Lo primero que hizo Violet cuando por fin recuperó su fuerza y logró dejar de temblar —sorpresivamente aquel trozo de chocolate que el hombre les había dado había funcionado mejor de lo que creía—, fue salir del vagón e ir a buscar a Harry.
No paraba de pensar en que seguramente el chico no sabía defenderse de un Dementor y que él y sus amigos podrían estar en peligro.
No sabía en cuál vagón estaba su amigo pero tenía un mal presentimiento y aquella punzada en el pecho no se le quitaría hasta que lo encontrara.
Parecía haber mucho alboroto en una de las cabinas del tren y cuando Violet se acercó pudo ver que el hombre que les había dado el chocolate antes estaba afuera del compartimiento escuchando sin ser visto.
—Ha sido horrible —decía un chico con voz de alarma— ¿Notaron el frío cuando entró?
Algo se revolvió en el cerebro de Violet mientras pensaba en dónde había escuchado aquella voz antes, pero no lograba recordarlo.
—Yo tuve una sensación muy rara —respondió otro chico—, como si no pudiera ya volver a sentirme contento...
—Pero ¿no se cayeron del asiento? —preguntó la voz de Harry, extrañado.
¿Caerse? la chica sabía que algo había pasado. De inmediato se adelantó hacia la puerta del compartimento pero el hombre de la túnica remendada le impidió el paso poniendo una mano frente a ella. Su expresión era amable pero estaba negando con la cabeza indicándole que no era el momento. Violet quería replicar, pero entonces una mano tomó la suya, al girarse vio a Cedric con rostro preocupado. No había notado que la había seguido hasta allí.
Violet se giró hacia el compartimento de Harry y vio que el hombre ya había entrado.
—No he envenenado el chocolate, ¿saben? —dijo.
Violet estaba indecisa, quería entrar y ver si Harry estaba bien, pero algo dentro de si le decía que debía esperar, así que se dejó arrastrar por Cedric hasta su propio compartimento en donde Tom y Bonnie los esperaban.
El resto del viaje transcurrió en silencio, pero Violet no pudo evitar notar que el muchacho no soltó su mano hasta que Bonnie les dijo que ya estaban cerca al castillo y que debían ponerse sus túnicas.
Finalmente se detuvo el tren en la estación de Hogsmeade y se formó mucho barullo para salir del tren: las lechuzas ululaban, los gatos maullaban y un sapo croaba en algún lugar. En el pequeño andén hacía un frío que pelaba; la lluvia era una ducha de hielo.
Al salir lo primero que pudo notar fue a un gigante parado en la estación con el rostro cubierto casi totalmente de cabello rizado y un abrigo de piel parchado, seguramente era un gigante muy pequeño porque Violet había leído que la estatura promedio de aquellas criaturas de era de al menos 7 metros de alto y este no debía medir más de 3 metros. Su mayor sorpresa fue cuando el semi-gigante gritó:
—¡Por aquí los de primer curso!
Se quedó parada en medio del andén mirándolo con los ojos abiertos de par en par, rodeada de un montón de estudiantes más pequeños que ella (probablemente de primer año) y haciendo el ridículo en frente de el resto de estudiantes que obviamente ya habían visto aquella escena muchas veces.
El gigante la vio y pareció reconocerla, porque se acercó a ella y se inclinó para poder estar al nivel de sus ojos. Violet lanzó un gritito de sorpresa que solo logró controlar tapándose la boca.
— ¿Violet Bancroft, cierto? —Su voz era tan grave que retumbaba contra las paredes de su cabeza y la hizo estremecerse, pero no sentía miedo, porque una sonrisa cálida hacía que todo su rostro pareciera un pastel, uno grande y peludo, de esos que son tan dulces que empalagan. Violet asintió con ahínco— Te estaba esperando —dijo—, tu vienes conmigo.
Violet miró hacia atrás buscando a Cedric, pero él ya estaba retrocediendo con una sonrisa en el rostro y una expresión de "vas a estar bien" que la verdad no terminaba de tranquilizarla.
Los niños a su alrededor no parecían notar que una chica más grande estaba con ellos, estaban demasiado concentrados en el gigantón que lideraba la marcha y en el estrecho sendero por el que, resbalando y a tientas, seguían a Hagrid.
—En un segundo, tendrán la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro—, justo al doblar esta curva.
Se produjo un fuerte ¡ooooooh!
El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro. En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas.
—¡No más de cuatro por bote! —gritó Hagrid, señalando a una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de la orilla.
El gigante le hizo una señal a la chica de que subiera el primer bote del grupo y Violet se apresuró a hacerlo.
—¿Todos han subido ya? —continuó Hagrid, mientras se acomodaba en su sitio tras la chica, que rogaba por que el bote estuviera reforzado con magia—. ¡Vamos! ¡ADELANTE!
La pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizándose por el lago, que era tan liso como el cristal. Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre sus cabezas mientras se acercaban cada vez más al risco donde se erigía.
—¡Bajen las cabezas! —exclamó Hagrid, mientras los primeros botes alcanzaban el peñasco. Todos agacharon la cabeza y los botecitos los llevaron a través de una cortina de hiedra, que escondía una ancha abertura en la parte delantera del peñasco. Fueron por un túnel oscuro que parecía conducirlos justo por debajo del castillo, hasta que llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por entre las rocas y los guijarros.
— ¡Síganme! —ordenó el grandulón cuando todos habían bajado de los botes.
Siguieron a Hagrid por un pasadizo en la roca, este llevaba una lámpara que no iluminaba mucho así que tenían que agudizar la vista, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo. Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble. Hagrid levantó un gigantesco puño y llamó tres veces a la puerta del castillo.
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La Princesa de la Alquimia (Harry Potter Fanfic)
FanfictionViolet Bancroft es una chica prodigio pero ademas de eso... Ella es una bruja. Su misión no será fácil, pero deberá sobreponerse a la adversidad y aprender a conocer su nuevo mundo con todo lo que conlleva ser una bruja, una aprendiz de alquimista y...