Capitulo 58

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Salgo de casa de los chicos, cojo el coche, dejo el paquete de Àlex en el asiento del copiloto y vuelvo a casa. Y al entrar en casa empiezo a tener miedo. Hay demasiado silencio. Llamo a Leli a gritos y entro en pánico cuando la encuentro.

-¡LELI!

Estoy muy nerviosa, no pensé que está loca pensase en hacer esto. Sino no la habría dejado sola. Tengo miedo de moverla, no sé ni qué hacer. Verla así, en el suelo del baño... ¡Tengo que hacer algo!

Intento mantenerla estable y llamo a una ambulancia antes de que pueda pasar más tiempo. Ni siquiera sé cuánto tiempo lleva así.

El tiempo que tarda en llegar la ambulancia, y lo que tardamos en llegar al hospital no me hace calmarme. Y menos no saber nada, si va todo bien. Sí la voy a perder.

Debería llamar a Àlex, pero se lo diría a Marc y dudo de que Leli quiera verlo, estoy segura de que Marc es la razón principal para haber hecho esto. Pero al final me acabó sorprendiendo a mí misma llamando directamente a Marc.

-Hola.
-Hola Bells. Gracias por lo que haz hecho antes. Ahh y felicidades. 21 ya.
-Sí...
-¿Pasa algo? ¿No te ha gustado el regalo de Àlex?
-¿Regalo? Ah, sí el paquete, no... No lo he abierto aún.
-¿Estás bien enana?
-No. Marc... Estoy en el hospital. Leli... Leli...
-¿Qué le ha pasado?
-Se ha intentado matar. No sé la razón. Ella es fuerte. No... No sé qué le ha empujado a hacer esto. La... La he encontrado en el baño tirada... E... Estaba todo lleno de sangre...- y no puedo seguir porque me echó a llorar.
-Ahora vamos. Tranquila, enana. Va a ir todo bien. Ya lo verás.
-Va... Vale.

Los chicos tardan un tiempo importante en llegar y en cuanto tengo a mi chico delante me tiro a sus brazos para que me arrope entre ellos y me calme. Es el peor cumpleaños de mi vida.

Marc está nervioso. Se le nota con apenas mirarle. Sé que está afectando tanto como yo o incluso más. Casi la pierde y esta vez para siempre. No sé qué le ha pasado a Leli para querer matarse. ¡Me dijo que estaba bien! Sí hubiera sabido esto habría llamado a Àlex para que viniera él. Pero fui una idiota y no vi venir que se iba a querer matar en cuanto la dejase sola.

Me aparto de Àlex y voy a abrazar a Marc. Necesita también que le animen. Qué alguien se preocupe por él. Y aunque creo que será mejor que Leli no le vea, entiendo lo mal que lo está pasando. Pero él no es el que la ha dejado sola, ni el que la ha encontrado casi muerta en su casa. Y yo sí. Yo soy la culpable de que ahora estemos todos aquí.

Me pongo a llorar y Marc lo hace también conmigo. Al final necesitamos a Àlex para que nos anime a los dos. Para que nos calme y nos diga que todo va a ir bien. Pero no sé cuánto tiempo llevo aquí y nadie me ha dicho nada.

Nos va a dar algo. Llevamos horas sentados en esas sillas super incómodas y nadie nos llama para decirnos cómo está Leli. Marc está empezando a desesperarse. Y justo cuando va a levantarse para exigir explicaciones aparece un médico para decirnos cómo está Leli. Nos dicen que ha perdido bastante sangre, aunque no estaba en un  nivel demasiado peligroso y que le han puesto un poco para que se recupere antes. Las heridas de las muñecas han hecho que parase la hemorragia y las han vendado para que no se le pueda abrir de nuevo tan fácil hasta que cicatrice mejor. Y entonces ha llegado el dilema, solo puede entrar uno a verla. Está débil y no quieren que la agobien demasiado. ¿Quién entra? Yo quiero verla, pero Marc también. Lo que no sé es si ella querrá verle. Y viendo que el doctor no quiere que se altere...

-Creo que será mejor que vaya yo. No sé si querrá verte Marc, y alterarla no es lo mejor. Cuando salga de aquí y esté mejor vienes a casa y le cuentas lo que pasó en noviembre. ¿Estás de acuerdo?
-Sí. No es el mejor momento. Mañana te veo, supongo que te querrás quedar con Bells. Yo me vuelvo a casa.
-Marc...
-Dime.
-Ten cuidado con el coche. No quiero tener que ir a verte al hospital a ti también.
-Tendré cuidado. Tranquila.

Marc se va. Àlex me abraza fuerte y me dice que vaya a ver a Leli. Y cuando veo su cara al verme es como si me echasen un cubo de agua por encima. No me esperaba a mi.

-Ey. Tampoco soy tan fea.
-Me ha dicho que habían dos pilotos ahí fuera. Pensé que había venido Marc.
-Y ha venido. Pero solo podía entrar uno y... Pensé que no querrías verle, que te alteraría y... Se ha ido ahora mismo a casa. Llevaba horas llorando ahí fuera queriendo saber si estabas bien.
-Lo siento.
-¿El qué?
-Esto.- dice moviendo un poco las muñecas que tiene vendadas.- No sé en qué pensaba. Estaba sola y me puse a imaginar a Marc con tu prima y el bebé. Feliz y que yo ya no... No le importaba. Y lo hice. No quería vivir para ver cómo era feliz con otra. Te he jodido el cumpleaños.

La abrazo con cuidado de no hacerle daño y estoy ahí con ella, las dos en silencio, hasta que me echan.

Àlex me espera en la sala de espera y en cuanto me ve salir se levanta y me abraza cuando llego a su lado. Hoy no sé si dormiré mucho. Pero al menos sé que Àlex va a estar a mi lado hasta que me duerma y que me va a proteger toda la noche.

Cuando llegamos al coche, le pido que conduzca él, y al abrir la puerta del copiloto me doy cuenta de que deje antes el regalo de Àlex en el coche y de que aún no lo he abierto. Me mira y asiente dándome permiso para abrirlo. Es una cajita y al abrirla veo un colgante pero recozco al instante que es de esos que se abren para poner foto y son dos. Una de pequeños en la que estábamos enseñando la lengua disfrazados de Campanilla y de vaquero y otra de no hace mucho en la que nos estamos besando.

-Es precioso Àlex.
-Mira lo que tiene detrás.

Le doy la vuelta y veo que está grabado. "Porque nunca te olvidé  y nunca te dejaré escapar de nuevo, mi pequeña TinkerBell". Me es imposible contener las lágrimas. Qué mono se ha vuelto Àlex en estos años.

Consigo contener las lágrimas por un momento y le miro. Está sonriendo.

-Tú siempre has estado aquí para mí.- digo señalandome el pecho, al corazón.- y aquí- digo señaladome la frente, es decir la mente.- siempre estabas presente en todo lo que hacía. ¿Sabes por qué el 23 de abril es mi día favorito del año?
-No.- dice Àlex dejando caer alguna lágrimilla.
-Pues porque es tu cumpleaños. La gente piensa que es por el día del libro, o por estar cerca de mi cumpleaños, pero es porque es el tuyo. Porque tú eres importante para mí Àlex. Porque nada me hace más feliz que estar contigo.

Llegamos a casa y aunque debería sentirme mal o limpiar el baño que sigue igual a como lo deje hace horas lo único que hago es dejar que Àlex me lleve hasta la habitación y olvidarme de todo hasta el día siguiente.

Bueno, ya estoy aquí de nuevo. Me ha quedado un capítulo algo raro y medio tonto, pero espero que os guste.

El Destino Llama A Tu Puerta. (EDLlATP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora