Capítulo 45

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La lechucería era una sala situada en la parte más alta de la torre oeste del Castillo, en donde las lechuzas de los estudiantes vivían durante el año escolar. La sala circular de piedra era bastante fría y con corrientes de aire, Cedric le dijo, a modo de disculpa, que ninguna de las ventanas se podía cerrar ya que la falta de vidrios en las ventanas permitía a las lechuzas entrar y salir cuando se les antojaba.

El suelo estaba cubierto de paja y excremento de lechuza, violeta además vio algunos restos de roedores dejados por las aves. De las paredes colgaban perchas en donde algunas lechuzas estaban posadas tranquilamente. varios pares de ojos brillantes los siguieron cuando ambos entraron al lugar.

La chica pisó algo que crujió bajo su peso y trató de no pensar mucho en ello para no morir de asco, no quería parecer una niña melindrosa frente a Cedric.

Nunca lo admitiría en voz alta, pero quería verse más madura frente a él, no quería que la viera como una niña... se odiaba a sí misma por este pensamiento pero no podía evitarlo.

— Me encanta la vista desde aquí —declaró el muchacho mirando hacia el campo de Quidditch por una de las grandes ventanas— aunque el olor destruye un poco la magia del lugar.

Ambos se rieron.

— Aun no puedo creer que esté aquí —comentó ella— siento como si hubieran pasado años desde que me mudé de América.

Violet miraba el cielo cubierto por nubes y la capa de lluvia que cubría los jardines, sintiéndose increíblemente afortunada y solitaria al mismo tiempo. Entonces, una mano tomó la suya y sintió como un cálido sentimiento cubría sus inseguridades. Al girar hacia el muchacho sus miradas se cruzaron, como si él la hubiese estado mirando fijamente todo ese tiempo.

Fue hasta ese momento que se dio cuenta que estaba en una torre alejada del castillo, en medio de la noche, acompañada de un chico mayor que ella y hacía un frío horrible, todo estaría bien si lo primero que hubiera llegado a su mente no fuera un recuerdo de Luke.

Violet soltó la mano de Cedric mientras retrocedía, el muchacho pareció entender que ella no estaba cómoda con la situación porque de inmediato le sugirió que volvieran a sus respectivas salas comunes ya que era muy tarde y tenían clases mañana temprano. Violet le lanzó una sonrisa agradecida y luego de que Cedric la acompañara hasta la dama gorda ambos se despidieron.

La muchacha había intentado mantenerse ocupada y olvidar todo lo que había pasado el día de la despedida pero al parecer aquello la perseguiría el resto de su vida.

Al llegar a su habitación todas sus compañeras ya estaban dormidas así que intentando no hacer nada de ruido se puso su pijama y se acostó.

El desayuno del día siguiente estuvo delicioso, aunque no pudo encontrar café por ningún lado, no quería pensar que aquello era un augurio de que iba a ser un mal día, pero había tenido pesadillas toda la noche y el sueño y la falta de cafeína le causaban mal genio.

Vio a Harry sentado junto a Ron y Hermione y prefirió no interrumpir, después de ver la actitud de sus compañeras de dormitorio la noche anterior, no quería estar cerca de Hermione.

El aula de Adivinación, su primera clase, quedaba en el último piso de la torre norte, no se había dado cuenta de lo tarde que era hasta que vio que casi todo el gran comedor estaba vacío.

Luego de subir una larga escalera, llegó a un rellano vacío ocupado solo con un cuadro de un grupo de mujeres con miriñaque un poco sulfuradas y al pie, una empinada escalera de caracol. Al final de esta, y luego de que el vértigo la atacara, encontró, más por casualidad que por habilidad, una trampilla circular con una placa de bronce que rezaba: "Sybill Trelawney, Profesora de Adivinación".

La Princesa de la Alquimia (Harry Potter Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora