Capítulo 35

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Al llegar al caldero chorreante, se encontró con Harry en el restaurante y ambos cenaron juntos.

Violet le contó acerca de su conversación con el ministro y Harry se indignó con ella acerca de las mentiras del ministerio. Al igual que ella, Harry llevaba años viviendo bajo las expectativas y los planes de viejos magos que creían que podían controlar su vida; tal vez juntos pudieran conseguir liberarse de aquellos malogrados planes de esos viejos búhos.

Al llegar a su habitación, los libros de su padre estaban sobre el escritorio.

Tanto Harry como ella se pusieron manos a la obra para descubrir qué era lo que el ministerio estaba buscando en ellos... pero había sido un completo fracaso.

— Nada.

— ¿Nada? —preguntó Harry.

Llevaban horas intentando comprender los símbolos y palabras allí escritos pero no entendían nada. Como Violet había supuesto, aquella información era aún demasiado avanzada para ellos.

— Nada. —dijo la chica con resignación— tendré que investigar más, aunque en ningún libro en la biblioteca de mi padre he visto algún idioma o código que me ayude a descifrar estos textos.

— Tal vez en la biblioteca de Hogwarts haya alguno que te ayude.

— ¿Tu crees?

— Bueno, es realmente impresionante, aunque yo no sea realmente un fan de los libros. Tal vez Hermione pueda ayudarte a investigar.

Violet dudó.

— No lo sé, Harry, no quiero a tantas personas inmiscuidas en este asunto. Confío en ti, pero a ella no la conozco, aunque sea tu amiga.

— Te entiendo. —dijo Harry, y Violet pudo ver en su rostro que realmente lo comprendía— tal vez cuando la conozcas, cambies de opinión.

— Si, tal vez.

El resto de la semana se fue volando y antes de Violet darse cuenta era 31 de agosto y debía ir a su casa a terminar de empacar. Además, no veía a su madre desde hacía varias semanas y creía que una simple carta sería muy impersonal.

Cuando bajó a desayunar con Harry, este se veía inquieto y ella supo de inmediato el por qué.

— Podrás verlos mañana, Harry.

— Lo se, es solo que esperaba encontrarme con ellos antes, aquí en el Callejón, nunca podemos hacer actividades diferentes a estudiar en el colegio o meternos en problemas, me gustaría poder salir con ellos a algún lugar como hacemos tu y yo.

Harry llevaba esperando encontrarse con sus amigos desde que había llegado a Londres, pero Ron y Hermione seguían sin aparecer.

Violet se preguntó si a Harry le gustaría ir a su casa, al menos por una noche.

— ¡Violet, Cariño!— Se escuchó la voz de Eliade resonar por toda la posada.

Harry la miró divertido y Violet no pudo evitar sonrojarse.

— Iré a tomar nuestra mesa de siempre —le dijo Harry mientras ella se acercaba a su madre.

Eliade estaba junto a la barra, esperándola. Tenía una perfecta falda plisada color negro, una camisa crema y unos preciosos tacones Mary Jane a juego. Violet no la había visto tan arreglada desde... bueno, ni siquiera lograba recordarlo. Pero se veía despampanante. Incluso se había maquillado y eso sí que nunca lo había visto antes de mudarse a Reino Unido.

— Hola, mamá. — saludó.

— Cielo, te he extrañado tanto. —decía la mujer mientras la abrazaba de forma efusiva.

La Princesa de la Alquimia (Harry Potter Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora