciendo el ordenador suena el móvil y respondo sin mirar quién es.

-Me da igual quien seas, estoy ocupada estudiando. Llama más tarde.
-Es urgente.- dice una voz que conozco a la perfección.

Salgo corriendo de mi habitación hacia la de Joel, pero mi hermano no está.

-¡¿QUÉ LE HAS HECHO A JOEL?!
-Nada. Yo no le he hecho nada.
-¡¿ME QUIERES CONTAR DE UNA VEZ QUE LE HA PASADO A MI HERMANO?! Porque si no me llamas por él te cuelgo.
-¿Puedes venir a buscarlo? Está... Mal.
-¿Qué le has dado está vez?
-¿Yo? Ha venido ya así.
-20 minutos. Estoy ahí en 20 minutos.
-Ven rápido.
-Lo que me deje el tráfico.

Le cuelgo a mi ex y mejor amigo de mi hermano y tras echarme las manos a la cabeza busco las llaves de mi coche y salgo pitando de casa. Si Fran me ha llamado es por algo fuerte. O está drogado o como una cuba, y si Joel está así es por algo fuerte. Espero que no sea por quién yo pienso, entonces no voy a animarle en semanas. Y ahora que pienso irme 12 días a Lleida no es el mejor momento para que esté mal.

Llego en 15 minutos al Puerto. Aparco y corro hasta el bloque de apartamentos donde vive uno de los mejores amigos de mi hermano. Subo en el ascensor hasta el quinto piso y tocó al timbre al llegar a su puerta. Menos mal que no es Fran quien me abre la puerta, sino otro de los mejores amigos de mi hermano, Daniel, el que lo hace, si no le hubiera metido un puñetazo en toda la cara.

-Dani. Joder. ¿Qué le ha pasado a Joel?
-Es largo de contar.
-¿Es por...?
-Sí. Lleva días dándole vueltas a lo que todos hemos oído y... Se la he encontrado hoy y cuando no se lo ha negado... Se ha derrumbado.
-¿Pero es de mi hermano?
-Noo. Por eso le ha jodido tanto. No le importaba que tuviera otro, al fin y al cabo no eran nada serio, pero si le estaba pidiendo que lo hicieran oficial aún sabiendo eso.
-¡La mato! ¿Cómo de mal está?
-Yo te lo llevo al coche, será mejor que no le veas así.
-Vale. Os espero en el portal.

Abrazo al que es para mí como mi segundo hermano y salgo de casa de mi ex para esperar por Dani y Joel. Y no puedo evitar meter un grito cuando los veo salir del ascensor.

-¡¿QUIÉN TE HA HECHO ESO?!

Corro hasta mi hermano y le miro bien la cara llena de moretones. Tiene el ojo hinchado y magullado.

-¡¡CONTÉSTAME JOEL!!
-No quieres saberlo, créeme.
-¡Eres mi hermano! Me interesa todo lo que te pase.
-El mismo que te ha llamado para que me sacaras de su casa.

No ardo en llamas al instante por milagro de la naturaleza. ¿En serio a tenido la poca vergüenza de llamarme cuando era el causante de que esté en ese estado? ¡¡YO LO MATO!!

-Mireia. Relájate. Yo también he estado a punto de meterle de ostias, pero no vale la pena.
-No me jodas Daniel. ¿Por qué?
-Supongo que porque me lo merecía. He llamado puta a la madre de su hijo.

Miro a mi hermano y luego a Dani. Y me dirijo hacia este último cuando hablo.

-Dime que no...
-Sí. Es lo que piensas.
-¡¡LOS MATO A LOS DOS!!

Dani suelta a Joel y me agarra hasta atraparme entre él y la pared del portal del edificio.

-¿Te vas a calmar?
-¡Le ha puesto los cuernos a mi hermano con su mejor amigo!
-Lo sé. Relájate. ¿No crees que sería peor para Joel ver cómo te pegas con Fran?

Miro a Joel y consigo relajarme, aunque reviento en lágrimas. No puedo ver cómo le ha dejado ese imbécil. ¿Cómo va a ir a trabajar así? ¿Cómo se lo va a explicar a papá? No puedo dejar solo a Joel asi. Mi viaje tendrá que esperar.

Más calmados al fin vamos hasta el coche y Dani se ocupa de llevar el coche y yo me quedo detrás con Joel. No quiero dejar solo a mi hermano mayor. Tiene que dolerle mucho todo eso.

-¿Os he dicho alguna vez que pareceis novios por momentos?
-Solo es mi hermanito/a.- decimos los dos a la vez.

Nos reímos los tres y al llegar a casa decidimos que pasaremos la noche los tres juntos. Cómo cuando éramos niños. Aunque entonces mi hermano no se peleaba con su mejor amigo y a Dani no se le salían los ojos al verme en pijama. Son muchos los que han pasado y traen cambios. Claramente ya no somos niños ni adolescentes. Tenemos 20 y 23 años y las fiestas inocentes de pijamas quedaron muy atrás ya.

El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora