VI

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Can

Permanezco en ese pasillo del hospital sin poder moverme ni preferir hablar.
La culpa me desgasta, ¿cómo he podido permitir que le ocurra algo así? ¿Cómo he podido ser tan superficial?
Mi ego sobredimensionado se ha apoderado de toda precaución y de todo sentido de la razón.

Me choca pensar que la abracé con tanta fuerza mientras le hablaba con rabia, hasta el punto de dejarle moratones en los brazos, me siento como un monstruo, Nihat tiene razón en estar furiosa conmigo.

¿Cómo pude dejarla ir sola en la noche sin acompañarla o sin asegurarme de que subiera a un taxi con seguridad? ¿Realmente había perdido toda la importancia para mí?

Me gustaría poder seguir a los demás para asegurarme de que está bien, de que se despierta y está bien. Me gustaría tenerla en mis brazos ahora mismo, me gustaría volver atrás en el tiempo y tenerla en mis brazos diciéndole que está bien, que el perfume no importa en absoluto, que sólo ella es importante y que ella no es su perfume.

Sólo ahora me doy cuenta, dejé que el apego a su perfume, ese maravilloso perfume que me hechizó desde los primeros momentos en la oscuridad de aquella logia en el teatro, ese perfume que me permitió reconocerla en la vida real y enamorarme de ella, fuera más importante que Sanem.

No podría ser más importante que su maravillosa sonrisa, su energía, su inagotable entusiasmo por todo lo que la rodea, desde las flores hasta los poemas y las estrellas.
El mundo parece un lugar encantado visto a través de los ojos de Sanem, eso es lo que me enamoró no su perfume.

Apoyé la cabeza y la espalda en la pared y me dejé deslizar hasta el suelo, me siento una persona despreciable e insensible, vi el profundo dolor en sus ojos cuando le dije estúpidamente que era como cualquier otra persona para mí, si la quiero como digo ¿cómo pude herirla así?

Me siento un ser vil e indigno de su gran amor, ella siempre me ha amado, entregó la preciada receta familiar para salvar a mi agencia y luego a mí también de la cárcel, ahora lo entiendo.

Estaba enferma esta mañana y aún así vino a la agencia y trató de hablar conmigo y... La ignoré todo el tiempo, ni siquiera hice el esfuerzo de levantarle la vista, de lo contrario me habría dado cuenta de que le había pasado algo la noche anterior y no estaba bien.

No puedo creer que haya sido tan terca y egoísta, ella merecía ser escuchada, merecía respeto y yo no lo tuve, ni anoche gritándole con todo mi aliento ni esta mañana impidiéndole explicar su punto de vista.

Siento una mano apoyada en mi hombro, es Emre que ha vuelto después de seguir a Layla y a los Aydin. Me levanto ansioso.

- ¿Cómo está? ¿Se ha despertado? ¿Está bien? -

- Puede, entender que no entré en su habitación, me quedé fuera y Layla salió para decirme que estaba recuperando la consciencia pero que le dolía mucho, así que la enfermera entró para darle una inyección extra para ayudarla a descansar...

Se me llenan los ojos de lágrimas al pensar en lo que está pasando Sanem ahora mismo por mi culpa. Mi hermano me abraza con fuerza para consolarme.

- Por favor, no te tortures. Estoy seguro de que no querías que le pasara nada, fuiste imprudente al dejarla ir sin asegurarte de que estaba a salvo, pero no es culpa de nadie que haya sido un accidente...

- Emre, ¿te das cuenta de lo que ha pasado? Tuvo suerte de que su pulmón se perforara parcialmente a tiempo, si se hubiera producido masivamente en el impacto, ¿quién la habría rescatado sola de noche en el bosque? No puedo darme paz abi, hermano, la amé, quiero decir que estoy seguro de que lo hice y sin embargo me dejé llevar por una estúpida fijación por ese perfume y lo arruiné todo, incluso me arriesgué a causarle la muerte, ¿te das cuenta? Y para empeorar todo, se derrumbó creyendo que había pasado la noche en la cabaña con Polen y con la imagen ante sus ojos de nosotros besándonos apasionadamente en mi oficina...

Emre sacude la cabeza confundido - ¿Qué? -

- No importa, es una larga historia, la moraleja es sólo una, perdí a la única mujer que amé en mi vida por mi ridícula terquedad y mi supuesto orgullo herido.
Dejé que esa bruja de Polen me manipulara y que hiciera todo lo posible por separarnos, casi maté al ser más increíble y maravilloso que he conocido.

¿No es eso suficiente para que te desesperes? -


Una oportunidad para volver a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora