Capítulo 13

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En cuanto Violet comenzó a leer uno de los libros de su padre –ahora sus libros– supo que aquello era un tema avanzado, y que no entendería nada a menos que tuviera las bases. Cinco minutos después de que Clover se fuera, volvió con un servicio de té completo (incluyendo a unas maravillosas magdalenas de arándano), y Violet le pidió que llevara a la biblioteca los libros que había comprado ese día en Flourish & Blotts. Luego de comerse un par de magdalenas con el té, ella misma se trasladó allí.

Paso las tres siguientes horas leyendo sobre hechizos y pociones, aprendiendo rápidamente sobre un tema y pasando al siguiente, hasta que su madre la llamó para la cena.

El comedor era demasiado grande para que solo cenaran Eliade y Violet, por lo que ambas decidieron comer en una pequeña mesa circular que había en la cocina; era más acogedor y personal. Comían solas las dos, pues Eliade le explicó a la chica que los elfos domésticos se sentían altamente ofendidos si los invitaban a cenar junto a sus amos.

– ¿Qué estuviste haciendo toda la tarde? –Le preguntó su madre mientras comían– fui a buscarte a tu cuarto y no estabas.

– He estado en la biblioteca, leyendo. Comencé a estudiar los nuevos libros y no he podido detenerme.

Eliade la miró con expresión de sospecha, pero Violet no se dio por enterada.

– Lo que aún no se es como practicaré. Muchos de los hechizos necesitan de otra persona para practicarlos, como el encantamiento de desarme...

– Envíale una carta al profesor Dumbledore con tus dudas, y seguro te ayudará.

La chica tragó un trozo de pollo que había estado comiendo.

– ¿Qué acaso no tiene teléfono? –bromeó Violet.

En cuanto entraron en la casa y Violet notó que no había teléfono, Eliade le explicó que los aparatos electrónicos eran inútiles cuando había magia cerca, aunque no había sabido explicarle por qué.

– Creo que olvidó pagar la cuenta de este mes.

Ambas rieron a carcajadas.

– Parece que hubiera pasado un siglo desde que me riera así.

– Tienes razón. La última vez que me reí así fue mientras empacaba con Danielle en el dormitorio de chicas –dijo Violet recordando a su mejor amiga del internado mientras hablaba del vestido que usaría en la despedida.

Y entonces lo recordó.

– ¡La despedida! –exclamó mientras miraba el reloj de la cocina.

Eran casi las siete de la tarde, por lo que en su antigua casa pronto serían las dos.

– Lo olvidé por completo.

– ¿Qué es lo que pasa? –le preguntó su madre al verla tan alterada.

– Había olvidado hoy es el baile de despedida de los de último año, le prometí a Elle que iría pero... bueno, eso es imposible. –razono la chica.

Ni siquiera tenía un vestido.

– ¿Por qué es imposible? –le preguntó Eliade.

– Porque estoy al otro lado del océano, mamá, además no tengo un vestido. Lo que realmente necesito ahora es un teléfono para llamar a Danielle e inventarme una excusa creíble de por qué no voy a ir.

Eliade comenzó a reír.

– Te será más fácil conseguir un vestido de gala que un teléfono en el mundo mágico.

La Princesa de la Alquimia (Harry Potter Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora